LA ECONOMÍA INFORMAL
Los cubanos son muy ingeniosos. Han tenido que sobrevivir 40 años de bloqueo de los EEUU y el colapso de su economía cuando desapareció la URSS. La actividad económica privada, con licencia y sin ella, ha crecido significativamente. Independiente de los trabajos regulares en los sectores de pesos y dólares, la necesidad, la escasez y las restricciones de la actividad económica privada han generado un sector informal importante en la vida económica. El término “mercado negro” no se usa. El “sector informal” como un elemento de la economía se reconoce explícitamente.
El pago de impuestos es una experiencia nueva para los cubanos en los años recientes. Algunos que tienen trabajos donde les pagan con cheques, generalmente prefieren que les paguen en efectivo para que no quede constancia en papeles. De ese modo algunos esperan evitar tener que pagar impuestos. Sí, eso significa que no hay inspectores del gobierno cuya tarea es detectar a las personas que evaden el pago de impuestos. Los trabajadores por cuenta propia deben llenar una declaración anual de ingresos. Al igual que sucede en todas partes del mundo, no hay mucho entusiasmo por pagar impuestos, pero las autoridades cubanas dicen que el cumplimiento de las leyes impositivas es alto. Esto suena bastante esperanzador.
El alquiler informal de videos está muy extendido. Legalmente se hace en tiendas estatales donde el alquiler es de $1.00 USD por día. Mediante un sistema informal de bancos de video, los cubanos que tienen reproductoras de video (VCRs) pueden alquilar videos por 5 pesos (25 centavos de dólar US) por noche. Las películas las obtienen personas que poseen antenas de satélite. Los operadores de bancos de video pueden ser multados o les pueden confiscar sus videos si los cogen, pero no he sabido de ningún caso. Conocí a uno de ellos que tenía cientos de videos con etiquetas hechas a mano. Sus registros eran también a mano en una libreta. Su inventario estaba compuesto mayormente por películas de Hollywood y nada de pornografía. Los platos-antena para señal de satélite son un asunto diferente. Al igual que en Irán, algunas personas burlan la ley y existe un comercio informal de venta, instalación y configuración ilegal de antenas para señal de satélites.
La copia y venta de CD´s pirateados parece ser también un tremendo negocio. Conocí a un hombre, administrador de una preciosa librería moderna, con aire acondicionado y empleados que también lleva paralelamente un negocio de copia y venta de CD´s a $5.00 cada uno. Yo no sé cuánto tiene que pagar por los CD´s en blanco, pero si es como en los EEUU donde cuestan a $1.00, su margen de ganancia es bastante grande. Me dijo que un amigo europeo le había dado el quemador de CD´s. Como los quemadores cuestan alrededor de $300.00 debe haber sido un gran amigo sin lugar a dudas. Conocí a otro hombre que también se buscaba dinero de esa forma.
Una de las camas hecha de madera en el lugar donde me hospedaba había comenzado a romperse debido a que estaba llena de comején. Un carpintero local, que antes de su jubilación había sido maestro de matemáticas, hizo a mano una cama nueva a partir de pedacitos de madera abandonada que había ido encontrando. Era la cama más cómoda de la casa. Costó $20.00 USD por el material y la mano de obra.
Abundan otros ejemplos de actividad económica informal: artistas callejeros como un viejo bailarín al que le di 1 dólar, trabajadores itinerantes con oficios como afilador de cuchillos o vendedores de maní. Una vendedora amablemente me dejó retratarla (arriba).
EL ACCESO A INTERNET
Casi ningún cubano tiene acceso a Internet en su casa. Los cubanos han tenido acceso a correo electrónico y entrenamiento en computación desde hace dos décadas en los joven clubs de computación y las escuelas. Tuvieron que esperar por una conexión a Internet que se logró en octubre de 1996. Esto les abrió el mundo gráfico y la inmediatez. Habían tenido correo mediante Internet, tanto nacional (más personas) como internacional (menos personas) muchos años antes de 1996.
Solamente unos pocos periodistas, médicos y otros científicos tienen correo electrónico en sus casas. Para revisar el correo electrónico que reciben de cualquier parte, los extranjeros tienen que utilizar un Internet-café, como el del Capitolio, donde el acceso es lento y caro, a razón de $5.00 la hora. Hay que mostrar el pasaporte, que se queda en la recepción y los cubanos no pueden acceder a Internet desde allí. Los estudiantes tienen acceso a la red en la Universidad, pero no pude conocer en qué condiciones o con qué limitaciones.
Algunos cubanos tienen acceso a Internet en su trabajo. Son mayormente personas que trabajan para empresas extranjeras. Muchos cubanos tienen e-mail en el trabajo, aunque sin acceso a Internet. Estas limitaciones se explican por el costo del equipamiento (comenzando por las computadoras), la limitación en el ancho de banda y por razones de seguridad. La Intranet cubana, sin embargo, se ha ido creando durante los últimos 20 años y es extensa. En un país donde el servicio telefónico no es confiable, muchos negocios y universidades utilizan el e-mail mediante la Intranet para comunicarse.
Una campaña que inició el Washington Post en diciembre del 2000 dice que Cuba limita deliberadamente el acceso a Internet de sus ciudadanos. Decir eso es una hipocresía de los EEUU que hace todo lo posible para impedir que Cuba tenga acceso a la tecnología, el equipamiento y muchas otras cosas. Cuba es todavía un país del Tercer Mundo relativamente pobre. Sus recursos en divisa se reservan para las más altas prioridades: la salud, la educación y la auto-preservación. El acceso a Internet se está ampliando, pero no tan rápidamente como uno quisiera. Está muchísimo menos disponible que en los EEUU donde los ingresos, en vez de la necesidad, son los que deciden.
Todos los gobiernos temen el flujo de información que no pueden controlar. En los EEUU estamos inundados con cantidades masivas de información. De este modo, informaciones importantes (¡como materiales favorables sobre Cuba!) quedan sumergidos, o eliminados totalmente.
Cualquier persona seriamente preocupada por la ampliación del acceso a Internet en Cuba debe hablar en favor del fin del bloqueo. Si Cuba no tuviera que hacer tanto para defenderse, y si Cuba estuviera en libertad de comprar computadoras y toda la tecnología necesaria, el acceso a Internet sería mucho más amplio que actualmente. Y los cubanos podrían comenzar a comprar software que ahora no pueden comprar legalmente de las compañías de EEUU.
Aún más importante: cuando la Internet “se abra” y esté más disponible en Cuba, no me imagino que alguna vez vaya a ser como en los EEUU. Nunca va a haber 11 millones de personas sentadas solas en sus casas con 11 millones de terminales individuales. Recuerde que los cubanos todavía comparten líneas telefónicas. Eso va a continuar y también el compartir recursos de Internet. Se trata también de un fenómeno cultural, no solamente relacionado con los recursos.
Cuba no tiene interés en brindar a todos acceso individual a Internet. La sociedad en su conjunto es demasiado colectiva y comunitaria para llegar a eso. Es mucho más probable que si se les da acceso ilimitado y recursos, los cubanos buscarían la forma de un acceso basado en uso comunitario. Se usarían los CDR, las escuelas, los centros comunitarios y las clínicas para el acceso a Internet, no cada hogar individual. Un esfuerzo que se está haciendo es colocar terminales públicas en las oficinas de correos.
Como vivo en los EEUU donde el acceso a Internet es relativamente barato, tengo una conexión DSL de alta velocidad y no presto atención al tiempo que mi computadora permanece conectada. En Cuba, donde el acceso cuesta $5.00 US la hora por una conexión lenta en el Internet–café del Capitolio, tenía que determinar cuidadosamente el valor de lo que leía. Mucho, y a veces la mayor parte, de lo que recibo como correo electrónico es basura, por lo que en Cuba me vi borrando la mayor parte de lo que recibía sin leerlo.
Cuba está en disposición de comerciar con cualquiera que quiera comerciar con ella. Observé que muchos de los monitores de computadoras en el Capitolio y en otras partes eran de fabricación israelí. El fuerte apoyo de Cuba hacia los palestinos no impide que tenga relaciones económicas con Israel que mantiene un perfil muy bajo en la Isla.
COMPARTIENDO TECNOLOGÍA
Como que Cuba no puede comprar legalmente piezas para computadoras ni software de los Estados Unidos, los cubanos están muy acostumbrados a tomar prestado y a compartir el software.
Muy pocas personas o instituciones en Cuba compran software. Siempre tienen (e intercambian) los programas más recientes, pero casi nunca son copias con licencia. Según mi amiga Kathleen Kelly, profesional en computación de NY Transfer News en Nueva York, algunos de sus amigos cubanos tenían un programa llamado Memphis (que después se llamó Windows 95) mucho antes de que la mayoría de los norteamericanos hubieran oído hablar de él, y lo obtuvieron de un área privada de desarrollo para el sistema de computación de Microsoft. Les encantan las pruebas beta de software (son la última novedad) y eso tiene serias implicaciones potenciales para la confiabilidad -o falta de ella- de sus redes de computación.
Los cubanos también tuvieron Windows 2000 instalado y funcionando bastante antes de que estuviera ampliamente disponible en los Estados Unidos. Como va a ser inmediatamente publicado en la red, Microsoft acaba de ganar una gran prórroga de vida y parece que no va a ser fragmentada. Microsoft acaba de anunciar el lanzamiento de Windows XP, una versión mejorada de Windows NT Workstation 5 que es la versión superior que sustituye a Windows 2000 para los consumidores.
Windows XP no saldrá hasta octubre 2001 y se supone que sea “incopiable”. Pero los cubanos con acceso a Internet son capaces como cualquiera a acceder a sitios de “warez” que ofrecen versiones copiadas de software comercial protegido. La versión beta de Windows XP ya estaba en uso en Cuba con los códigos de protección descifrados en Junio 2001.
Las publicaciones periódicas cubanas están montadas y diseñadas usando los más recientes programas de software, tales como Adobe Photoshop. En la División de Publicaciones de Prensa Latina, los profesionales de la computación diseñan numerosas revistas y periódicos utilizando ese software. Piden ayuda todo el tiempo. Yo llevé una cámara digital para mi viaje. El personal del semanario Negocios en Cuba se enteró y cuando necesitaban con rapidez una foto para portada, me pedían que la tomara con mi cámara. Dé click aquí para el sitio web de Negocios en Cuba
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