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THE BIG AND SMALL LIES
By Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/
A CubaNews translation.
Edited by Walter Lippmann.
Any reasonably sane person would assume that after the recent public acknowledgment by US President Barack Obama of the foreign policy errors that are implicit, and even explicit, in his efforts to normalize political relations with Cuba, there would be a process of apologies and explanations for the big and small lies that the immense defamation apparatus of Washington has spread about Cuba around the world, trying to justify its economic, commercial and financial blockade against the rebel island.
Even in the simplest parts of the propaganda war against Cuba, we find evidence of the lies with which the smear campaign has sought to support its purposes –to the embarrassment of honest Americans who are becoming aware of the truth- as the curtain is drawn aside as a result of the timid measures that the White House has taken citing legal incapacity to eliminate the shameful blockade.
An example of this is provided by José Manzaneda, site coordinator of Cubainformación that originates in Spain and is dedicated to promoting solidarity with the island on the Internet. Manzaneda recalls one of the many deceitful facets of the propaganda campaign against Cuba that somehow now clashes with the truth.
Cuba has rock bands in all genres –from heavy metal to hardcore, death metal, alternative rock and punk. The Caribbean country hosts local and international groups that take part in thirteen festivals of rock music (Caimán Rock, Brutal Fest, Festival Metal HG among them) and has a unique experience in the world: a state-owned Cuban Rock Agency devoted to the promotion, distribution and hiring of rock bands. Despite this, during the recent Havana concert by the English band the Rolling Stones, the US-financed media from around the world devoted extensive space to promote their stale falsehoods against Cuba.
Manzaneda notes that Spanish channel La Sexta, in its coverage of the Stones’ artistic visit, said “Cuba has vibrated to the sound of those “Satanic Majesties” (…) and showed their trademark tongue after 40 years of rock censorship in the island “.
Another Spanish channel, Cuatro, repeated the same nonsense about the alleged “censorship” that Cuba applied to the music of the British band “whose music had been banned in Cuba until now”.
The same lie was repeated by Antena 3, another Spanish channel: “The Rolling Stones displayed their energy in the same island where their sound was banned until recently.”
Other media did not go that far but repeated over and over the same message: not now, but for decades the Cuban Revolution “censured”, “discriminated” or “banned” rock “.
Meanwhile, the international corporate media insisted on another message openly more counterrevolutionary: the concert was due to a supposed transition, an opening, or even a political “spring” in Cuba. “A concert that marked the cultural opening of Cuba,” said Deutsche Welle TV). “A historic event that shows the opening of Cuba to the West –that albeit slow, is already unstoppable.” (Cuatro TV).
In almost all news reports, this great concert was linked to the absurd events and incomprehension towards rock that occurred in Cuba in the 60s. But the reality is that if the Rolling Stones and other big bands did not act earlier on the island it was not due to obstacles from Cuba other than economic. There were big free concerts in Havana, like the Manic Street Preachers in 2001 and Audioslave in 2005. All of these, as with the Stones now, were funded by the artists themselves.
Manzaneda recalls: “It is not Cuba that has made a cultural opening to the world. What has really changed is that the US government and its accompanying media have modified their policy of aggression against Cuba. And now, for a band like the Rolling
Stones, performing on the island they are no longer at high risk of reprisals and
smear campaigns; but rather the opposite.”
It is true that in the early years of the Revolution, and until the mid 70s, rock and English language were not broadcast by Cuban radio stations as part of an inexperienced and naive defensive reaction against the huge cultural aggression promoted and financed by the United States.
In those years, Cubans certainly committed many errors of this type, including their dislike of persons that were then, and remain today, idols of US American youth, who were inspired precisely by the ideals and struggles of Cuban youth and their leaders, such as Fidel Castro and Che Guevara.
April 22, 2016.
SIN OLVIDAR LAS GRANDES Y PEQUEÑAS MENTIRAS
Por Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/
Cualquier persona medianamente sensata podría suponer que, tras el reciente reconocimiento público por el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de los errores de su política exterior que están implícitos, e incluso explícitos, en su propósito de normalizar las relaciones políticas con Cuba, ocurriría un proceso de disculpas y justificaciones por las grandes y pequeñas mentiras que sobre Cuba ha difundido por el mundo el inmenso aparato de difamación de Washington, pretendiendo justificar su bloqueo económico, comercial y financiero contra la isla rebelde.
Hasta en las más simples piezas de la guerra propagandística contra Cuba hallamos elementos demostrativos de las falsedades con que la campaña de infundios ha pretendido fundamentar sus propósitos, para vergüenza de los estadounidenses honestos que se van enterando de las verdades a medida que se descorre el telón por efecto de tímidas medidas que la Casa Blanca ha tomado, alegando incapacidad jurídica para eliminar el bochornoso bloqueo.
Un ejemplo de ello lo ofrece José Manzaneda, coordinador del sitio “Cubainformación” originado en España, dedicado al fomento en Internet de la solidaridad con la isla, quien recuerda una de las muchas facetas embusteras de la campaña propagandista contra Cuba que de alguna forma choca ahora con la verdad.
Habiendo en Cuba bandas de rock en todos sus géneros -desde el heavy metal al hardcore, pasando por el death metal, el rock alternativo y el punk- y siendo el país caribeño sede de agrupaciones locales e internacionales que participan en trece festivales de este tipo de música (Caimán Rock, el Brutal Fest, Festival Metal HG, entre ellos) y donde existe, como experiencia única en el mundo, una Agencia Cubana del Rock, de propiedad estatal, dedicada a promover la distribución y contratación de bandas de rock, — durante el reciente concierto en La Habana de la banda inglesa de los Rolling Stones, la prensa financiada desde Estados Unidos en todo el mundo dedicó extensos espacios a su pretensión de justificar sus añejas falsedades contra Cuba.
Manzaneda hace notar que en el canal español La Sexta, en su cobertura sobre esa visita artística, dijo que “Cuba ha vibrado al son de esas “satánicas majestades” (…) enseñando su característica lengua por esos 40 años de censura del rock en la Isla”.
Otro canal español, el Cuatro, repetía este mismo disparate, refiriéndolo a la supuesta “censura” que Cuba aplicaba a la música de la banda británica “cuya música había estado prohibida en Cuba hasta ahora”.
La misma mentira repetía Antena 3, otro canal español: “Los Rolling Stones desplegaron su energía en la misma Isla donde sus acordes estaban prohibidos hasta hace poco”.
Otros medios no llegaban a tanto pero “repetían, con precisión machacona, un mismo mensaje: ahora no, pero hace décadas la Revolución cubana “censuró”, “discriminó” o “prohibió” el rock”.
Al mismo tiempo, los medios corporativos internacionales insistían en otro mensaje más directamente contrarrevolucionario: el concierto se debió a una supuesta transición, una apertura o incluso a una primavera política en Cuba. “Un concierto que marcó la apertura cultural de Cuba”, decía Deutsche Welle TV). “Un evento histórico que demuestra que la apertura de Cuba hacia Occidente, aunque lenta, es ya imparable” (Cuatro TV).
En casi todas las noticias se asocia este gran concierto con los absurdos e incomprensiones hacia el rock que ocurrieron en los años 60 en Cuba. Pero la realidad es que si los Rolling Stones y otras grandes bandas no actuaban antes en la Isla no era por obstáculos desde Cuba que no fueran los económicos. Hubo grandes conciertos gratuitos en La Habana, como el de Manic Street Preachers en 2001 y el de Audioslave en 2005. Todos, como ahora el de los Stones, han sido costeados por los artistas.
Manzaneda recuerda: “No es Cuba la que realiza una apertura cultural al mundo. Lo que ha cambiado realmente es que el Gobierno de Estados Unidos y los medios de comunicación que le acompañan han relajado su agresión política a Cuba. Y ahora, para una banda como los Rolling Stones actuar en la Isla ya no supone un alto riesgo de represalias y campañas de desprestigio. Sino más bien todo lo contrario”.
Es cierto que en los primeros años de la Revolución y hasta mediados de la década de los 70, el rock en idioma inglés no era programado en las emisoras de radio cubanas como parte de una reacción defensiva inexperta e ingenua ante la magnitud de la agresión cultural promovida y financiada por Estados Unidos.
En aquel período los cubanos ciertamente cometieron no pocos errores de este carácter, incluyendo su ojeriza ante figuras que constituían entonces, y siguen siendo hoy, ídolos de la juventud norteamericana que se inspiraron precisamente en los ideales y las luchas de la juventud cubana y en sus líderes, como Fidel Castro y Che Guevara.
Abril 22 de 2016.
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