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La Habana, viernes 1 de marzo de 2013. Año 17 / Número 60
Balance del Micons
Necesitamos más exigencia y control
Roberto Torres Barbán
¿Qué control de los recursos existe y cómo se hace en cada una de las
brigadas de la construcción? ¿Cuál es la responsabilidad del cuadro y
dónde está el compromiso de quienes incumplen, hacen mal lo que les toca,
o toman para beneficio propio los materiales del Estado? Con estas
preguntas del Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez,
vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, inició ayer el
Balance del Ministerio de la Construcción (MICONS), al que asistieron
cerca de 300 directivos.
El
MICONS se enfocará este año en obras vitales para el desarrollo del país.
Valdés Menéndez convocó a no usar eufemismos y "llamar
las cosas por su nombre". Por tal motivo, precisó, no se puede admitir
el pensamiento popular enraizado que explica el desvío o robo de
materiales reduciendo el dañino fenómeno a una peligrosa frase
justificativa: "por la izquierda".
"Es tarea de todos el cuidado de los materiales, pero la principal
responsabilidad recae sobre el cuadro. La solución para el cierre a esta
senda izquierda por donde se desvían los materiales de la construcción
se resume en tres palabras: producción, exigencia y control", señaló.
Asimismo convidó a analizar, discutir y solucionar las dificultades
internas que persisten en ese sector. En tal sentido pidió seguirle la
ruta a la mala calidad de la producción de hormigón en algunas
provincias como Holguín y La Habana.
Sobre el tema, el delegado de la Construcción en la capital, Norberto
Pérez Morales, explicó que este fenómeno se debe, además de la carencia
de disciplina tecnológica, a esa falta de control y exigencia.
Sergio Jiménez, director adjunto de la entidad productora TICONS,
identificó algunas causas por las cuales parte de sus producciones salen
sin calidad. "Entre los principales problemas resaltan los relacionados
con la disciplina de los trabajadores, que no cumplen los requisitos
técnicos normados por el laboratorio y utilizan menos cemento del
estipulado en la preparación del material. Esto sucede por las brechas
que abre el deficiente control".
Algunos momentos "en la cadena del hormigón" quedaron a oscuras, como el
de la transportación pues, a decir de Jiménez, la Empresa Nacional de
Investigaciones Aplicadas (ENIA) verifica la calidad de los materiales
que llegan a las obras, pero no su transportación o salida de la planta
de TICONS.
La ENIA no cuenta con todo el personal y los equipos tecnológicos
necesarios para su trabajo —argumentó el viceministro técnico Normando
Herrera. Por ello, a pesar de que debe supervisar todo el proceso, solo
cubre sus contratos con los inversionistas y no con los productores.
http://www.granma.cubaweb.cu/2013/03/01/nacional/artic07.html
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