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The People of the USA Will Have the Final Word
By Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/
A CubaNews translation.
Edited by Walter Lippmann.
It has been repeatedly said that the American people are the only ones who could perform the Herculean task of bringing down the most powerful and bloodthirsty empire ever known to humankind. Humanity anxiously hopes to see the US people act, and will provide the solidarity they would have earned.
The frequent US asymmetric wars against countries incomparably poorer and militarily weaker than the only superpower have awakened the humanitarian consciousness of many Americans who have strongly demonstrated solidarity with these abused peoples.
The continuous embarrassing exposure of prisoners’ human rights violations – including torture and serious indignities– in US public or secret prisons scattered around the world, have awakened the awareness of millions of Americans who condemn such injustice.
However, as a result of the manipulation and deceit they are subjected to in their religious faith, or the naivete that for years has been instilled by the media dominated by corporate and banking elites, Americans have been impregnated –for more than a century– with the influence of a neo-conservative policy with fundamentalist traits that today some consider their national feature.
After the collapse of the USSR and the European socialist bloc –which meant the end of the Cold War– the US government intensified its economic war against Cuba, a country that had remained as a thorn in the throat of imperialism.
With new laws, there was a better definition of the set of tools aimed at the economic and financial drowning of the island. There were also other measures whose goal was to “cause shortages, suffering, and the overthrow of the Cuban government” –as originally defined, more than half a century ago, by the objectives of the US blockade, euphemistically called an “embargo”.
Fidel Castro, called on the Cuban people to “tighten their belts” and prepare for shortages and greater sacrifices. Cubans responded by closing ranks around the leader of the Revolution. The results of their heroic resistance can be seen today. Reason, justice, and patriotism were victorious. The internationalist solidarity of countless people around the world who stimulated the success of the Cubans with their sincere help has also been victorious.
A uni-polar world followed the end of the Cold War. A single superpower tries to impose its selfish interests on the rest of the planet. The neoliberal globalization imposed on the world’s peoples, with its consequences of hunger, disease, illiteracy, environmental degradation, discrimination, and many other ills of humanity. This proves that it is not geographical fatalism, or an alleged racial inferiority, but the very essence of the bourgeois order that determines these evils in human societies.
Neo-liberalism, the order which the North spreads, imposes on the South, and recommends itself as a panacea for all the misfortunes of humankind that which is precisely the basic cause of the great evil and cruel abandonment suffered by the peoples living in the poor countries, and the poor who live in the rich countries.
Neoliberal capitalism, with its praise and proclamation of the market –not the human being– as the absolute axis for the functioning of society, has increased poverty and expanded inequalities on a universal scale. Constantly generating crises, the capitalist order tries to ignore the asymmetries it causes, and always manages to unload its effects on the humble people of the planet.
The capitalist system of relations, instead of calling for cooperation and solidarity, calls for competition, selfishness and the law of the richest.
With Bernie Sanders’ campaign for nomination as Democratic Party candidate in the United States presidential election, Americans have begun to hear about many things that were not mentioned in the recent past.
Sanders offers to end nearly four decades of neo-liberal policies. He condemns Wall Street greed, the corruption of the electoral and political systems, and the stealing of the futures of young people and American workers. He recalls the glorious struggles for equality, civil and labor rights, and the rights of immigrants.
These are things not heard in the United States for a long time. Let’s hope they are a prelude to a change that only the US people can promote.
April 26, 2016.
Los Propios Estadounidenses Tendrán La Palabra
Por Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/
El pueblo de Estados Unidos -se ha dicho muchas veces- es el único que podría llevar a cabo la titánica hazaña de hacer caer al imperio más poderoso y sanguinario que haya conocido la humanidad, que espera ansiosa ver a ese pueblo actuar para ofrecerle la solidaridad a que se hará acreedor.
Las frecuentes guerras asimétricas de Estados Unidos contra países incomparablemente mucho más pobres y militarmente débiles que la superpotencia única, despertaron la conciencia humanitaria de muchos estadounidenses que se ha manifestado enérgicamente en solidaridad con estos pueblos abusados.
La continuada exposición de vergonzosas violaciones de los derechos humanos de prisioneros, incluyendo torturas y gravísimos vejámenes en cárceles públicas o clandestinas estadounidenses diseminadas por el mundo, despertaron la conciencia de millones de estadounidenses que condenaron tales injusticias.
Sin embargo, como resultado de la manipulación y el engaño a que han estado sometidos en su fe religiosa o por la ingenuidad que durante años han inculcado en el ciudadano común de ese país los medios de publicidad y de prensa dominados por la élite corporativa y bancaria, los estadounidenses han sido sometidos durante más de un siglo al influjo de una orientación política neoconservadora con proyecciones fundamentalistas, que algunos consideran hoy su característica nacional.
Tras el derrumbe de la URSS y el bloque socialista europeo, que significó el fin de la Guerra Fría, el gobierno de Estados Unidos intensificó su guerra económica contra Cuba, que quedó como una espina en la garganta del imperialismo.
Con nuevas leyes, la codificación del conjunto de instrumentos destinados a ahogar económicamente a la isla y otras medidas dirigidas a “provocar escaseces, sufrimientos y el derrocamiento del gobierno cubano” según fueron definidos originalmente, más de medio siglo antes, los objetivos del bloqueo que Estados Unidos eufemísticamente llama “embargo”.
Fidel Castro, llamó al pueblo a “apretarse los cinturones” y prepararse para carencias y sacrificios mayores. Los cubanos respondieron cerrando filas en torno al líder de la Revolución y ya se han podido ver los resultados de la heroica resistencia. Triunfó la razón, la justicia, el patriotismo. Venció también la solidaridad internacionalista de innumerables personas en todo el mundo que han estimulado la proeza de los cubanos con su ayuda sincera y, por ello, son también dueños del éxito.
El mundo unipolar que siguió al fin de la Guerra Fría, con una única superpotencia que imponiendo sus egoístas intereses al resto del planeta y la globalización neoliberal impuesta a los pueblos, con su secuela de hambre, enfermedades, analfabetismo, degradación ambiental, discriminación, y tantos otros males que sufre la humanidad, puso de manifiesto que no es el fatalismo geográfico, ni una supuesta inferioridad racial, sino la esencia misma del orden burgués lo que determina estos males en las sociedades humanas.
El neoliberalismo, ordenamiento que el Norte disemina, impone en el Sur y recomienda como panacea para todas las desventuras de la humanidad, es precisamente la causa fundamental de los grandes males y los crueles desamparos en que viven los pueblos de los países pobres y los pobres en los países ricos.
El capitalismo neoliberal, con su proclamación del mercado y no del ser humano como eje absoluto del funcionamiento de la sociedad, ha multiplicado la miseria y ampliado las desigualdades a escala universal. Generador constante de crisis, el orden capitalista pretende ignorar que son las asimetrías las que las provocan y se las arregla siempre para descargar sus efectos en las personas humildes del planeta.
El sistema capitalista de relaciones, en vez de convocar a la cooperación y la solidaridad, llama a la competencia, el egoísmo y la ley del más rico.
Con la campaña de Bernie Sanders por lograr incluirse como candidato del partido demócrata en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, los estadounidenses han comenzado a oír hablar de muchas cosas que no se mencionaban en el pasado reciente.
Sanders ofrece poner fin a casi cuatro décadas de políticas neoliberales. Condena la avaricia de Wall Street, la corrupción del sistema electoral y político, y el robo del futuro de los jóvenes y de los trabajadores estadounidenses. Recuerda las gloriosas luchas por la igualdad, los derechos civiles y por los derechos laborales y de los inmigrantes.
Son cosas que no se escuchaban hace mucho tiempo en Estados Unidos y que ojalá fueran la antesala de un cambio que solo a los estadounidenses corresponde promover.
Abril 28 de 2016.
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