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EL NUEVO HERALD
Publicado el sábado 23 de junio del 2012
Estados
Unidos busca romper censura tecnológica en Cuba
Juan O. Tamayo
jtamayo@elnuevoherald.com
El Departamento de Estado de
Estados Unidos está aumentando el financiamiento hacia la parte
tecnológica de sus programas de $20 millones para promover la democracia
en Cuba con la esperanza de expandir el flujo de información libre de
censura, a pesar de las fuertes objeciones del gobierno cubano.
“En espíritu, y en dinero, hay
un repunte” en los gastos de tecnología para aumentar el flujo de
información, dijo Mark Lopes, viceadministrador asistente para
Latinoamérica y el Caribe de la Agencia Internacional para el Desarrollo
(USAID).
“Desde los resultados deportivos
hasta los titulares internacionales, el pueblo cubano debe ser capaz de
satisfacer su sed de información no censurada, como cualquier otro
ciudadano de las Américas. Esto es fundamental, y estamos comprometidos
a ayudar como quiera que podamos”, agregó Lopes.
La Habana ha proscrito los
programas como “subversivos”, y ha condenado a Alan Gross,
subcontratista de USAID, a 15 años en prisión por entregar teléfonos
satelitales no inscritos a judíos de la isla.
Pero la secretaria de Estado,
Hillary Clinton ha impulsado una campaña para apoyar la libertad de
internet a nivel global con el fin de acelerar “el cambio político,
social y económico” y derrotar los esfuerzos de la dictadura por
controlar la información.
La administración del presidente
Barack Obama “ayudará a la gente en un ambiente opresivo para la
internet a evadir los filtros, a estar un paso más alla de los censores,
de los hackers, y de los matones que los golpean o los encarcelan por lo
que dicen en línea”, declaró Clinton este año.
El aumento en los fondos de
tecnología para Cuba se reflejó en una carta del Departamento de Estado
al Congreso que detalla cómo planea gastar $20 millones aprobados para
los programas por la democracia en Cuba durante el año fiscal que
termina el 30 de septiembre. Una copia de la carta, con fecha 26 de
abril, fue obtenida por El Nuevo Herald.
La carta
muestra que el dinero será administrado por tres entidades del
Departamento de Estado: la Oficina de Latinoamérica y el Caribe (LAC) de
la USAID; la Oficina de la Democracia, los Derechos Humanos y el Trabajo
(DRL); y Asuntos del Hemisferio Occidental (WHA).
El mayor
bloque individual de dinero es el de $4 millones que LAC gastará en un
programa de “democracia digital” para estimular el uso de “tecnología
innovadora para aumentar el flujo de información libre de censura a la
isla, desde ella y dentro de ella”, señaló la carta.
La comunicación no dio más
detalles sobre el programa, y Lopes se negó a revelarlos. Esos detalles
generalmente no se hacen públicos para proteger a los programas de los
intentos de Cuba por pararlos. Por ejemplo, oficiales de seguridad en La
Habana bloquearon los teléfonos de decenas de disidentes durante la
visita del Papa Benedicto XVI a la isla en marzo.
Para
evitar otro incidente como el de Alan Gross, el programa evitará equipos
sofisticados como teléfonos satelitales y en su lugar usará solamente
artículos disponibles en la isla, tales como computadoras, DVDs,
unidades USB y teléfonos celulares, dijo un empleado del Congreso
enterado del caso.
Seis de los otros nueve
programas para Cuba incluidos en la carta mencionan también la
tecnología. Lopes dijo que era difícil cuantificar el aumento de un año
al otro en fondos para tecnología debido a que los programas se
extienden a varios años.
WHA recibió una asignación de
$1.53 millones para un programa destinado a aumentar el acceso de los
cubanos a la información libre de censura por medio de “entrenamiento a
distancia sobre habilidades básicas para la información tecnológica”,
destacó la carta. “Además, los fondos apoyarán la compra de artículos de
tecnología básica de la información, y darán apoyo material a activistas
de los derechos humanos, periodistas independientes y bibliotecas
independientes en la isla”.
La DRL
tiene $1.05 millones para proporcionar entrenamiento, equipos y software
a activistas que recopilan información sobre abusos contra los derechos
humanos, según la carta, y $750,000 para “entrenamiento con base en la
tecnología” sobre el uso de los medios de comunicación sociales para
abordar cuestiones tales como los derechos humanos, la impunidad y la
corrupción.
La DRL
también administrará $700,000 por cada uno de los dos programas: uno
para jóvenes que incluye “usos innovadores de la tecnología como los
medios sociales”, y otro para educar a los cubanos en economías de
mercado y sus efectos sobre la democracia, agregó la carta.
Otros
$500,000 serán administrados por LAC para apoyar “investigaciones sobre
opciones de tecnología para ampliar las comunicaciones” entre los
cubanos y la conectividad de internet como parte de un programa titulado
“La Aplicación de la Tecnología en la Promoción de la Democracia”.
LAC tiene
también $2.9 millones para gastar en alimentos, medicinas sin receta
medica y otras formas de apoyo humanitario para los presos políticos,
sus familiares y otras “personas políticamente marginadas”. El gobierno
de Cuba niega normalmente los empleos a los disidentes y a sus
familiares, y los acusa de ser “mercenarios” por aceptar ayuda de
Washington.
La DRL ya
ha comprometido $4 millones con la Fundación Nacional por la Democracia
(National Endowment for Democracy), una organización de Washington sin
fines de lucro que promueve la democracia en todo el mundo, agregó la
carta. Las peticiones de solicitudes para los fondos de otros programas
se darán a conocer pronto.
El
Departamento de Estado indicó que también gastará $2.87 millones de los
$20 millones para administrar los programas para Cuba, que tienden a
generar un alto volumen de papeleo, en comparación con otros programas
estadounidenses de ayuda al extranjero.
Otra
cuestión no detallada por Lopes o por la carta es cómo pueden los
programas de Estados Unidos incrementar el uso de la tecnología en Cuba,
que tiene la tasa más baja de acceso a internet en Latinoamérica, y un
duro sistema de seguridad nacional que trata de controlar todas las
comunicaciones.
Gross, de
63 años, fue arrestado a finales del 2009 después de entregar tres
teléfonos satelitales a judíos cubanos, para que pudieran tener acceso
directo a internet, evadiendo los controles del gobierno. El senador
John Kerry, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del
Senado, bloqueó los fondos para Cuba el año pasado durante meses,
alegando que los programas por la democracia eran ineficaces y sólo
servían para provocar a La Habana.
El monopolio de
telecomunicaciones de Cuba no permite a los “teléfonos inteligentes”
registrados en la isla acceder a la internet, y no está enteramente
claro si es legal tener equipos electrónicos no inscritos, como
transmisores Wi-Fi y IPods.
Un
activista por la democracia en Washington que trabaja en los programas
para Cuba, ha dicho que el “Santo Grial” de los programas prodemocracia
es un teléfono celular “tonto” que puede ser adaptado para recibir y
enviar grandes archivos, como los teléfonos “inteligentes”.
“Uno oye decir que cierta
compañía israelí lo hizo; que algún hacker californiano de 16 años lo
tiene, que cierto genio de la India lo hizo”, dijo el activista. “Pero
cuando vamos a ver, nunca es lo que realmente necesitamos en Cuba”.
http://www.elnuevoherald.com/2012/06/23/1236445/eeuu-busca-romper-censura-en-cuba.html
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