By Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/
A CubaNews translation.
Edited by Walter Lippmann.
Just as in the 1970s and 1980s there was a Plan Condor –which was an operation of criminal coordination and mutual support among dictatorships of the Southern Cone of the American continent, under CIA supervision. Its methods were to murder, spy, monitor, kidnap, torture and illegally exchange persons between countries, regardless of borders, sovereignties or national rights. Today Latin America suffers under a new “Plan Condor” aiming to reinstate neo-liberalism.
That Plan Condor was one of several operations conducted within the scheme of planting military dictatorships in the Southern Cone of the Americas –applying the theory National Security doctrine– and leaving the peoples trapped under state terrorist governments. This was allegedly done to combat the danger of communism.
Participants in that operation or Plan Condor as it was then known, with varying degrees of involvement, were the dictatorial regimes Washington had imposed or embraced in Latin America. The countries involved were Chile, Argentina, Brazil, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Peru, Colombia, Venezuela, Ecuador with –of course– the United States as gang leader.
“Today, Latin America is living through an non-conventional coup plan against its progressive governments. It’s a new Plan Condor aiming to reinstate neo-liberalism, not by military dictatorships, but through the combined power of the mass media, national entrepreneurs, right-wing political parties and governments of the great powers,” the multinational Latin American TV station TeleSur denounced.
Interviewed by TeleSur, analyst and journalist Miguel Jaimes identified the new operation as low-profile, as compared to Western-sponsored coups in the Middle East –which are characterized by implanting conflicts using the weapons of war. What is being promoted in Latin America are political trials such as the one launched against the president of Brazil, Dilma Rousseff, and the one that is being manufactured against the former president of Argentina, Cristina Fernandez de Kirchner, and the lingering image of her leadership.
For his part, researcher Adalberto Santana said that what the US seeks, with its current version of Plan Condor, is to dismantle the popular governments and maintain or regain control over the political processes and thereby control the oil, environmental and economic resources it covets in the region.
The aim is to create despair among the population, put an end to the social programs of the popular governments and to destroy the image of revolutionary leaderships in the region, employing the media to generate rejection among the citizens.
The basic strategy in this new version of Plan Condor does not exclude armed violence or attacks on leaders to eliminate popular leaderships in social movements and leftist parties. It also aims at sowing demoralization and fear at grass-root levels (such as the murder of indigenous leader Berta Caceres in Honduras and national assembly deputy Robert Serra in Venezuela, for example). The distinctive features of this model are the direct attack on the economy and the productive structures of the targeted countries.
An essential objective of these actions –beyond their terrorist expressions– is to affect the financial sources of social programs that are the basis of the popular support for progressive governments. Consequently, it emphasizes, for example, creating shortages of basic consumer products.
Funding by Washington –and one or another occasional ally– of opposition parties and NGOs is also important in this non-conventional warfare. By using resources to promote subversion, with specially-designed methods, they have achieved the inclusion of a layer of middle class youth as the spearhead of right-wing protests.
US government organizations such as the US Agency for International Development (USAID) and the National Endowment for Democracy (NED) –identified as the promoters of the 2002 coup in Venezuela– have been responsible for organizing street violence using young people whom they pay.
Then the media makes sure that acts of street violence are turned into “symptoms of social discontent”, “sign of economic chaos” or “evidence of police repression”.
Certainly, if there is one actor which stands out in this new neo-liberal Plan Condor for Latin America, it is the powerful mass media. Constant information campaigns criminalizing leftist governments and a torrent of high-impact news are intended to influence certain sectors of the population to cause fear, exhaustion, and, finally, to manipulate their political positions.
The mass media today, in the current neo-liberal Plan Condor designed in Washington, play the role that the reactionary military in Latin America played in the 1970s and 80s of the twentieth century.
June 25, 2016.
Por Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/
Así como en las décadas de 1970 y 1980 tuvo lugar un Plan Cóndor -que era una operación de coordinación criminal y apoyo mutuo entre las dictaduras del Cono Sur del continente americano bajo supervisión de la CIA para asesinar, espiar, vigilar, secuestrar, torturar e intercambiar personas ilegalmente entre países, sin tener en cuenta fronteras, soberanías ni derechos nacionales- hoy America Latina sufre un nuevo “Plan Cóndor” para reimplantar el neoliberalismo.
Aquel Plan Cóndor fue una de las diversas operaciones que se realizaron en el marco de la siembra de dictaduras militares en el Cono Sur americano para aplicar la teoría de la Seguridad Nacional de Estados Unidos y dejar a los pueblos atrapados bajo gobiernos terroristas de Estado, presuntamente para combatir el peligro del comunismo.
Participaron en aquella Operación o Plan Cóndor, con mayor o menor grado de involucramiento, los regímenes dictatoriales del Cono Sur de América que Washington había impuesto o aprobado en Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela, Ecuador y, por supuesto, con Estados Unidos como jefe de la banda.
“Hoy América Latina vive un plan golpista no convencional contra los gobiernos progresistas. Un nuevo Plan Cóndor para reimplantar el neoliberalismo: ya no mediante dictaduras militares, sino a través del poder combinado de los grandes medios, los empresariados nacionales, los partidos de derecha y los gobiernos de las grandes potencias”, según lo ha denunciado la emisora multinacional latinoamericana TeleSur.
Entrevistado por TeleSur, el analista y periodista Miguel Jaimes identificó la nueva operación como de bajo perfil, si se le compara con los golpes de estado promovidos por Occidente en el Medio Oriente -caracterizados por la implantación de conflictos con empleo de armamento bélico propio de las guerras. En América Latina lo que se han estado promoviendo son juicios políticos como el aprobado contra la mandataria de Brasil, Dilma Rousseff, y como el que se intenta imponer a la ex presidenta de Argentina, Cristina Fernández contra el fantasma de su liderazgo.
Por su parte, el investigador Adalberto Santana dijo que lo que pretende Estados Unidos con su actual versión de Plan Cóndor es desmontar los gobiernos populares, para mantener o recuperar su dominio sobre los procesos políticos para custodiar los recursos petroleros, ambientales y económicos que ambiciona de la región. Buscan crear desesperanza en la población, frenar los programas sociales de los gobiernos populares y acabar con la imagen de los liderazgos revolucionarios en la región, empleando a los medios de comunicación para generar el rechazo ciudadano.
Aunque la estrategia básica en esta nueva versión de Plan Cóndor no excluye la violencia armada ni los atentados contra dirigentes populares para eliminar liderazgos en los movimientos sociales y partidos de izquierda, y sembrar desmoralización y miedo en las bases (recordar los asesinatos de la líder indígena Berta Cáceres en Honduras y del diputado Robert Serra en Venezuela), las características distintivas de este modelo golpista son el ataque directo a la economía y a los aparatos productivos de los países seleccionados.
Objetivo esencial de estas acciones –más allá de su expresión terrorista- es afectar las fuentes de financiamiento de los programas sociales que son la base del apoyo popular a los gobiernos progresistas. De ahí que pongan énfasis, por ejemplo, en el desabastecimiento de productos básicos de consumo.
El financiamiento por Washington –y algún que otro aliado suyo– de partidos y ONGs opositoras también es importante en esta guerra no convencional. Mediante el empleo de recursos para promover la subversión con métodos especialmente diseñados han logrado la inclusión de una parte de la juventud de clase media como punta de lanza de las protestas derechistas.
Organizaciones no oficiales estadounidenses como la USAID y la NED, señaladas de ser promotoras del golpe de Estado de 2002 en Caracas, han sido las encargadas de organizar la violencia en las calles con el empleo de jóvenes a los que utilizan y pagan.
Los medios, después, se encargan de convertir los actos de violencia de calle en “síntomas del descontento social”, “señal del caos económico” o “prueba de la represión policial”.
Ciertamente, si algún actor sobresale en este nuevo Plan Cóndor neoliberal para América Latina, es el poder mediático. Constantes campañas informativas que criminalizan a los gobiernos de izquierda y un torrente de noticias de alto impacto tienen el propósito de influir en determinados sectores de la población para provocar temor, hastío y, finalmente, su posicionamiento político.
Los medios, hoy, en el actual Plan Cóndor neoliberal diseñado en Washington, juegan el papel de los militares golpistas de
Latinoamérica en los años 70 y 80 del siglo XX.
Junio 25 de 2016.
By Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/
A CubaNews translation.
Edited by Walter Lippmann.
“Now the poor, the excluded, the landless and the homeless, who had hoped to reach happiness, will have to seek other party associations –or forge new political tools– based on ethics, the elimination of the causes of social inequalities and the search for another possible Brazil”.
Such is the forecast of Frei Betto, the militant journalist, writer, religious revolutionary of the Dominican Order and Theology of the Revolution –former advisor to the President of the Republic of Brazil when Luis Ignacio Lula da Silva held that position– given the serious crisis in that country after the parliamentary and media coup d’etat against the constitutional order in his country.
The first three governments of the Brazilian Workers Party (PT) –two with Lula and one with Dilma Rousseff– represent the best in the republican history of the South American giant.
“45 million Brazilians were rescued from misery; social programs –from the Bolsa Familia to More Doctors– which spread a safety net under the poorest social sectors of the nation. Access to college became popular. The International Monetary Fund stopped bothering our accounts and Latin America gained greater unity. And Cuba was taken out of limbo,” wrote the prestigious religious revolutionary.
“Too bad the PT did not dare implement structural reforms in politics, taxes and land. It allowed its Zero Hunger emancipation program be replaced by the compensation program Bolsa Familia.”
“As if rhetoric were enough to cover unfortunate inequalities, the PT tried in vain to be the father of the poor and the mother of the rich. To renew Congress it did not trust the political potential of the leaders of social movements. It preferred to form promiscuous political alliances whose opportunistic virus eventually contaminated some of its leaders.”
Thanks to easy credit, inflation control, and a real increase in the minimum wage above inflation, the population had greater access to personal goods. In its 13 years of government, the PT did not insist on the political literacy of the nation or the democratization of the media.
Thanks to tax exemptions, the entire line of electrical appliances, as well as computers and cell phones, are present in almost all the slums of the favelas…“and who knows if, even in the foothills of the mountains, and any other car can be bought on installments “.
“However, you also find the hut occupied by a family without housing, with no security, no health, no education, no quality public transportation. The priority should have been for access to social welfare. Failing this, a nation of consumers was formed, not of citizens; a nation of voters who vote as if they were obeying a religious precept or repaying a personal favor.”
According to Betto, “between advances and setbacks, the PT leaves as its legacy social programs that deserved to be defined as state guarantees and not just as government policies. But, will the party have the audacity to reinvent itself?” wonders the revolutionary intellectual.
PT governments inherited the country from neo-liberal Fernando Enrique Cardoso who left Brazil to Lula in deep economic crisis, with skyrocketing inflation, astronomical public debt, breaking of the social fabric, disarticulation of the state and a deepening of the abysmal inequalities and injustices Brazil has suffered for centuries. Among these were the unjust distribution of land. Another was an electoral law that prevents popular participation. For both, the union leader [Lula] and Dilma, governing has been very difficult.
To advance their social agenda they had to maintain alliances of convenience and agreements with bourgeois sectors and parties. They to faced a fierce onslaught byldd the right and the great oligarchic media in a country where 90% of the media is in hands of seven wealthy families who control the audiovisual spectrum.
Despite these factors, the PT management has been revalidated by voters in three consecutive presidential elections, including the much-harassed re-election of Dilma in 2014, with a smaller margin than earlier, but still with the very respectable figure of 54 million votes, more than three million more than her rival Aécio Neves.
Dilma Rousseff’s impeachment has been a dirty blow by oligarchic groups of the resentful Brazilian right that has been inserted into the large projects of the imperialist extreme right. They are interested in removing from their way a nation that somehow holds the ideals of Latin Americans and has become a standard bearer of its resolute struggle for independence and social progress.
No doubt there will be a struggle. It only remains to be seen in what arena. The coup leaders lack consensus except within the elite and the fascist sector of the middle class.
June 17, 2016.
Por Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/
“Ahora los pobres, los excluidos, los sintierra y los sintecho, que tenían la esperanza de llegar a ser felices, tendrán que buscar otras asociaciones partidarias o forjar nuevas herramientas de hacer política, fundadas en la ética, la supresión de las causas de las desigualdades sociales y en la búsqueda de otro Brasil posible”. Tal es el pronóstico que formula, ante la grave crisis por la que atraviesa tras el golpe de estado parlamentario y mediático contra el orden constitucional en su país, el periodista, escritor, religioso de la orden de los dominicos y militante de la Teología de la Revolución, Frei Betto, quien fuera asesor del Presidente de la República de Brasil cuando Luis Ignacio Lula da Silva ocupaba este cargo. Los tres primeros gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT) – dos de Dilma Rousseff y uno de Lula- representan lo mejor que ha habido en la historia republicana del gigante suramericano. “Salieron de la miseria 45 millones de brasileños; los programas sociales -desde el Bolsa Familia al Más Médicos- le extendieron una red de protección social a la parcela más pobre de la nación; el acceso a la universidad se popularizó; el Fondo Monetario Internacional dejó de meterse en nuestras cuentas y América Latina ganó más unidad. Y Cuba fue sacada del limbo”, escribe el prestigioso religioso revolucionario Frei Betto.
“Lástima que el PT no se atrevió a implementar reformas de estructuras, como la política, la tributaria y la agraria. Permitió que el programa de emancipación Hambre Cero fuera sustituido por el compensatorio Bolsa Familia.
“Como si la retórica fuera suficiente para encubrir lamentables desigualdades, el PT trató en vano de ser el padre de los pobres y la madre de los ricos. Para renovar el Congreso no confió en el potencial político de los líderes de los movimientos sociales. Prefirió concertar alianzas promiscuas cuyos virus oportunistas acabaron por contaminar a algunos de sus dirigentes”.
Si bien gracias al crédito fácil, al control de la inflación y al aumento real del salario mínimo por encima de la inflación, la población tuvo mayor acceso a bienes personales en sus 13 años de gobierno, el PT no se empeñó en la alfabetización política de la nación ni en la democratización de los medios. Favorecidos por la exoneración de impuestos, en casi todos los tugurios de las favelas está presente toda la línea de aparatos electrodomésticos así como computadoras y celulares… “y, quién sabe si, en las faldas de la cuesta, incluso algún auto comprado a plazos”.
“Sin embargo, se da también la choza ocupada por una familia sin vivienda, ni seguridad, ni salud, ni educación, ni transporte colectivo de calidad. La prioridad debió haber sido para el acceso a los bienes sociales. Se originó por ello una nación de consumidores, no de ciudadanos, una nación de electores que votan como quien cumple un precepto religioso o retribuye un favor de compadrazgo”.
Entre avances y retrocesos, el PT deja como legado, según Betto, programas sociales que merecerían figurar como políticas de Estado y no solo de gobierno. ¿Pero tendrá el partido la osadía de reinventarse?”, se pregunta el intelectual revolucionario.
Los gobiernos del PT recibieron el país del neoliberal Fernando Enrique Cardoso que lo dejó a Lula en honda crisis económica, inflación desbocada, astronómica deuda pública, desgarramiento del tejido social, desarticulación del Estado y profundización de las desigualdades e injusticias abismales que padece Brasil hace siglos; una de ellas, la injusta distribución de la tierra. Otra, una ley electoral que impide la participación popular. Tanto al sindicalista como a Dilma les ha sido muy difícil gobernar.
Para hacer avanzar su agenda social han debido mantener alianzas y conciliaciones con sectores y partidos burgueses y de conveniencia para estar en condiciones de enfrentar una embestida feroz de la derecha y la gran prensa oligárquica en un país donde el 90 % de los medios están en manos de siete adineradas familias que controlan el espectro audiovisual. No obstante estos factores, la gestión del PT ha sido revalidada por los electores en tres comicios presidenciales consecutivos, incluyendo la muy acosada reelección de Dilma en 2014, con un margen más ajustado que los anteriores pero ascendente a la muy respetable cifra de 54 millones de votos, más de tres millones sobre su rival Aécio Neves.
El juicio político (impeachment) contra Dilma Rousseff ha sido un sucio golpe de los resentidos grupos oligárquicos de la derecha brasileña que se ha venido a insertar en los grandes proyectos de la extrema derecha imperialista interesada en quitarse del camino a una nación que, de alguna manera, concierta los idearios de los
latinoamericanos y ha devenido abanderada de su indetenible lucha por la independencia y el progreso social.
No hay dudas de que habrá pelea. Sólo queda por ver en qué terreno. Los golpistas carecen de consenso salvo en la élite y el sector fascista de la clase media.
Junio 17 de 2016.
By Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/
A CubaNews translation.
Edited by Walter Lippmann.
The capitalist socio-economic order is synonymous with freedom … provided you agree that the first of the freedoms is enjoyed by capital and that money can be free to buy everything.
When the ability of money is restricted to acquiring the goods that sustain life in society, or these are prevented from becoming a commodity that can be bought and sold, capitalism is constrained.
That is why it is so important for capitalism to manipulate popular awareness to instill the idea that capitalism is equal to democracy, and that any attack on the freedom of money to buy any of the earthly and moral goods of human beings is an attack on democracy.
Unfortunately, the social system the world lives under today is capitalism; and in very few countries have their peoples have achieved –or are still fighting to do so– a situation in which the moneyed classes do not hold political power. These few countries have undertaken, with enormous difficulties, routes other than the capitalist economic, political and social order.
For that reason, all –or almost all– the rules governing international relations on the planet –in the form of laws, social practices and traditions– have a foundation convenient to the bourgeois order.
There are times when the global capitalist dictatorship is exercised with more violence than at others; but there is always a struggle between the empowered rich and the poor who suffer the consequences of such alien power.
When conditions dictate, oligarchs are bound to make concessions to their “subjects” in order to prevent them from being encouraged to use their numerical advantage and get organized for a confrontation that would somehow disturb the established order.
But with equal or greater speed the wealthy classes react when their hegemony is in danger. They then support each other in defense of their spurious exploitative interests.
The privileged wonder: how would a country be where doctors, educators, courts of law, governments, the information, production and services media, the cultural expressions, and even the conditions to make love were to serve all equally in a society in which money could not determine differences in the quality and quantity of the benefits?
They consider that something like this would distort the current precarious and asymetric balance of power in nearly all national societies. Capitalism requires that such ideas continue beyond the citizens’ aspirations.
Why accept that in case of illness, a person with economic resources is doomed to the same quality of care, equal treatment conditions and possibilities of healing as a person who lacks such resources?
Is it logical that the offspring of wealthy people should share the same classrooms and quality of education with the sons and daughters of poor families?
Is it rational that, when they commit crimes, the rich and poor are judged by the same standards, or that cultured corrupt millionaires share prison food with rough and hungry common criminals?
Why should candidates for government positions in their election campaigns have to do without donations from the richest, more influential and responsible members of society so that, in their future roles as leaders, they feel obliged as a priority to protect the security of corporate capital and the most important and powerful segment of the nation?
For international capitalism, the press is only considered democratic in a country where private capital is allowed to buy radio and television stations, newspapers, magazines, news agencies and other media so they can see to it that what is published serves its interests. These interests are the determining factors in the whole society.
The bourgeois order also sees restricting the enjoyment of the best of national and international art and culture to the educated elite of society as legitimate. They are able to pay, through advertising, the price of their expensive productions, or to pay obscenely expensive admission tickets to the shows.
Is it not considered natural and logical that everything in society is structured so that the main attraction for gender relations is money and economic level, and that competition and the struggle for profit is the engine of progress at any level?
History records the existence of a supposed democracy with slaves in Greece, and today the capitalists have tried to appropriate the term as if it were unique to their socio-economic system. This is despite the fact that the word “capitalism” is almost the opposite of “democracy”, a term etymologically claimable only by “socialism”.
June 14, 2016.
Por Manuel E. Yepe
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El orden socioeconómico capitalista es sinónimo de libertad… siempre que usted acepte que la primera de las libertades la disfrute el capital, y que el dinero pueda ser libre para comprarlo todo. Cuando se restringe la capacidad del dinero para adquirir los bienes que sustentan la vida en sociedad o se impide que éstos se comporten a la manera de una mercancía más, susceptible de ser comprados y vendidos, se restringe al capitalismo.
Por eso es tan importante para el capitalismo que la conciencia ciudadana sea manipulada para fijar la idea de que capitalismo es igual a democracia y que cualquier atentado contra la libertad del dinero para adquirir cualquiera de los bienes terrenales y morales del hombre es una agresión contra la democracia.
Lamentablemente, la organización social en que vive el mundo es el capitalismo y son pocos los países cuyos pueblos han logrado- o luchan aun por hacerlo- que no sean las clases adineradas las que detenten el poder político y hayan emprendido, con dificultades enormes, rutas distintas a ese orden económico, político y social.
Por ese motivo, las reglas de juego que rigen las relaciones internacionales en el planeta en forma de leyes, prácticas sociales y tradiciones, tienen todas -o casi todas- una fundamentación conveniente al orden burgués.
Hay veces que la dictadura global capitalista se ejerce con mayor violencia que otras, pero siempre subyace una lucha entre los ricos empoderados y los pobres que sufren las consecuencias de tal prerrogativa ajena.
Cuando las condiciones lo permiten, las oligarquías se obligan a hacer concesiones a sus “sometidos” en aras de evitar que éstos se vean estimulados a recurrir a su ventaja numérica y se organicen para un enfrentamiento que perturbe de alguna manera su orden.
Pero, con igual o mayor prontitud, suelen reaccionar las clases adineradas cuando su hegemonía se encuentra en peligro y acuden al recurso de apoyarse recíprocamente en defensa de sus espurios intereses explotadores.
Los privilegiados se preguntan cómo sería un país donde los médicos, los educadores, los tribunales, los gobiernos, los medios de producción y de servicios, los medios de información, las expresiones culturales y hasta las condiciones para hacer el amor estuvieran al servicio de todos por igual en una sociedad en la que el dinero no pueda determinar diferencias en la calidad y urgencia de las prestaciones.
Algo así, consideran, distorsionaría el precario y asimétrico equilibrio actual de casi todas las sociedades nacionales; el capitalismo precisa que tales ideas continúen al margen de las aspiraciones ciudadanas.
¿Por qué aceptar que, en caso de enfermedad, una persona con recursos económicos se vea condenada a la misma calidad de atención e iguales condiciones de tratamiento y posibilidades de curación que los que carecen de ellos?
¿Es lógico que los descendientes de personas adineradas deban compartir las mismas aulas y calidad de educación con los hijos e hijas de las familias pobres?
¿Es racional que pobres y ricos sean juzgados, si delinquen, con el mismo rasero, o que compartan galeras en prisión cultos millonarios corruptos con rústicos y hambrientos delincuentes comunes?
¿Por qué candidatos a cargos de gobierno, en sus campañas electorales, han de prescindir de las donaciones que les hagan las personas más ricas, influyentes y responsables de la sociedad, a fin de que, en su futuro desempeño como dirigentes, se consideren obligados a proteger prioritariamente la seguridad de los capitales de las corporaciones y los del segmento más importante y poderoso de la nación?
Para el capitalismo internacional, la prensa sólo se considera democrática en un país donde esté permitido al capital privado comprar emisoras de radio y de televisión, periódicos, revistas, agencias de noticias o cualquier otro medio para así cuidar que lo que se publique sirva a sus intereses, que son los determinantes en el conjunto de la sociedad.
El orden burgués valora también como lícito que el disfrute de lo mejor del arte y la cultura nacional e internacional esté limitado a la élite culta de la sociedad que es capaz de sufragar, mediante la publicidad, el precio de sus costosas realizaciones, o de pagar onerosos billetes de entrada a los espectáculos.
¿Acaso no considera natural y lógico que todo en la sociedad esté estructurado de modo que el atractivo principal para la relación de géneros sea el dinero y la posición económica, y que la competitividad y la lucha por la ganancia sean los motores del progreso en cualquier nivel?
La historia registra la existencia de una supuesta democracia esclavista en Grecia y los capitalistas han pretendido apropiarse del término cual si fuera privativo de su ordenamiento socioeconómico, pese a ser el vocablo “capitalismo” casi antónimo de “democracia”, un término sólo reclamable etimológicamente por el “socialismo”. Junio 14 de 2016.
El orden socioeconómico capitalista es sinónimo de libertad… siempre que usted acepte que la primera de las libertades la disfrute el capital, y que el dinero pueda ser libre para comprarlo todo. Cuando se restringe la capacidad del dinero para adquirir los bienes que sustentan la vida en sociedad o se impide que éstos se comporten a la manera de una mercancía más, susceptible de ser comprados y vendidos, se restringe al capitalismo.
Por eso es tan importante para el capitalismo que la conciencia ciudadana sea manipulada para fijar la idea de que capitalismo es igual a democracia y que cualquier atentado contra la libertad del dinero para adquirir cualquiera de los bienes terrenales y morales del hombre es una agresión contra la democracia.
Lamentablemente, la organización social en que vive el mundo es el capitalismo y son pocos los países cuyos pueblos han logrado- o luchan aun por hacerlo- que no sean las clases adineradas las que detenten el poder político y hayan emprendido, con dificultades enormes, rutas distintas a ese orden económico, político y social.
Por ese motivo, las reglas de juego que rigen las relaciones internacionales en el planeta en forma de leyes, prácticas sociales y tradiciones, tienen todas -o casi todas- una fundamentación conveniente al orden burgués.
Hay veces que la dictadura global capitalista se ejerce con mayor violencia que otras, pero siempre subyace una lucha entre los ricos empoderados y los pobres que sufren las consecuencias de tal prerrogativa ajena.
Cuando las condiciones lo permiten, las oligarquías se obligan a hacer concesiones a sus “sometidos” en aras de evitar que éstos se vean estimulados a recurrir a su ventaja numérica y se organicen para un enfrentamiento que perturbe de alguna manera su orden.
Pero, con igual o mayor prontitud, suelen reaccionar las clases adineradas cuando su hegemonía se encuentra en peligro y acuden al recurso de apoyarse recíprocamente en defensa de sus espurios intereses explotadores.
Los privilegiados se preguntan cómo sería un país donde los médicos, los educadores, los tribunales, los gobiernos, los medios de producción y de servicios, los medios de información, las expresiones culturales y hasta las condiciones para hacer el amor estuvieran al servicio de todos por igual en una sociedad en la que el dinero no pueda determinar diferencias en la calidad y urgencia de las prestaciones.
Algo así, consideran, distorsionaría el precario y asimétrico equilibrio actual de casi todas las sociedades nacionales; el capitalismo precisa que tales ideas continúen al margen de las aspiraciones ciudadanas.
¿Por qué aceptar que, en caso de enfermedad, una persona con recursos económicos se vea condenada a la misma calidad de atención e iguales condiciones de tratamiento y posibilidades de curación que los que carecen de ellos?
¿Es lógico que los descendientes de personas adineradas deban compartir las mismas aulas y calidad de educación con los hijos e hijas de las familias pobres?
¿Es racional que pobres y ricos sean juzgados, si delinquen, con el mismo rasero, o que compartan galeras en prisión cultos millonarios corruptos con rústicos y hambrientos delincuentes comunes?
¿Por qué candidatos a cargos de gobierno, en sus campañas electorales, han de prescindir de las donaciones que les hagan las personas más ricas, influyentes y responsables de la sociedad, a fin de que, en su futuro desempeño como dirigentes, se consideren obligados a proteger prioritariamente la seguridad de los capitales de las corporaciones y los del segmento más importante y poderoso de la nación?
Para el capitalismo internacional, la prensa sólo se considera democrática en un país donde esté permitido al capital privado comprar emisoras de radio y de televisión, periódicos, revistas, agencias de noticias o cualquier otro medio para así cuidar que lo que se publique sirva a sus intereses, que son los determinantes en el conjunto de la sociedad.
El orden burgués valora también como lícito que el disfrute de lo mejor del arte y la cultura nacional e internacional esté limitado a la élite culta de la sociedad que es capaz de sufragar, mediante la publicidad, el precio de sus costosas realizaciones, o de pagar onerosos billetes de entrada a los espectáculos.
¿Acaso no considera natural y lógico que todo en la sociedad esté estructurado de modo que el atractivo principal para la relación de géneros sea el dinero y la posición económica, y que la competitividad y la lucha por la ganancia sean los motores del progreso en cualquier nivel?
La historia registra la existencia de una supuesta democracia esclavista en Grecia y los capitalistas han pretendido apropiarse del término cual si fuera privativo de su ordenamiento socioeconómico, pese a ser el vocablo “capitalismo” casi antónimo de “democracia”, un término sólo reclamable etimológicamente por el “socialismo”. Junio 14 de 2016.
El orden socioeconómico capitalista es sinónimo de libertad… siempre que usted acepte que la primera de las libertades la disfrute el capital, y que el dinero pueda ser libre para comprarlo todo. Cuando se restringe la capacidad del dinero para adquirir los bienes que sustentan la vida en sociedad o se impide que éstos se comporten a la manera de una mercancía más, susceptible de ser comprados y vendidos, se restringe al capitalismo.
Por eso es tan importante para el capitalismo que la conciencia ciudadana sea manipulada para fijar la idea de que capitalismo es igual a democracia y que cualquier atentado contra la libertad del dinero para adquirir cualquiera de los bienes terrenales y morales del hombre es una agresión contra la democracia.
Lamentablemente, la organización social en que vive el mundo es el capitalismo y son pocos los países cuyos pueblos han logrado- o luchan aun por hacerlo- que no sean las clases adineradas las que detenten el poder político y hayan emprendido, con dificultades enormes, rutas distintas a ese orden económico, político y social.
Por ese motivo, las reglas de juego que rigen las relaciones internacionales en el planeta en forma de leyes, prácticas sociales y tradiciones, tienen todas -o casi todas- una fundamentación conveniente al orden burgués.
Hay veces que la dictadura global capitalista se ejerce con mayor violencia que otras, pero siempre subyace una lucha entre los ricos empoderados y los pobres que sufren las consecuencias de tal prerrogativa ajena.
Cuando las condiciones lo permiten, las oligarquías se obligan a hacer concesiones a sus “sometidos” en aras de evitar que éstos se vean estimulados a recurrir a su ventaja numérica y se organicen para un enfrentamiento que perturbe de alguna manera su orden.
Pero, con igual o mayor prontitud, suelen reaccionar las clases adineradas cuando su hegemonía se encuentra en peligro y acuden al recurso de apoyarse recíprocamente en defensa de sus espurios intereses explotadores.
Los privilegiados se preguntan cómo sería un país donde los médicos, los educadores, los tribunales, los gobiernos, los medios de producción y de servicios, los medios de información, las expresiones culturales y hasta las condiciones para hacer el amor estuvieran al servicio de todos por igual en una sociedad en la que el dinero no pueda determinar diferencias en la calidad y urgencia de las prestaciones.
Algo así, consideran, distorsionaría el precario y asimétrico equilibrio actual de casi todas las sociedades nacionales; el capitalismo precisa que tales ideas continúen al margen de las aspiraciones ciudadanas.
¿Por qué aceptar que, en caso de enfermedad, una persona con recursos económicos se vea condenada a la misma calidad de atención e iguales condiciones de tratamiento y posibilidades de curación que los que carecen de ellos?
¿Es lógico que los descendientes de personas adineradas deban compartir las mismas aulas y calidad de educación con los hijos e hijas de las familias pobres?
¿Es racional que pobres y ricos sean juzgados, si delinquen, con el mismo rasero, o que compartan galeras en prisión cultos millonarios corruptos con rústicos y hambrientos delincuentes comunes?
¿Por qué candidatos a cargos de gobierno, en sus campañas electorales, han de prescindir de las donaciones que les hagan las personas más ricas, influyentes y responsables de la sociedad, a fin de que, en su futuro desempeño como dirigentes, se consideren obligados a proteger prioritariamente la seguridad de los capitales de las corporaciones y los del segmento más importante y poderoso de la nación?
Para el capitalismo internacional, la prensa sólo se considera democrática en un país donde esté permitido al capital privado comprar emisoras de radio y de televisión, periódicos, revistas, agencias de noticias o cualquier otro medio para así cuidar que lo que se publique sirva a sus intereses, que son los determinantes en el conjunto de la sociedad.
El orden burgués valora también como lícito que el disfrute de lo mejor del arte y la cultura nacional e internacional esté limitado a la élite culta de la sociedad que es capaz de sufragar, mediante la publicidad, el precio de sus costosas realizaciones, o de pagar onerosos billetes de entrada a los espectáculos.
¿Acaso no considera natural y lógico que todo en la sociedad esté estructurado de modo que el atractivo principal para la relación de géneros sea el dinero y la posición económica, y que la competitividad y la lucha por la ganancia sean los motores del progreso en cualquier nivel?
La historia registra la existencia de una supuesta democracia esclavista en Grecia y los capitalistas han pretendido apropiarse del término cual si fuera privativo de su ordenamiento socioeconómico, pese a ser el vocablo “capitalismo” casi antónimo de “democracia”, un término sólo reclamable etimológicamente por el “socialismo”. Junio 14 de 2016.
El orden socioeconómico capitalista es sinónimo de libertad… siempre que usted acepte que la primera de las libertades la disfrute el capital, y que el dinero pueda ser libre para comprarlo todo. Cuando se restringe la capacidad del dinero para adquirir los bienes que sustentan la vida en sociedad o se impide que éstos se comporten a la manera de una mercancía más, susceptible de ser comprados y vendidos, se restringe al capitalismo.
Por eso es tan importante para el capitalismo que la conciencia ciudadana sea manipulada para fijar la idea de que capitalismo es igual a democracia y que cualquier atentado contra la libertad del dinero para adquirir cualquiera de los bienes terrenales y morales del hombre es una agresión contra la democracia.
Lamentablemente, la organización social en que vive el mundo es el capitalismo y son pocos los países cuyos pueblos han logrado- o luchan aun por hacerlo- que no sean las clases adineradas las que detenten el poder político y hayan emprendido, con dificultades enormes, rutas distintas a ese orden económico, político y social.
Por ese motivo, las reglas de juego que rigen las relaciones internacionales en el planeta en forma de leyes, prácticas sociales y tradiciones, tienen todas -o casi todas- una fundamentación conveniente al orden burgués.
Hay veces que la dictadura global capitalista se ejerce con mayor violencia que otras, pero siempre subyace una lucha entre los ricos empoderados y los pobres que sufren las consecuencias de tal prerrogativa ajena.
Cuando las condiciones lo permiten, las oligarquías se obligan a hacer concesiones a sus “sometidos” en aras de evitar que éstos se vean estimulados a recurrir a su ventaja numérica y se organicen para un enfrentamiento que perturbe de alguna manera su orden.
Pero, con igual o mayor prontitud, suelen reaccionar las clases adineradas cuando su hegemonía se encuentra en peligro y acuden al recurso de apoyarse recíprocamente en defensa de sus espurios intereses explotadores.
Los privilegiados se preguntan cómo sería un país donde los médicos, los educadores, los tribunales, los gobiernos, los medios de producción y de servicios, los medios de información, las expresiones culturales y hasta las condiciones para hacer el amor estuvieran al servicio de todos por igual en una sociedad en la que el dinero no pueda determinar diferencias en la calidad y urgencia de las prestaciones.
Algo así, consideran, distorsionaría el precario y asimétrico equilibrio actual de casi todas las sociedades nacionales; el capitalismo precisa que tales ideas continúen al margen de las aspiraciones ciudadanas.
¿Por qué aceptar que, en caso de enfermedad, una persona con recursos económicos se vea condenada a la misma calidad de atención e iguales condiciones de tratamiento y posibilidades de curación que los que carecen de ellos?
¿Es lógico que los descendientes de personas adineradas deban compartir las mismas aulas y calidad de educación con los hijos e hijas de las familias pobres?
¿Es racional que pobres y ricos sean juzgados, si delinquen, con el mismo rasero, o que compartan galeras en prisión cultos millonarios corruptos con rústicos y hambrientos delincuentes comunes?
¿Por qué candidatos a cargos de gobierno, en sus campañas electorales, han de prescindir de las donaciones que les hagan las personas más ricas, influyentes y responsables de la sociedad, a fin de que, en su futuro desempeño como dirigentes, se consideren obligados a proteger prioritariamente la seguridad de los capitales de las corporaciones y los del segmento más importante y poderoso de la nación?
Para el capitalismo internacional, la prensa sólo se considera democrática en un país donde esté permitido al capital privado comprar emisoras de radio y de televisión, periódicos, revistas, agencias de noticias o cualquier otro medio para así cuidar que lo que se publique sirva a sus intereses, que son los determinantes en el conjunto de la sociedad.
El orden burgués valora también como lícito que el disfrute de lo mejor del arte y la cultura nacional e internacional esté limitado a la élite culta de la sociedad que es capaz de sufragar, mediante la publicidad, el precio de sus costosas realizaciones, o de pagar onerosos billetes de entrada a los espectáculos.
¿Acaso no considera natural y lógico que todo en la sociedad esté estructurado de modo que el atractivo principal para la relación de géneros sea el dinero y la posición económica, y que la competitividad y la lucha por la ganancia sean los motores del progreso en cualquier nivel?
La historia registra la existencia de una supuesta democracia esclavista en Grecia y los capitalistas han pretendido apropiarse del término cual si fuera privativo de su ordenamiento socioeconómico, pese a ser el vocablo “capitalismo” casi antónimo de “democracia”, un término sólo reclamable etimológicamente por el “socialismo”. Junio 14 de 2016.
El orden socioeconómico capitalista es sinónimo de libertad… siempre que usted acepte que la primera de las libertades la disfrute el capital, y que el dinero pueda ser libre para comprarlo todo. Cuando se restringe la capacidad del dinero para adquirir los bienes que sustentan la vida en sociedad o se impide que éstos se comporten a la manera de una mercancía más, susceptible de ser comprados y vendidos, se restringe al capitalismo.
Por eso es tan importante para el capitalismo que la conciencia ciudadana sea manipulada para fijar la idea de que capitalismo es igual a democracia y que cualquier atentado contra la libertad del dinero para adquirir cualquiera de los bienes terrenales y morales del hombre es una agresión contra la democracia.
Lamentablemente, la organización social en que vive el mundo es el capitalismo y son pocos los países cuyos pueblos han logrado- o luchan aun por hacerlo- que no sean las clases adineradas las que detenten el poder político y hayan emprendido, con dificultades enormes, rutas distintas a ese orden económico, político y social.
Por ese motivo, las reglas de juego que rigen las relaciones internacionales en el planeta en forma de leyes, prácticas sociales y tradiciones, tienen todas -o casi todas- una fundamentación conveniente al orden burgués.
Hay veces que la dictadura global capitalista se ejerce con mayor violencia que otras, pero siempre subyace una lucha entre los ricos empoderados y los pobres que sufren las consecuencias de tal prerrogativa ajena.
Cuando las condiciones lo permiten, las oligarquías se obligan a hacer concesiones a sus “sometidos” en aras de evitar que éstos se vean estimulados a recurrir a su ventaja numérica y se organicen para un enfrentamiento que perturbe de alguna manera su orden.
Pero, con igual o mayor prontitud, suelen reaccionar las clases adineradas cuando su hegemonía se encuentra en peligro y acuden al recurso de apoyarse recíprocamente en defensa de sus espurios intereses explotadores.
Los privilegiados se preguntan cómo sería un país donde los médicos, los educadores, los tribunales, los gobiernos, los medios de producción y de servicios, los medios de información, las expresiones culturales y hasta las condiciones para hacer el amor estuvieran al servicio de todos por igual en una sociedad en la que el dinero no pueda determinar diferencias en la calidad y urgencia de las prestaciones.
Algo así, consideran, distorsionaría el precario y asimétrico equilibrio actual de casi todas las sociedades nacionales; el capitalismo precisa que tales ideas continúen al margen de las aspiraciones ciudadanas.
¿Por qué aceptar que, en caso de enfermedad, una persona con recursos económicos se vea condenada a la misma calidad de atención e iguales condiciones de tratamiento y posibilidades de curación que los que carecen de ellos?
¿Es lógico que los descendientes de personas adineradas deban compartir las mismas aulas y calidad de educación con los hijos e hijas de las familias pobres?
¿Es racional que pobres y ricos sean juzgados, si delinquen, con el mismo rasero, o que compartan galeras en prisión cultos millonarios corruptos con rústicos y hambrientos delincuentes comunes?
¿Por qué candidatos a cargos de gobierno, en sus campañas electorales, han de prescindir de las donaciones que les hagan las personas más ricas, influyentes y responsables de la sociedad, a fin de que, en su futuro desempeño como dirigentes, se consideren obligados a proteger prioritariamente la seguridad de los capitales de las corporaciones y los del segmento más importante y poderoso de la nación?
Para el capitalismo internacional, la prensa sólo se considera democrática en un país donde esté permitido al capital privado comprar emisoras de radio y de televisión, periódicos, revistas, agencias de noticias o cualquier otro medio para así cuidar que lo que se publique sirva a sus intereses, que son los determinantes en el conjunto de la sociedad.
El orden burgués valora también como lícito que el disfrute de lo mejor del arte y la cultura nacional e internacional esté limitado a la élite culta de la sociedad que es capaz de sufragar, mediante la publicidad, el precio de sus costosas realizaciones, o de pagar onerosos billetes de entrada a los espectáculos.
¿Acaso no considera natural y lógico que todo en la sociedad esté estructurado de modo que el atractivo principal para la relación de géneros sea el dinero y la posición económica, y que la competitividad y la lucha por la ganancia sean los motores del progreso en cualquier nivel?
La historia registra la existencia de una supuesta democracia esclavista en Grecia y los capitalistas han pretendido apropiarse del término cual si fuera privativo de su ordenamiento socioeconómico, pese a ser el vocablo “capitalismo” casi antónimo de “democracia”, un término sólo reclamable etimológicamente por el “socialismo”. Junio 14 de 2016.
By Mariela Castro
A Google/CubaNews translation.
Edited by Walter Lippmann.
Once again the people of the United States, and particularly the LGBT population, is the victim of hate crimes with firearms.
The people of Cuba and the international community together, receive the impact of this terrible event, amidst media confusion, far from helping loved ones to process the grief and American society to seek solutions, [instead] encourages hatred, stigma and discrimination.
There are increasingly frequent news of violent acts that threaten the enjoyment of human rights in the United States and have placed the issue of arms sales in the center of discussions.
From the most painful experiences we can learn, so I do not lose hope that the American people from their pain, will succeed in conquering a society without violence.
All my solidarity!
Mariela Castro Espín
June 14 at 3:08 pm · Havana, Cuba
Junto al pueblo de Cuba y la comunidad internacional recibo el impacto de este acontecimiento terrible, en medio de una confusión mediática que, lejos de ayudar a los seres queridos a procesar el duelo y a la sociedad estadounidense a buscar soluciones, alienta el odio, el estigma y la discriminación.
Son cada vez más frecuentes las noticias de hechos violentos que atentan contra el disfrute de los derechos humanos en los Estados Unidos y colocan el tema de la venta de armas en el centro de los debates.
De las experiencias más dolorosas deben sacarse aprendizajes, por lo que no pierdo la esperanza de que el pueblo estadounidense, desde su dolor, salga adelante en la conquista de una sociedad sin violencia.
¡Toda mi solidaridad!
A Google/CubaNews translation.
Edited by Walter Lippmann.
Havana, June 4 (Prensa Latina) Cuban President Raul Castro, today mourned the death of legendary American boxer Muhammad Ali, declaring the Seventh Summit of the Association of Caribbean States (ACS) closed.
We send our message of condolences and solidarity to the family of the great Muhammad Ali boxing champion, the people of the United States, especially the African American community, whose rights he always defended as well as the whole sports community, he said.
In his closing speech, he also said that “we will never forget his chivalry and ethics, his rejection of war and the defense of peace, respect and friendship with Fidel (Castro) and Teofilo Stevenson, the great boxer born in Cuba and Caribbean.”
Considered the greatest boxer of all time, Ali, who was born in 1942 with the name of Cassius Clay until he converted to Islam, died Friday at the age of 74 in a hospital in Phoenix (Arizona) following respiratory complications from his long battle with Parkinson’s disease.
Throughout his brilliant career, in addition to winning Olympic gold medal in Rome in 1960 and establishing himself as world heavyweight champion professional, Ali was about to face in the “Fight of the Century” three-time holder under the five rings and who would be his friend, the Cuban [Teófilo] Stevenson.
Upon learning of his death, personalities from diverse fields, from all corners of the world, sent out similar messages evoking the greatness inside and outside the ring to the boxer who “floated like a butterfly and stung like a bee”, as he described himself.
The ACS Summit met for three days in Havana with the participation of heads of state and government, foreign ministers and representatives of thirty members and associate members of the regional organization to discuss issues of common interest.
La Habana, 4 jun (PL) El presidente cubano, Raúl Castro, lamentó hoy la muerte del mítico boxeador estadounidense Muhammad Ali, al declarar clausurada la VII Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe (AEC).
Enviamos nuestro mensaje de condolencias y solidaridad a la familia del gran campeón de boxeo Muhammad Ali, al pueblo de los Estados Unidos, en especial a la comunidad afroamericana, cuyos derechos siempre defendió, así como a toda la comunidad deportiva, expresó.
En su discurso de cierre afirmó, además, que “nunca olvidaremos su caballerosidad y ética, su rechazo a la guerra y su defensa de la paz, su respeto y amistad con el compañero Fidel (Castro) y con ese gran boxeador nacido en Cuba y caribeño que fue Teófilo Stevenson”.
Considerado el boxeador más grande de todos los tiempos, Ali, que nació en 1942 con el nombre de Cassius Clay hasta que se convirtió al Islam, murió el viernes a la edad de 74 años en un hospital de Phoenix (Arizona) a raíz de las complicaciones respiratorias provocadas por su larga batalla contra el mal de Parkinson.
A lo largo de su brillante carrera, además de conquistar el oro olímpico en Roma-1960 y erigirse campeón mundial de los pesos máximos en el profesionalismo, Ali estuvo a punto de enfrentar en la llamada “Pelea del Siglo” al tres veces titular bajo los cinco aros y quien sería su gran amigo, el cubano Stevenson.
Al conocerse su deceso, personalidades de los ámbitos más diversos emitieron desde todos los rincones del mundo mensajes similares evocando la grandeza dentro y fuera de los cuadriláteros del boxeador que “flotaba como una mariposa y picaba como una abeja”, como él mismo se describía.
La Cumbre de la AEC sesionó por tres días en La Habana con la participación de jefes de Estado y Gobierno, cancilleres y representantes de la treintena de países miembros y asociados de la organización regional para debatir temas de interés común.
Espanol Here
Club Pulse in Orlando, Florida, this morning. Photo: Twitter
A CubaNews translation.
Edited by Walter Lippmann.
A man with an assault rifle and a pistol took hostages and shot at close range in a crowded nightclub in Orlando, Florida, killing 50 people and wounding 53 before being shot fatally by police commandos, the mayor reported on Sunday.
“There is blood everywhere,” said Mayor Buddy Dyer at a press conference.
Earlier, U.S. Representative Alan Grayson identified the assailant as Mateen Omar Port St. Lucie, Florida, based on what police sources said.
Police Chief John Mina said the attacker was also carrying some kind of “suspicious device”. He explained that the individual engaged in a shootout with a police officer who was inside the club at about 2 AM and then took hostages.
At about 5 AM, the authorities dispatched a SWAT team to rescue the hostages and the assailant was killed in a firefight with those agents. Mina had initially said said police did not determine the exact death toll, but were “about 20”.
Police commander Danny Banks said at a news conference that authorities are investigating the hypothesis that it could have been an act of domestic or international terrorism, but also that the assailant may have acted on his own. Orange County Police Chief, Jerry Demings, added: “From my point of view, this is an incident of domestic terrorism.”
FBI Special Agent Ron Hopper said that there was no additional threats in Orlando or surrounding areas. When asked if the attacker had any connection with Islamic terrorism, Hopper said, “we have evidence that this individual had leanings towards that.”
Police had earlier reported on Twitter that a “controlled explosion” had taken place, in the Club Pulse, Orlando, a popular nightclub among gays when the event happened. Mina said that it was an explosion detonated by police on purpose to distract the attacker.
A woman, Mina Justice, was outside the club Sunday morning trying to find her son Eddie, 30 years old, who had sent her a text message telling what happened and imploring him to call the police. He told her that he had locked himself in a bathroom with other people and then wrote “Here it comes”.
Justice said: “The last message he wrote was: ‘We have corralled, is in here with us.’ That was the last communication. “
Dozens of police vehicles, including vans of SWAT teams, rushed to the place urgently. At least two police vans were carrying what appeared to be those killed at the event to Orlando Regional Medical Center.
The nightclub, Pulse Orlando, published shortly after 2 am a note on its website saying: “Get out of the Pulse and run”. Just before 6 it made another posting in which it said: “As soon as we get the information we do get. Please keep them all in your prayers as we work in this tragic event. Thank you for your thoughts and your love. “
Police said the local, state and federal authorities are investigating the incident.
Research on the events involved local, state and federal agencies, police said.
The incident occurred after the death Saturday of a 33 year-old singer, Christina Grimmie, who was shot after a concert in Orlando by a 27-year-old from Florida who later committed suicide. Grimmie was a star on YouTube and had participated in the TV show “The Voice”.
Jon Alamo said it was in the back of one of the rooms of the nightclub when a man with a gun entered the front.
“I heard 20, 40, 50 shots,” Alamo said. “The music stopped.”
Another of those present at the disco, Rob Rick, said the incident took place around 2 am, shortly before closing time.
It is believed inside the club there were more than 100 people when the shots were heard. Those present crouched and crawled into the cab of a DJ. They tore down a separation between the area reserved for disco and workers and people could escape through the back of the living area.
(With information from agencies)
12 junio 2016
Club Pulse, en Orlando, Florida, esta madrugada. Foto: Twitter
Un hombre con un fusil de asalto y una pistola tomó rehenes y disparó a mansalva en un abarrotado club nocturno de Orlando, Florida, matando a unas 50 personas e hiriendo a 53 antes de ser abatido fatalmente por comandos policiales, informó el alcalde de la ciudad el domingo.
“Hay sangre por doquier”, expresó el alcalde Buddy Dyer en conferencia de prensa.
Poco antes, el representante Alan Grayson identificó al agresor como Omar Mateen de Port St. Lucie, Florida, con base en lo que le dijeron fuentes policiales.
El jefe policial John Mina dijo que el atacante también portaba algún tipo de “artefacto sospechoso”. Explicó que el individuo se entabló en una balacera con un policía que estaba dentro del club a eso de las 2 de la madrugada y luego se adentró y tomó rehenes.
A eso de las 5 de la mañana las autoridades despacharon un equipo SWAT para rescatar a los rehenes y el agresor murió en una balacera con esos agentes. Mina inicialmente había dicho dijo que la policía no determinó la cifra exacta de muertos, pero que fueron “aproximadamente 20″.
El comandante policial Danny Banks dijo en conferencia de prensa que las autoridades indagan la hipótesis de que pudo haberse tratado de un acto de terrorismo interno o internacional, pero también de que el agresor pudo haber actuado por su cuenta. El jefe policial del condado de Orange, Jerry Demings, agregó: “Desde mi punto de vista, esto se trata de un incidente de terrorismo interno”.
El agente especial del FBI Ron Hopper dijo que ya no había amenazas adicionales en Orlando o sus alrededores. Cuando se le preguntó si el atacante tenía conexión con el terrorismo islámico, Hopper contestó: “tenemos indicios de que ese individuo tenía inclinaciones hacia eso”.
La policía anteriormente había informado en Twitter que había ocurrido “una explosión controlada” en el lugar, el club Pulse Orlando, un centro nocturno popular entre los gays. Mina dijo que ese fue un estallido detonado a propósito por policías para distraer al atacante.
Una mujer, Mina Justice, estaba afuera del club la mañana del domingo tratando de encontrar a su hijo Eddie, de 30 años de edad, quien le había enviado un mensaje de texto narrando lo que sucedía e implorándole que llamara a la policía. Le dijo a ella que se había encerrado en un baño con otras personas y que luego escribió “Ahí viene”.
Justice afirmó: “El último mensaje que escribió fue: ‘Nos tiene acorralados, está aquí adentro con nosotros’. Esa fue la última comunicación”.
Decenas de vehículos policiales, entre ellos camionetas de equipos SWAT, acudieron con urgencia al lugar. Por lo menos dos camionetas de la policía se estaban llevando lo que parecían ser víctimas fatales del suceso al Orlando Regional Medical Center.
La discoteca, Pulse Orlando, publicó poco después de las 2 de la madrugada una nota en su página diciendo: “Salgan de Pulse y corran”. Justo antes de las 6 realizó otra publicación en la que decía: “Tan pronto como tengamos información se las vamos a hacer llegar. Por favor, mantengan a todos en sus oraciones mientras trabajamos en este trágico suceso. Gracias por sus pensamientos y su amor”.
La policía dijo que las autoridades locales, estatales y federales están investigando el incidente.
En la investigación sobre lo sucedido participan agencias locales, estatales y federales, dijo la policía.
El incidente ocurrió después de la muerte el sábado de una cantante de 22 años, Christina Grimmie, que fue baleada tras un concierto en Orlando por un hombre de 27 años de edad de Florida que más tarde se suicidó. Grimmie era una estrella en YouTube y había participado en el programa de televisión “The Voice”.
Jon Alamo dijo que estaba en la parte de atrás de una de las salas del club nocturno cuando un hombre con un arma entró en la parte de delante.
“Escuché 20, 40, 50 tiros”, dijo Alamo. “La música se detuvo”.
Otro de los presentes en la discoteca, Rob Rick, dijo que el incidente tuvo lugar alrededor de las 2 de la madrugada, poco antes de la hora de cierre.
Se cree en el interior del club había más de 100 personas cuando se escucharon los disparos. Los presentes se agacharon y se arrastraron hacia la cabina de un DJ. Derribaron una separación entre la zona de discoteca y un área reservada a trabajadores y la gente pudo escapar por la parte de atrás de la sala.
(Con información de agencias)
By Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/
A CubaNews translation.
Edited by Walter Lippmann.
A US State Department spokesperson repeatedly refused to comment on the momentous political crisis in Brazil during his June 3 press briefing. He gave evidence of the sharp contrast between his long and loquacious criticisms of neighboring Venezuela and Washington’s complicit tolerance of the parliamentary coup in Brazil.
This was reported on the alternative website AlterNet by journalist Zaid Jilani, who actively participated as a reporter in the press conference given on June 3rd by US State Department official spokesperson Mark Toner.
In a dispatch by Jilani, published by digital website The Intercept and other alternative media, it was reported that, when questioned about this sharp contrast, Toner, visibly excited, said: “I don’t have anything to comment about the ongoing political dimensions of the crisis in Brazil.”
The US “hard” foreign policy intends to apply to Venezuela the Inter-American Democratic Charter of the Organization of American States (OAS) imposed by the Washington on the continent following September 11, 2001. It’s goal was to strengthen United States domination in the context of the New York terrorist events used as a pretext for President George W. Bush President George W. Bush ‘s declaration of the “war on terrorism”.
In the case of Brazil, the United States tries to justify the “soft” parliamentary, judicial and media coup d’état against President Dilma Rousseff’s government. Her impeachment’s legitimacy has been rejected by most experts and observers who are not subject to the networks of international corporate media controlled by Washington.
The State Department has been extremely repetitive in its criticism of Venezuela’s progressive government. It accuses that government of applying popular policies contrary to the hegemonic interests of the global corporations. By contrast, it has been silent about the takeover of the government in Brazil by a staunchly right-wing, pro-business government that is making the privatization of state industry a priority.
The debate with Toner at the press conference began when The Intercept journalist (Zaid Jilani) asked Toner why the U.S. has been joining in regional criticisms of Venezuela’s government for its alleged democratic backsliding, but has ignored Brazil’s political crisis, where right-wing lawmakers voted on May 12 to suspend the democratically-elected President from government and to open impeachment proceedings against the head of state.
It was then that veteran Associated Press State Department reporter Matt Lee jumped into the fray, asking if the impeachment of former President Dilma Rousseff was itself “valid.”
Toner continued to dodge, declaring U.S. confidence in Brazilian institutions. “But we’re very concerned about the current development of political events in Venezuela…” he said.
“And why aren’t you very concerned about a similar situation in Brazil?” Lee probed.
“Again — well, look, I’ve said my piece. I mean, I don’t have anything to add,” Toner concluded.
When Pam Dawkins of Voice of America asked about Venezuela and “the state of democracy there” in light of the delay of a proposed recall referendum put forth by the country’s opposition, Toner’s tone changed dramatically. In a response that went on for two full minutes, Toner waxed moralistic, asking Venezuela to respect democratic norms.
“We call on Venezuela’s authorities to allow this referendum to move forward and thus ensure that Venezuelans can exercise their right to participate in this process in keeping with Venezuela’s democratic institutions, practices, and principles consistent with the Inter-American Democratic Charter.”
Lee felt obliged to note again the contrast between Toner’s long critical response about the situation in Venezuela and the two phrases about Brazil “which is a much bigger country and with which you have enjoyed better relations.”
Then another reporter jumped into the fracas, asking Toner if the composition of the new Brazilian cabinet –composed entirely of men, many of them tied to large industries in the country– that replaces the cabinet led by the first female head of state in Brazil’s history raised any concerns.
“Look, guys, I will see if we have anything more to say about the situation in Brazil,” Toner concluded, to get rid of the embarrassing situation in which he had been placed because of the ambivalence of the “two-faced” imperialist foreign policy.
June 11, 2016.
Por Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/
Un portavoz del Departamento de Estado estadounidense se negó reiteradamente a comentar la actual crisis política en Brasil y estableció un inconsecuente contraste entre su larga y mordaz crítica contra el gobierno de Venezuela y la cómplice tolerancia de cara a los “golpistas parlamentarios” en Brasilia.
Así lo reportó en la red alternativa AlterNet el periodista Zaid Jilani, quien participó activamente como reportero en la conferencia de prensa que ofreció el 3 de junio, Mark Toner, funcionario de la cancillería estadounidense y su portavoz oficial.
En un de despacho de Jilani aparecido en la publicación digital The Intercept y otros medios alternativos se cuenta que, cuestionado acerca del agudo contraste en que incurrió, Toner respondió visiblemente excitado: “no tengo nada que comentar sobre las actuales dimensiones políticas de la crisis en Brasil.”
La política exterior “dura” estadounidense pretende aplicar a Venezuela la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA) impuesta por Estados Unidos al continente aquel nefasto 11 de septiembre de 2001, para fortalecer la dominación de Estados Unidos en el contexto de los acontecimientos terroristas en Nueva York que sirvieron de pretexto para la declaración por el presidente George W. Bush de la guerra contra el terrorismo.
En el caso de Brasil, Estados Unidos intenta justificar el golpe “blando” de estado parlamentario, judicial y mediático contra el gobierno de Rousseff, juicio político cuya legitimidad ha sido rechazada por la mayoría de los expertos y observadores no sometida a las redes de la prensa corporativa internacional que controla Washington.
El Departamento de Estado ha sido sumamente reiterativo en sus críticas al gobierno progresista venezolano, al que reprocha aplicar políticas populares contrarias a los intereses hegemónicos de las corporaciones globales, y sin embargo guarda sigilo respecto a la toma del gobierno en Brasil por un régimen pro empresarial, de derecha, incondicional partidario de la privatización de las industrias del estado como una prioridad de gobierno.
El debate con Toner durante la conferencia de prensa comenzó cuando el periodista de Intercept (Zaid Jilani) preguntó a Toner por qué Estados Unidos se había unido a las críticas y amenazas al gobierno de Venezuela por supuestos retrocesos democráticos, en tanto ignora la crisis política de Brasil, donde legisladores de la derecha votaron el 12 de mayo por la separación del gobierno de la Presidenta Dilma Rousseff e iniciaron un proceso de impeachment contra la democráticamente electa Jefa de Estado.
Fue entonces cuando se incorporó a la discusión el veterano reportero de la Associated Press en el Departamento de Estado, Matt Lee, preguntando si la destitución de la ex Presidenta Dilma Rousseff había sido legalmente “válida”.
Toner, desviando el sentido de lo que se debatía, se limitó a reafirmar la confianza de Estados Unidos en las instituciones brasileñas. “Pero estamos muy preocupados por el desarrollo de los acontecimientos políticos en Venezuela…”, dijo..
“¿Y por qué no les preocupa una situación similar en Brasil?”, preguntó Lee. “Bueno, miren, yo he dicho lo mío y no tengo nada más que añadir”, selló Toner. Cuando Pam Dawkins, corresponsal de la Voz de las Américas, preguntó sobre el estado de la democracia en Venezuela “a la luz de la demora en la aprobación de la propuesta del referéndum revocatorio que ha presentado la oposición”, Toner resurgió con una extensa respuesta de corte moralista enfatizando en que Venezuela debía respetar las normas democráticas.
“Hacemos un llamado a las autoridades de Venezuela para que permitan este referéndum y así aseguren que los venezolanos puedan ejercer su derecho a participar en este proceso en consonancia con las instituciones democráticas, las prácticas y los principios conformes con la Carta Democrática Interamericana.”
Lee se sintió obligado a observar una nueva vez el contraste entre la extensa respuesta crítica acerca de la situación en Venezuela y las apenas dos frases sobre Brasil, “que es un país mucho más grande y con el que hemos tenido más amplias relaciones.”
Cuando otro reportero se incluyó en el debate, preguntando a Toner si para él era motivo de preocupación la composición del nuevo gabinete brasileño – integrado enteramente por hombres, muchos de ellos estrechamente vinculados a grandes negocios del país, en reemplazo del gabinete liderado por la primera mujer Jefa de Estado en la historia de Brasil.
“Miren, chicos, tendré que ver si tenemos algo más que decir acerca de la situación en Brasil”, concluyó Toner para liberarse de la embarazosa situación en que se hallaba colocado a causa de la ambivalencia de la política exterior imperialista “a dos velocidades”.
Junio 11 de 2016.
By Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/
A CubaNews translation.
Edited by Walter Lippmann.
Another novelty introduced by the campaign of Democratic Party presidential candidate Bernie Sanders in his bid to win voters for his candidacy is the complaint made about the sad role of candidates and the media interested in sharpening antagonisms between candidates based on purely personal or trivial matters instead of focusing on the real issues of the country.
In a speech he gave in Santa Barbara, California recently, Sanders called on the media to be objective when reporting on his campaign.
“I have a problem with the New York Times, because, from the first day, it has been trying to ignore my campaign and has been very negative toward it.”
“Our campaign is aimed at defeating Secretary Clinton regarding real problems. I want to break up the big banks, she does not. I want to raise the minimum wage to $15 an hour; she wants $12 an hour. I voted against the war in Iraq, she voted for the war in Iraq. I think we should ban fracking, she does not.”
“I think we should establish a tax on coal and aggressively address the problems of climate change, which is not her position. Those are some of the issues for which I am campaigning …”
“The New York Times interviewed a handful of people, made a report and published it on the front page. These are problems to the New York Times but not my campaign.”
Sanders has argued that for the Democrats to win against Trump in November, “they would have to meet the needs of workers, confront Wall Street, confront greedy US corporations, and then also face the communications media.”
Pressed by a reporter for an opinion on the FBI investigation of Hillary Clinton’s email practices when she was Secretary of State, Sanders said that Americans are tired of such issues in the political debate.
“I think the media and candidates need to talk about the reasons that cause the decline of the middle class, and about why we have such high levels of income and wealth inequality.”
Certainly, in California, Sanders addressed very tangible issues such as the rights of agricultural workers, of President Obama’s deportation policy which divides immigrant families, the drought that has lasted for years, and other local issues such as the poisoned groundwater that causes asthma and birth malformations.
As reported by CNN, Sanders was introduced to a crowd in Bakersfield by the son of the popular Chicano farmworkers labor leader Cesar Chavez, who said that, if his father were alive, he would be a follower of Sanders. Right away, other supposed or real relatives of Cesar Chavez appeared to deny this, but Sanders’ campaign did not pay attention to this kind of problem.
Sanders told his supporters in the Central Valley community that there was still much to be done to help agricultural migrant workers. He said he had “no doubt that, just as here in the valley, agricultural workers are exploited throughout the country”.
He asserted that when they are paid very low wages, when they are exposed to pesticides, and when the tap water they get is not drinkable, responsibility lies with the corporations which own the farms and the corporations that buy the products of these farms.
Jeff Weaver, Sanders’ campaign manager, told The [UK] Guardian, one day before the California primary, that he was convinced that the possibilities for the Vermont senator were remarkable, because he had demonstrated his capacity to mobilize the masses in these big events just by his presence, as he did with his surprising victory in the Michigan primary when the polls had placed him ten points behind.
What everyone overlooks is that, although Secretary Clinton obviously has accumulated a substantial advantage, there is an incredible source of support for the senator which has not yet come to light in the process. Senator Sanders’ type of intensive campaign has actually moved many voters, said Weaver.
Even if it does not achieve the ultimate goal of winning the Democratic nomination to the White House for Sanders, his successful and surprising campaign has cast doubt on many myths and taboos about the political thinking of ordinary Americans. In reality, they are products of circumstantial situations that have opened spaces to fascism in the United States and have left deplorable footprints in the history of that great nation.
June 7, 2016.
Por Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/
Otra novedad introducida por la campaña del precandidato presidencial del partido demócrata Bernie Sanders en su puja por ganar votantes para su candidatura es la denuncia que ha hecho acerca del triste papel de los aspirantes y medios más interesados en agudizar los antagonismos entre candidatos en aspectos puramente personales o triviales en vez de centrarse en los problemas reales de la nación. En un discurso que formuló en Santa Barbara, California, Sanders llamó a los medios de prensa a ser objetivos al reportar sobre su campaña. “Tengo un problema con el New York Times, porque desde el primer día ha estado tratando de desentenderse de mi campaña y ha sido muy negativo respecto a ella”.
“Nuestra campaña está dirigida a derrotar a la secretaria Clinton respecto a los problemas reales. Yo quiero destrozar los grandes bancos, ella no. Quiero aumentar el salario mínimo a $15 la hora, ella quiere $12 la hora. He votado contra la guerra en Irak, ella votó por la guerra en Irak. Creo que deberíamos prohibir el fracking, ella no. Pienso que debemos fijar un impuesto sobre la hulla y tratar agresivamente los problemas del cambio climático, lo que no es la posición de ella. Ésos son algunos de los temas por los que estoy haciendo campaña…
El New York Times entrevista a un puñado de personas, hace un reportaje y lo publica en primera plana; esos son problemas para el New York Times pero no los de mi campaña.” Sanders ha sostenido que para que los demócratas puedan ganar contra Trump en noviembre, “tendrían que atender a las necesidades de los trabajadores, enfrentar a Wall Street, enfrentar la codicia de las corporaciones estadounidenses, y luego enfrentar incluso a los medios de comunicación.”
Presionado por un periodista para que opinara sobre la investigación del FBI acerca de las prácticas de correo electrónico de Hilary Clinton cuando era Secretaria de Estado, Sanders opinó que los estadounidenses están cansados de ese tipo de elementos en el debate político. “Creo que los medios de comunicación y los candidatos tienen que hablar sobre las razones que provocan que esté en decadencia la clase media y acerca de por qué tenemos tan grandes niveles de desigualdad del ingreso y la riqueza”.
Ciertamente, en California Sanders ha abordado cuestiones muy tangibles de los derechos de los trabajadores agrícolas, de la política de deportación del Presidente Obama que divide las familias inmigrantes, de la sequía que se sufre hace años y temas locales como los de aguas subterráneas envenenadas que provocan asma y defectos congénitos.
Según informó la CNN, Sanders fue presentado a una multitud en Bakersfield por el yerno del popular líder de los trabajadores agrícolas chicanos Cesar Chávez, quién manifestó que si éste siguiera vivo, sería un seguidor de Sanders. Enseguida aparecieron otros supuestos o verdaderos parientes de Cesar Chávez a negar que tal habría sido la actuación del citado fallecido dirigente de los trabajadores agrícolas, pero la campaña de Sanders no prestó oídos a este tipo de problema.
Sanders dijo a sus partidarios en la comunidad de Valle Central que todavía había mucho por hacer para ayudar a los trabajadores agrícolas migrantes. Manifestó que “no tenía duda alguna de que al igual que aquí en el valle, son explotados los trabajadores agrícolas en todo el país”.
Aseveró que cuando se les pagan salarios muy bajos, cuando son expuestos a pesticidas y el agua que sale de sus llaves no es potable, la responsabilidad recae en las corporaciones que son dueñas de las granjas y las corporaciones que les compran sus productos a esas granjas.
Jeff Weaver, Director de la campaña de Sanders, dijo al diario The Guardian un día antes de las primarias de California que estaba convencido de que las posibilidades que aún tenía el senador de Vermont eran notables, porque él había demostrado capacidad de movilizar a las masas en esos grandes eventos tan solo con su presencia, como lo hizo con su sorpresiva victoria en las primarias de Michigan cuando las encuestas lo situaban detrás por diez puntos. “Lo qué todo el mundo pasa por alto es que, aunque la Secretaria Clinton obviamente ha acumulado una sustancial ventaja, hay una increíble fuente de apoyo para el senador que aún no ha salido a relucir en el proceso. Un tipo de campaña intensiva como la del Senador Sanders realmente mueve muchos votantes, subrayó Weaver.
Aunque no alcanzara el objetivo supremo de llevar a Sanders a la candidatura demócrata para la Casa Blanca, su tan exitosa como sorprendente campaña ha logrado poner en duda muchos mitos y tabúes acerca del pensamiento político del estadounidense común que son en realidad productos de coyunturas circunstanciales que abrieron espacios al fascismo en Estados Unidos y han dejado lamentables huellas en la historia de esa gran nación.
Junio 7 de 2016.
1967: Houston
By Eduardo Galeano
They called him Cassius Clay. He chooses to call himself Muhammad Ali
They made him a Christian. He chooses to make himself a Muslim.
They made him defend himself. No one punches like Ali, so fierce and fast, light tank, bulldozing feather, indestructible possessor of the world crown.
They told him that a good boxer confines his fighting to the ring. He says the real ring is something else, where a triumphant black fights for defeated blacks, for those who eat leftovers in the kitchen.
They advised discretion. From then on he yells.
They tapped his phone. From then on he yells on the phone, too
They put a uniform on him to send him to Vietnam. He pulls it off and yells that he isn’t going, because he has nothing against the Vietnamese, who have don no harm to him or to any other black American
They took away his world title, they stopped him from boxing, they sentenced him to jail and a fine. he yells his thanks for these compliments to his human dignity.
Translation from MEMORY OF FIRE: CENTURY OF THE WIND, by Eduardo Galeano (1988)
EDUARDO GALEANO is a Uruguayan writer and journalist.
He is the author of THE OPEN VEINS OF LATIN AMERICA.
Lo llamaron Cassius Clay: se llama Muhammad Alí, por nombre elegido.
Lo hicieron cristiano: se hace musulmán, por elegida fe.
Lo obligaron a defenderse: pega como nadie, feroz y veloz, tanque liviano, demoledora pluma, indestructible dueño de la corona mundial.
Le dijeron que un buen boxeador deja la bronca en el ring: él dice que el verdadero ring es el otro, donde un negro triunfante pelea por los negros vencidos, por los que comen sobras en la cocina.
Le aconsejaron discreción: desde entonces grita. Le intervinieron el teléfono: desde entonces grita también por teléfono.
Le pusieron uniforme para enviarlo a la guerra de Vietnam: se saca el uniforme y grita que no va, porque no tiene nada contra los vietnamitas, que nada malo le han hecho a él ni a ningún otro negro norteamericano.
Le quitaron el título mundial, le prohibieron boxear, lo condenaron a cárcel y multa: gritando agradece estos elogios a su dignidad humana.
(En Memoria del Fuego III: El Siglo del Viento)
By Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/
A CubaNews translation.
Edited by Walter Lippmann.
When they talk to Cubans today about the benefits of capitalism and plans are drawn to aid them in the transition to that socio-economic order, they are assuming Cuban citizens suffer from a historical amnesia against which they are vaccinated.
At the birth of the twentieth century, Cuba began a direct transition from its colonial condition to a neo-colonial situation in which all consciousness-forming factors –including education, the media and entertainment– pointed to the model of a capitalist nation with the US consumer society as a paradigm.
Deeply divided internally –on the basis of race, gender, income, political parties and other factors– everything took shape according to the dominating interests of the powerful neighbor.
Governments were elected following nominations by political parties representing different sectors of the bourgeoisie, almost all depending on their ties with the United States.
Cuba’s elections were tragi-comic spectacles, initiated with promises and advertisements escalating to blackmail, bribery, scams, fraud and embezzlement. These were occasionally interrupted by cycles of violence that could include US interventions, coups d’état and repression with torture and murders. There would be the corresponding responses of rebellion; until the start of a new cycle… similar to the one before.
The recent restoration of diplomatic relations between the United States and Cuba ended a fierce asymmetric war between two neighboring countries, with a clear victory by resistance of the Caribbean nation. Cuba had endured the violent hostility of the only global superpower for over half a century: the richest and technologically most developed country of the present. The US was determined to reverse the course of Cuba’s history of revolutionary struggles for national independence which had begun in 1868 and peaked in 1959.
Cuban historian and sociologist Fernando Martinez Heredia, in a recent work on the 55th anniversary of the proclamation of the socialist character of the Cuban Revolution, explained:
“At the onset of the second great revolutionary wave of the twentieth century –whose center was in the Third World but which included a cycle of large protests in many countries of the so-called developed world– Capitalism, to go on the offensive and reverse the situation, appealed to such manipulations as weakening the institutions and coordination initiatives that could serve the Third World. It waged “low intensity wars”; increasing conservative practices and political rhetoric, waving flags such as that of human rights, and launching campaigns such as the supposed struggle against drug trafficking and corruption … “.
The powerful US media machine has tried to hijack such words as “democracy” and “freedom“, which expressed the objectives of their struggles, from the peoples fighting for their second and true independence in Latin America. The US media put these words precisely into service to interests more in conflict with the semantic and true value of these terms.
“Cuba is entering a stage in which the great dilemma is to develop socialism or return to capitalism,” says Martinez Heredia. “What is being waged is not a cultural struggle between neo-liberalism and state economy. It is between a socialism, that will have to transform itself and become even more socialist or perish, and a capitalism that has opted to accumulate more and more social force by conquering society through make-believe and by getting Cubans get used to capitalist deeds, relationships and social consciousness.”
“Capitalism continues to exist, and not passively. It is always attacking –sharply or chronically. It will attack mainly by entering, returning, reliving, soaking, infecting the institutions, groups and individuals who want the new and socialist.”
In the battle between these two ways of living, that of capitalism has been receiving many reinforcements in recent times. Its main battlefield is in everyday life: social relationships, the growth and expansion of private businesses and their constellations of economic and social relations, ideas and feelings.
“The current US strategy toward Cuba will deploy a good number of soft and intelligent resources as modern “fool-catchers” in the 21st Century war. They will attempt to erase all of Cuba’s greatness and reduce the country to the nostalgia for “the good old days” before the rule of rabble and the Castros.”‘
“This is the enemy that Cubans now have to fight. An enemy that is trying to seduce Cuba to regain the control it had on the island. It will attempt to do this by means of a cultural war after the resounding failure of the genocidal blockade it still clings to,” says Fernando Martinez Heredia.
June 3, 2016.
Por Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/
Cuando a los cubanos se les habla hoy de las bondades del capitalismo y se les trazan planes de ayuda para la transición a ese orden socio-económico, se está suponiendo en sus ciudadanos una amnesia histórica contra la cual están vacunados.
Con el nacimiento del siglo XX, Cuba inició el tránsito directo de una condición colonial a una situación neocolonial en la que todos los factores formadores de conciencia, incluyendo la enseñanza, la prensa y los entretenimientos, enfilaban hacia un modelo de nación capitalista, con la sociedad de consumo estadounidense como paradigma. Profundamente dividida en lo interno por razones de raza, género, ingreso económico, partidos políticos y demás factores, todo se conformaba con los intereses de dominación del poderoso vecino.
Los gobiernos eran electos según propuestas de candidaturas de los diferentes partidos políticos representantes de sectores de la burguesía dependientes casi todos de sus vínculos con Estados Unidos. Los comicios eran espectáculos tragicómicos iniciados con etapas de promesas, pasquines, chantajes, sobornos, estafas, fraudes y malversaciones, interrumpidos en ocasiones por ciclos de violencia que podían incluir intervenciones estadounidenses, golpes de estado y represión con asesinatos y torturas… y sus respuestas correspondientes de rebeldía, hasta llegar al inicio de un nuevo ciclo parecido al anterior.
El restablecimiento reciente de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba puso fin a una feroz guerra asimétrica entre dos países vecinos, con una clara victoria por resistencia de la nación caribeña, que soportó durante más de medio siglo la violenta hostilidad de la única superpotencia global -el país más rico y desarrollado
tecnológicamente de la época actual-, empeñado en invertir el curso de su historia de luchas revolucionarias por la independencia nacional iniciada en 1868 y culminada en 1959.
Como explicara el historiador y sociólogo cubano Fernando Martínez Heredia, en un reciente panel por el 55º aniversario de la
proclamación del carácter socialista de la revolución cubana: “Al inicio de la segunda gran ola revolucionaria del siglo XX – que tuvo su centro en el llamado Tercer Mundo pero incluyó un ciclo de grandes protestas en muchos países de los llamados desarrollados- el capitalismo apeló, para pasar a la ofensiva y revertir la situación, a manipulaciones tales como: debilitar las instituciones y
coordinaciones que pudieran servir al Tercer Mundo; librar guerras “de baja intensidad”; conservatizar en alto grado las prácticas y el lenguaje políticos; apoderarse de banderas tales como la de los derechos humanos y lanzar campañas como las supuestas luchas contra el narcotráfico y la corrupción…”.
La poderosa maquinaria mediática de Estados Unidos logró escamotear a los pueblos en lucha por su segunda y verdadera independencia en Latinoamérica vocablos tan expresivos de sus objetivos de combate como “democracia” y “libertad” para ponerlos en uso al servicio
precisamente de los intereses más encontrados con el valor semántico y efectivo de esos términos.
“Cuba está entrando en una etapa en la que el gran dilema es desarrollar el socialismo o volver al capitalismo”, advierte Martínez Heredia. “No es una pugna cultural entre el neoliberalismo y la economía estatal lo que se está librando: es entre un socialismo que tendrá que transformarse y ser cada vez más socialista o perecerá, y un capitalismo que ha apostado a acumular cada vez más fuerza social, ir conquistando a la sociedad con sus ilusiones y hacer que se vayan acostumbrando los cubanos a sus hechos, sus relaciones y su conciencia social”.
“El capitalismo sigue existiendo, y no de modo inerte, sino atacando siempre, de manera aguda o crónica, pero también y sobre todo ingresando, retornando, reviviendo, empapando, contagiando las instituciones y las actitudes individuales y de grupos de la sociedad que la quieren nueva y socialista”.
En la batalla entre esas dos maneras de vivir, la del capitalismo ha estado recibiendo muchos refuerzos en la época reciente… Su campo de batalla principal está en la vida cotidiana, las relaciones sociales, el aumento y la expansión de los negocios privados y sus
constelaciones de relaciones económicas y sociales, las ideas y los sentimientos que se consumen.
“La estrategia actual de Estados Unidos contra Cuba deparará un buen número de recursos suaves e inteligentes, cual modernos cazabobos de la guerra del siglo XXI. Pretenden borrar toda la grandeza cubana y reducir al país a la nostalgia de “los buenos tiempos”, antes de que imperaran la chusma y los castristas”.
Es este el enemigo que ahora toca a los cubanos rechazar, el que intenta seducir a Cuba para recuperar el dominio que tuvo sobre la isla por medio de una guerra cultural tras el rotundo fracaso del bloqueo genocida al que aún se aferra, advierte Fernando Martínez Heredia.
Junio 3 de 2016.
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