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Chávez was to Bolívar as Fidel was to Martí
By Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/
Exclusive for the daily POR ESTO! of Merida, Mexico
Translated and edited by Walter Lippmann.
https://walterlippmann.com/chavez-was-to-bolivar-as-fidel-was-to-marti/
Distant in time but so similar in their ideas that the dates cannot separate their lives, Bolívar and Martí were born, as if by history’s mandate, to serve the noblest ideals of the emancipation of Latin America. Three–quarters of a century after Simón Bolívar’s death, Jose Marti warned that what the Liberator had not been able to do was yet to be done, and so he dedicated his enormous talent to it and gave his life for it.
Cuba’s national hero soon realized that America was not what the great Venezuelan had dreamed of. He knew that the misery and inequality of the continent stemmed from the unjust administration of the freedom that the great Bolívar had won for America.
Bolívar and Martí dreamed, each in his time, of the impregnable union and integration of the peoples that had won independence from Spain. The Gran Colombia unveiled to Bolívar as much as to Martí the idea of uprooting from the Cubans the divisions that had ruined the 10–year War “in order to avoid, through the independence of Cuba, that the United States would fall, with full force, on the peoples of our America.” Martí founded the Cuban Revolutionary Party to correct that evil, which would, like a merger of wills lead to Cuban independence from Spain. That is why he remembered Bolívar when he repeatedly spoke in his effort to add consciousness and arms to the will for independence.
Thanks to the unity that Martí had forged in the revolutionary ranks, when the United States –without being called upon by the Cubans to do so– intervened in Cuba’s war for independence. A Cuban victory was near and inevitable, the patriotic sentiments in the island were too strong to be ignored. The seed of Martí’s patriotism had germinated and its fruitfulness could not be frustrated by converting Cuba into a colony, not even by means of pseudo-independence.
In his longing for freedom, for a Cuba that was still enslaved, Martí remembered Bolívar, more than half a century after his death, as “a truly extraordinary man”. Martí wondered, for himself and his audience, what place the Liberator would hold in Hispanic American history.
Almost a century after Marti’s founding of the Cuban Revolutionary Party, and almost two years after the birth of the Liberator, in 1982, Venezuelan captain Hugo Chávez endorsed the words of the Cuban apostle when he said “Bolívar still has something to do in America”, referring to Bolívar ‘s unfinished work on the continent.
“Because what Bolívar did not do, remains without being done today,” emphasized captain Hugo Chávez. And he went on: “But there sits Bolívar , watchful and frowning, on the rock of creation in the sky of America, with the Inca beside him, and the bundle of flags at his feet. There he is, still wearing his campaign boots… “
Where will Bolívar go?, Martí had asked many decades before. And the answer seems to have been heard clearly by the young and idealistic Captain Hugo Chávez: “Arm in arm with men, to defend the land where humanity will be most blessed and beautiful, from the new greed and the stubborn old spirit!”
On the 109th anniversary of José Martí’s death in combat, on May 19, 2004, Hugo Chávez, then president of Venezuela, recalled the decision that accompanied the Cuban hero “building the homeland that was stolen and denied to us many times”.
Chávez, while imprisoned in the barracks in Venezuela, was able to read Martí, and the imprint of the Cuban leader was marked in his soul. He showed the imprint that the Cuban apostle left on him when he acknowledged in him, “a value bordering on audacity, temerity and glory. Martí had never fought in wars, arms in hand, but it was he who armed the Revolution, traveled the Caribbean, even the United States, seeking support. He brought together ideas and logistics, united the different trends that existed in Cuba; but, as he had not fought until then, he wanted to go to fight … “.
And fighting, he gave his life to his homeland, not without first confessing –in an unfinished letter to his Mexican friend Manuel Mercado– that all that he had done in his life with his life was to prevent, with Cuba’s independence, that the United States fell, with all its great force on the nations of “our America”.
On July 26, 1953, Fidel Castro credited Marti, with the merit of having conceived, organized and directed the assault on the Moncada Barracks. This opened the revolutionary process that led to today’s Cuban reality. Similarly, the call to the Bolívar ian Revolutionary Movement, coming from the hand and mind of Hugo Chávez, brought a new hope for Latin America which has always recognized Bolívar as its true promoter.
September 28, 2017.
CHÁVEZ ES A BOLIVAR LO QUE FIDEL A MARTÍ
By Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/
Exclusivo para el diario POR ESTO! de Mérida, México.
Distantes en el tiempo pero tan semejantes en sus ideas que las fechas no pueden separar sus vidas, Bolívar y Martí nacieron, como por mandato de la historia, para servir a los más nobles ideales de la emancipación de América Latina. Tres cuartos de siglo después de la muerte de Simón Bolívar, José Martí advirtió que lo que no había podido hacer el Libertador estaba aún por hacerse, dedicó a ello su enorme talento y entregó su vida a esa causa.
Supo prontamente el héroe nacional cubano que América no era lo que el gran venezolano había soñado. Sabía que la miseria y la desigualdad del continente derivaban de la injusta administración de la libertad que para América había ganado el inmenso Bolívar.
Bolívar y Martí soñaron, cada uno en su momento, con la unión inexpugnable y la integración de los pueblos independizados de España. La Gran Colombia desveló a Bolívar tanto como a Martí la idea de arrancar de los cubanos las divisiones que habían echado por tierra la Guerra de los 10 años “para evitar con la independencia de Cuba que Estados Unidos cayera, con esa fuerza más, sobre los pueblos de nuestra América”. Martí fundó para corregir ese mal el Partido Revolucionario Cubano como aglutinador de voluntades que conducirían a materializar la independencia cubana de España. Por eso recordaba a Bolívar cuando hablaba sin descanso para sumar conciencias y brazos a la voluntad independentista.
Gracias a la unidad que forjó Martí en las filas revolucionarias, cuando Estados Unidos intervino -sin ser llamado por los cubanos a hacerlo- en la guerra cubana por la independencia y ya era próxima e inevitable una victoria cubana, los sentimientos patrióticos en la isla eran demasiado fuertes como para ser ignorados. La semilla del patriotismo martiano había germinado y su fructificación no pudo frustrarse con la conversión de Cuba en una colonia, ni siquiera con el invento de la seudoindependencia.
En su sueño anhelante de libertad para una Cuba que todavía era esclava, Martí evocaba a Bolívar, a más de medio siglo de su muerte, como “un hombre verdaderamente extraordinario” y se preguntaba, para sí y para sus auditorios, qué sitio ocuparía el Libertador en la historia hispanoamericana.
Casi un siglo luego de la fundación por José Martí del Partido Revolucionario Cubano, y a casi dos del natalicio del Libertador, en 1982, el capitán venezolano Hugo Chávez hizo suyas las palabras del Apóstol cubano al referir que “Bolívar tiene qué hacer en América todavía”, refiriéndose a la obra inacabada de Bolívar en el continente.
“Porque lo que Bolívar no dejó hecho, sin hacer está hoy”, enfatizó el capitán Hugo Chávez. Y siguió: “Pero así está Bolívar, vigilante y ceñudo, en el cielo de América, sentado aún en la roca de crear, con el inca al lado y el haz de banderas a los pies; así está él, calzadas aún las botas de campaña…”.
¿A dónde irá Bolívar?, había preguntado Martí muchas décadas antes. Y la respuesta parece haberla oído claramente el joven e idealista capitán Hugo Chavez: “¡Al brazo de los hombres, para que defiendan de la nueva codicia y del terco espíritu viejo la tierra donde será más dichosa y bella la humanidad!”
En el aniversario 109 de la caída en combate de José Martí, el 19 de mayo de 2004, Hugo Chávez, ya presidente de Venezuela, recordaba la decisión que acompañaba al héroe de la isla antillana de “construir la Patria que nos robaron y nos negaron tantas veces”.
Chávez, quien preso en los cuarteles de Venezuela, pudo leer a Martí, sembró en su alma la huella del líder cubano. Daba fe de la impronta que el Apóstol cubano dejó en él al reconocerle, “un valor rayano en la audacia, en la temeridad y en la gloria. Martí no había combatido nunca en guerras, con armas en la mano, pero fue quien armó la Revolución, viajó por el Caribe, incluso por Estados Unidos, buscando apoyo. Armó las ideas y la logística, produjo la unión de las distintas corrientes que había en Cuba, pero como él no había combatido hasta entonces, quiso ir a combatir…”.
Y combatiendo entregó su vida a su Patria, no sin antes confesar, en carta inconclusa a su amigo mexicano Manuel Mercado, que todo cuanto en silencio había tenido que hacer en su vida era por evitar con la independencia para Cuba, que los Estados Unidos cayeran, con esa fuerza más sobre las naciones de “nuestra América”.
Así como el 26 de Julio de 1953 Fidel Castro cedió a Martí el mérito de haber concebido, organizado y dirigido el asalto al Cuartel Moncada que dio inicio al proceso revolucionario que condujo a la realidad cubana de hoy, la arenga del Movimiento Bolivariano Revolucionario, que de la mano y la mente de Hugo Chávez inauguró una nueva esperanza para América Latina ha reconocido siempre a Bolívar como su promotor verdadero.
Septiembre 28 de 2017.
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