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LA JIRIBILLA No.
621
March 30-April 5, 2013
In the wrong newspaper and with the wrong language
Silvio Castro • Havana, Cuba
A CubaNews translation. Edited by Walter Lippmann.
We can’t deny that
issues like race, prejudice and unfairness based on skin color are still
unresolved matters. I’m as much aware of that as I am of the fact that I
don’t live in a perfect society.
Men think as they live, and
Zurbano is a man born with the Revolution or a few years before,
which kept him from knowing the other Cuba.
Our friend Zurbano’s only excuse is his age, and the fact that even if
he didn’t live in those times he failed to do sufficient research on
them and realize that the country where he lives now is more just than
the one many of us knew, let alone that 54 years is not enough to
achieve everything.
The Revolution was set on getting rid of inequality from the outset,
albeit it’s true that not all social strata managed to make the most of
it the same way because of the asymmetry inherited from the Spanish
colonial era. The scholarship program gave our whites, blacks, and
mestizos equal access to education; the elimination of domestic services
meant new jobs for the former servants, most of whom were black and
mestizo, in banks –where before the Revolution you could find not one
“advanced” black or mestizo, in the racist vernacular– as taxi drivers
(popularly known as violeteras), in department stores, etc. Thus
our black and mestizo men and women got to be something more than just
ushers and doormen in state buildings.
Let it be known to Zurbano that
Fidel Castro, in his university student days, was a member of the
“Committee against Racial Discrimination”, even its vice-chairman if I
remember well.
The scribbler omits to mention that it was
Fidel Castro who opened the debate on racial discrimination in March
1959; that both Fidel and Raúl have often made reference to the subject,
which has been discussed by the Parliament, various provincial
governments and the Union of Cuban Writers and Artists’
José Antonio Aponte Commission. By the way, the scribbler doesn’t
say the kind of government he expects to see after what he calls “the
Castros’ rule”.
As to the remittances –notwithstanding the fact that the majority of our
emigrants leave for economic reasons– the scribbler knows, but fails to
remark, that the first ones to depart since day one were the most
anti-Cuban and pro-Yankee white elements.
Racism is deeply rooted in capitalism, a system with more than 54 years
in power –do I have to mention countries?– in which little is done to
solve this problem. Nor do I understand how he can label socialism as
utopian. That the European real socialism fell through doesn’t
invalidate socialism as more just.
The scribbler, a very educated person, was not born in a Republic:
Where, in
58 years there was only a black General –Querejeta– and the
participation of non-whites, who were the overwhelming majority of the
Liberation Army, went largely ignored.
Where the only black people on TV were Minin Bujones and Bebo Egea’s
maid Jazmín and Amadorcito “Acito” Domínguez, regularly chosen to act
the clown in the program Aquí todos hacen de todo and whose
father Amador “Bartolo ‘Eso dicen’” Domínguez always played the part of
a dumb black.
The great actress Elvira Cervera never landed a leading role on TV. Only
Mario Balmaseda, Mario Limonta, Aurora Basnuevo, Alden Knight, Aseneh
Rodríguez, and a few others succeeded after 1959.
Fortún, our three-time gold medalist in the Central American and
Caribbean Games –1946,1950 and 1954– could not make it beyond the
qualifying round in the London Olympic Games. In the words of teammate
Ángel Hernández, “he could have done better, but hunger and poverty were
also his opponents”. His reward when he returned from the 1954 Games in
Mexico was his dismissal from his humble job as roll caller in the
Ministry of Public Works. Ángel García, another black athlete, shared a
similar fate.
I could mention other
examples, but these are enough. I think we must keep on fighting to do
away with that shameful remnant of colonial and republican times known
as racist backwardness, but let’s be objective here rather than play
unconsciously into our enemies’ hands, as doing so would surely take us
back to the system we shrugged off in 1959.
The above is this scribbler’s clarification for our friend Zurbano.
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En el órgano equivocado y el lenguaje
equivocado
Silvio Castro • La Habana, Cuba
No negamos que el tema de la racialidad, de los prejuicios, de las
pretericiones por el color de la piel es asignatura aún pendiente. Estoy
consciente y sé que no vivo en una sociedad perfecta.
El hombre piensa como vive, y
Zurbano es un hombre nacido con la
Revolución o algunos años antes, lo que no le permitió conocer la otra
Cuba.
La única excusa que tiene el amigo Zurbano es la edad y no haber vivido
aquella etapa o haberse documentado bien, y el no haber comprendido que
vive en un país más justo que el que nos tocó a muchos de nosotros, y
que todo no se puede lograr en 54 años.
La Revolución comenzó a eliminar desigualdades desde un primer momento,
si bien es cierto que todos los estamentos de la población no pudieron
aprovecharla de igual manera debido a la asimetría existente desde la
época colonial. El plan de becas facilitó el acceso a la enseñanza por
igual a blancos, negros y mestizos, la eliminación de las domésticas —en
su inmensa mayoría negras y mestizas— dio acceso a otros empleos pues
pasaron a trabajar a oficinas bancarias (donde antes de la Revolución no
había un solo negro o mestizo “adelantado” según la jerga racista), como
conductoras de taxis (las llamadas popularmente violeteras), en tiendas
por departamentos y hombres y mujeres negros y mestizos pudieron ser más
que ujieres y porteros en las dependencias estatales.
Le informo al escribidor que
Fidel Castro, en su época de
estudiante universitario, era miembro del “Comité de lucha contra la
discriminación racial”, si la memoria no me falla era vicepresidente del
mismo.
Zurbano omite que el debate sobre la discriminación racial fue abierto
por
Fidel Castro en marzo de 1959, que
en más de una ocasión Fidel y Raúl se han referido al tema, que el mismo
ha sido discutido en la Asamblea Nacional y en diferentes provincias por
los gobiernos provinciales y la comisión
José Antonio Aponte, de la UNEAC.
Dicho sea de paso, el escribidor no nos dice: ¿Cual gobierno espera al
final de lo que él llama “era de los Castro”?
Con referencia a las remesas —independientemente de que la mayoritaria
emigración es económica—, el autor sabe que en los primeros momentos
estuvo integrada por los elementos blancos más antinacionales y pro
yanquis, cuestión esta no señalada por el escribidor.
El racismo está enraizado en sociedades cuyo sistema tiene más de 54
años en el poder, el capitalismo ¿es necesario mencionar países? Y donde
no hay verdaderos esfuerzos para resolver el problema. No entiendo
tampoco cómo califica al socialismo de utopía, el hecho del fracaso del
socialismo real europeo, no invalida el socialismo como sistema más
justo
El escribidor, hombre de cultura, no nació en una república:
Donde en 58 años, solo hubo un general negro —Querejeta—, ignorando la
participación en esa república de los no blancos que constituyeron la
inmensa mayoría del Ejército Libertador.
En una república donde en la televisión solamente los negros eran:
Jazmín, la criada de Minin Bujones y Bebo Egea, Acito (Amadorcito
Domínguez) al que cogían para payasadas en “Aquí todos hacen de todo”;
este era hijo de Amador Domínguez, Bartolo “Eso dicen”, que hacía el
papel de negro tonto en la televisión.
Elvira Cervera, gran actriz, jamás logró un protagónico en la televisión.
Que solo lo lograron después de 1959 en la televisión nuestra: Mario
Balmaceda, Mario Limonta, Aurora Basnuevo, Alden Knight, Aseneh
Rodríguez, etc...
Fortún, ganador de 3 medallas de oro en juegos Centroamericanos y del
Caribe en 1946,1950 y 1954, que en las olimpiadas de
Londres no pudo pasar de las
eliminatorias porque al decir de Ángel Hernández su coequipo “tenía
para más, pero el hambre y la miseria fueron sus contrincantes”. El
premio que recibió al regresar de los juegos centroamericanos y del
Caribe en 1954 en
México fue la cesantía del modesto
puesto de listero que ocupaba en el Ministerio de Obras Públicas, al
igual que Ángel García otro deportista negro.
Pudiéramos seguir ejemplificando, pero con estos basta. Creemos que
debemos continuar la lucha por eliminar esa costra del coloniaje y la
república dependiente que es el rezago racista pero, seamos objetivos y
no hagamos inconscientemente el juego al enemigo; que seguramente nos
retrotraería en el plano racial y otros a la república de la cual nos
sacudimos en 1959.
Lo anterior es una aclaración de este escribidor al amigo Zurbano.
http://www.lajiribilla.cu/articulo/4158/en-el-organo-equivocado-y-el-lenguaje-equivocado
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