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Posted on Tue, Jan. 19, 2010 

Cuban
Jewish Association does not
know man accused of spying
 


By JUAN O. TAMAYO 
jtamayo@ElNuevoHerald.com 

Google translation. Revised by Walter Lippmann.


The leader of the main Jewish association in Cuba said Monday it had no knowledge about the case of a U.S. contractor arrested in the island to deliver government aid from Washington to Jewish groups on the island. 

" We receive many visitors daily, we receive hundreds of visitors from abroad,'' said Adela Dworin, by the Cuban Hebrew Trustees. "I can not remember the names of all who visit us,'' Dworin said by telephone from Havana. 

Alan P. Gross, aged 60 and from Potomac, Maryland, was identified last week as the U.S. government subcontractor who was arrested on December 4. Sources close to the case at El Nuevo Herald reported that Gross was only helping "two or three Jewish groups to obtain unfiltered Internet access.'' 

The Cuban government, which tries to control all access to internet, said that Gross is linked to the intelligence services of the United States. Federal government officials flatly denied the accusation. 

"The government here [in Cuba] has not informed us of anything about this case (...) never addressed it,'' said Dworin. 

The Jewish community in Cuba, made up of some 1,500 people has three synagogues in Havana and two in the provinces. It has received support from Jewish groups outside the island for many years. The board, a combination of community center and synagogue has been renovated using primarily American Jews. 

Before the revolution, Cuba had about 15,000 Jews, including Turks and from other parts of the Middle East who came to the island after the First World War, and Europeans who came before and during World War II. 

Many left after Fidel Castro took power and 400 immigrated to Israel between 1994 and 2000.
 
   
   
http://www.miamiherald.com/1321/story/1432817.html
 
 

Asociación hebrea cubana no conoce a acusado de espionaje

La líder de la principal asociación hebrea en Cuba dijo el lunes que no tenía conocimiento sobre el caso de un subcontratista estadounidense detenido en la isla por entregar ayuda del gobierno de Washington a grupos judíos en la isla.

``Nosotros recibimos a diario muchos visitantes, recibimos cientos de visitantes'' desde el extranjero, dijo Adela Dworin, a cargo del Patronato Hebreo Cubano. ``No puedo recordar los nombres de todos lo que nos visitan,'' agregó Dworin en conversación telefónica desde La Habana.

Alan P. Gross, de 60 años y de Potomac, Maryland, fue identificado la semana pasada como el subcontratista del gobierno estadounidense que fue detenido el 4 de diciembre. Fuentes cercanas al caso declararon a El Nuevo Herald que Gross solamente estaba ayudando a ``dos o tres grupos judíos a obtener acceso sin filtro a internet''.

El gobierno cubano, que trata de controlar todo el acceso a internet, ha dicho que Gross está vinculado con los servicios de inteligencia de Estados Unidos. Autoridades del gobierno federal negaron rotundamente tal acusación.

``El gobierno aquí [en Cuba] no nos ha informado nada sobre este caso (...) jamás se ha dirigido anosotros'', agregó Dworin.

La comunidad hebrea en Cuba, integrada por unas 1,500 personas y que tiene tres sinagogas en La Habana y dos en las provincias, ha recibido ayuda desde hace años de grupos judíos fuera de la isla. El patronato, una combinación de centro comunitario y sinagoga, has sido renovado fundamentalmente con ayuda de judíos estadounidenses.

Antes de la revolución, en Cuba había unos 15,000 judíos, entre ellos turcos y de otras partes del Medio Oriente, que llegaron a la isla después de la Primera Guerra Mundial, así como europeos que llegaron antes y durante la Segunda Guerra Mundial.

Muchos se fueron después que Fidel Castro asumió el poder y otros 400 emigraron a Israel entre 1994 y el 2000.