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CUBA-USA: THE WHITE HOUSE TALKS ABOUT OBAMA’S CUBA TRIP AGAIN
By: Dr. Néstor García Iturbe.
January 4, 2016
A CubaNews translation.
Edited by Walter Lippmann.
On December 26, from Honolulu, where the Nobel Peace Prize-awarded President was spending his Christmas holidays, Deputy National Security Advisor Ben Rhodes told reporters that Obama’s trip to Cuba would be decided in a couple of months.
He further said that it would be at a time when the relationship process was irreversible; when they considered Cuba had improved in the treatment of human rights and when “the communist country” allowed private companies to do business.
He added that Cuba had to give its citizens greater access to information and the Internet.
The key issue determining whether or not Obama would travel to Cuba –according to Rhodes– is whether his trip would help improve these points.
We recall that one of Obama’s statements –when the speculation about the trip began– was that he would meet in Cuba with those who have expressed their opposition to the Revolution and are fighting for freedom of expression.
The US media considers that this would be a historic journey that could serve to pressure Cuba to make reforms (Reuters, article by Jeff Mason, Edited by W Simon.) Remember that: pressure Cuba.
Surely the announcement of the trip was made by the Deputy National Security Deputy because this is not just any ordinary visit: this is a visit to the only country officially declared ENEMY of the United States after Obama signed a presidential proclamation in which Cuba was included under the Trading with the Enemy Act.
It is clear that Cuba –with its position in the international arena, particularly in Latin America– is endangering the national security of the United States, which is governed by the Monroe Doctrine.
Mr. Ben Rhodes expressed some ideas –I don’t know if they are his own– that indicate total ignorance of the situation in Cuba; the state of relations between the two countries and international norms for the establishment of diplomatic relations.
He argues that the visit of the Nobel Peace Prize-winning President will be made at a time in which they consider the process of re-establishment of relations is irreversible. Perhaps this advisor has not read the speeches of our President Raul Castro who has explained that this process has two stages: restoration and normalization. We are in the first stage; the second has not yet begun.
Moreover, whether the process is irreversible –or not– will be decided by the outcome of the US presidential elections, because some of the presidential candidates have argued that if they win they will break diplomatic relations with Cuba. Cuba’s interests must also be taken into consideration when discussing this matter.
What could Mr. Rhodes advise Obama to help the process be irreversible, if that is really what he wants?
Primarily, he should advise Obama to consider the points Cuba raised to begin the process of normalization. The chief executive has powers that he has not used to reduce the blockade to a minimum, should Congress refuse to lift it.
The president could instruct the agencies under his command to suspend all actions representing interference in the internal affairs of Cuba. He could prevent giving more funds than those authorized for the State Department to sponsor the opposition in Cuba. He could order the Office of Broadcasting for Cuba to shut down Radio and TV Marti. He could order USAID to stop the recruitment of journalists, as contractors, to travel to Cuba and contact opponents of the Revolution.
If, in compliance with US laws, it is required to fine a bank or a financial company for doing business with Cuba, he could instruct that the fine not be hundreds of millions of dollars. The law could be enforced with a much smaller fine, if Obama so ordered it.
He could also submit for Congressional approval, the annulment of the Treaty of Relations between the Republic of Cuba and the United States of America, signed in Washington on 29 May 1934, which confirmed the presence of the United States Naval Base in Guantanamo, as first agreed in the Treaty of 1903.
In a recent article, I suggested other conditions to be met by the Nobel Peace Prize-winning President to be welcomed in Cuba –if not as a friend at least as a neighbor. I will not repeat them here.
Apart from all the above, it is not enough that Obama deems his visit to Cuba beneficial for the United States, it is also essential that Cuba deems inviting him beneficial.
CUBA.- EU.- LA CASA BLANCA HABLA NUEVAMENTE DEL VIAJE DE OBAMA A CUBA.
Por: Dr. Néstor García Iturbe.
4 de enero del 2016
El día 26 de diciembre, desde Honolulu, donde el Premio Nobel de la Paz estaba pasando sus vacaciones navideñas, el Asesor Asistente para la Seguridad Nacional, Ben Rhodes, informó a la prensa que el viaje de Obama a Cuba sería decidido en un par de meses.
Planteó además, que sería en un momento en que el proceso de relaciones fuera irreversible, cuando se considere que Cuba ha mejorado en el tratamiento de los derechos humanos, que lo que el calificó como “el país comunista” permita a empresas privadas hacer negocios.
Planteó también que Cuba tenía que dar a sus ciudadanos más acceso a información y a INTERNET.
El punto crucial para determinar si Obama viaja o no a Cuba, según Rhodes, será, si su viaje ayudará a que mejoren estos asuntos.
Recordamos que uno de los planteamientos de Obama cuando se comenzó a especular sobre el viaje , fue que se reuniría en Cuba con los que han planteado su oposición a la Revolución y luchan por la libertad de expresión.
La prensa estadounidenses considera que será un viaje histórico y que servirá para presionar en función de que Cuba realice reformas (Reuters,artículo de Jeff Mason, Editado por W Simon.) Recuerden eso, presionar a Cuba.
Seguramente el anuncio del viaje lo realiza el Asesor Asistente para la Seguridad Nacional, porque este no es un viaje cualquiera, es un viaje al único país declarado ENEMIGO de Estados Unidos oficialmente, después que Obama firmó la proclama presidencial donde nos incluyo en la Ley de Comercio con el Enemigo.
Es evidente que Cuba, con su postura en el campo internacional y en particular en América Latina, está poniendo en peligro la Seguridad Nacional de Estados Unidos, que se rige por la Doctrina Monroe.
El señor Ben Rohdes expresó algunas ideas que desconozco si son de su cosecha, pero que indican un total desconocimiento de la situación en Cuba, el estado de las relaciones entre los dos países y de las Normas Internacionales para el establecimiento de Relaciones Diplomáticas.
Plantea que el viaje del Premio Nobel de la Paz se efectuará en un momento, en que se considere el proceso de relaciones sea irreversible. Quizás este señor no ha leído los discursos de nuestro Presidente Raul Castro donde se explica que ese proceso tiene dos etapas, el restablecimiento y la normalización. Estamos en la primera, todavía no ha comenzado la segunda.
Por otra parte, si el `proceso es irreversible o no, se decidirá con el resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses, pues algunos de los aspirantes a la presidencia han planteado que de ganar estas, romperán relaciones diplomáticas con Cuba. También el interés de Cuba debe ser tomado en consideración cuando se habla de este asunto.
¿Qué pudiera aconsejar a Obama el señor Rohdes para dificultar que el proceso sea reversible, si esa es realmente su intención.?
Principalmente debería aconsejar a Obama que cumpla con lo planteado por Cuba para el inicio del proceso de normalización. El ejecutivo tiene potestades que no ha utilizado para llevar el bloqueo a su mínima expresión, en caso de que el Congreso lo mantenga.
El presidente puede orientar a las agencias que reciben órdenes suyas, suspender todo tipo de acción que implique una injerencia en los asuntos internos de Cuba. Que no se entreguen más fondos de los que tiene autorizado el Departamento de Estado para sufragar la oposición en Cuba. Ordenar a la Oficina de Transmisiones para Cuba, el cierre de Radio y Televisión Martí. Ordenar a la USAID que no lleve adelante el reclutamiento de periodistas, como contratistas, para viajar a Cuba y contactar personas desafectas con la Revolución.
Si de acuerdo con las layes establecidas se requiere multar algún banco u empresa financiera por realizar transacciones con Cuba, que la multa no sea de cientos de millones de dólares. La ley se puede cumplir, si Obama lo ordena, con una multa muchísimo menor.
Elevar al Congreso, para su aprobación, la anulación del Tratado de Relaciones entre la República de Cuba y los Estados Unidos de América, firmado en Washington el 29 de mayo de 1934, el cual ratificó la presencia de Estados Unidos en la Base Naval de Guantánamo, recogida en el Tratado de 1903.
En artículo reciente, planteamos otras condiciones que debían cumplirse para que el Premio Nobel de la Paz fuera recibido en Cuba, si no como un amigo, al menos como un vecino. No voy a repetir estas.
Además de todo eso, no es suficiente que Obama considere beneficioso para Estados Unidos el viajar a Cuba, es también imprescindible que Cuba considere beneficioso invitarlo.