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09/21/09
Cuba
was felt around the world
Andrés
Gómez,
Director, Areítodigital (Miami)
A CubaNews translation. Edited by Walter Lippmann.
Havana.- Exceeding
even the most optimistic estimates, the second “Peace without Borders”
concert, whose main sponsor was Colombian singer-songwriter Juanes,
attracted an audience of over a million people to Havana’s Revolution
Square last Sunday.
Was there anything left unsaid in Miami about this concert? As usual,
not one bit of what they said or wrote there about Cuba had anything to
do with what happened this time or how it happened.
I’m sure that the thousands who watched it on TV or through the Internet
agree with me when I say that it really was a remarkable collective
experience. To those of us who were there it was a great, pleasant and
happy celebration.
The prevailing view was that to most people at the Square the whole
thing was, rather than another good concert, a great rendezvous in
recognition of the foreign artists, some of whom were old friends,
whose presence in Havana was a gesture of their goodwill.
Cuba’s response, in turn, was physically and emotionally overwhelming,
as proven by the huge turnout of both Havanans and many youths from
other provinces who showed up en masse. Their joy was an unequivocal
statement of cubanidad as well as a superb reply to the string of
lies, threats and trashy comments about the concert hurled by the
Miami-based counterrevolutionary press and their minions elsewhere. It
also replied to more than fifty years of endless, vile campaigns against
and attacks on the Cuban people’s safety and dignity.
Juan Formell, the famous Cuban musician who leads the star band Los Van
Van, couldn’t have put it any better when he shouted at the end: “No
matter how many people resent it, we already gave the ‘Peace without
Borders’ concert. Yes sir, we gave it. So cut it out!”
It was a gigantic and fully spontaneous sea of revelers. Who doesn’t
think so must be crazy. Many thousands who jammed the place yesterday
don’t usually attend any mass political rally. The vast majority were
youths eager to enjoy good music, who stated at the right moments how
proud they are of their nationality and patriotism.
Of course, those who are a few years older –or even a lot older like me–
also came by the thousands in groups of friends, couples with or without
children, and whole families including grandchildren and grandparents.
They were all very happy to be there having a great time in peace.
Throughout history, Cubans have been an extraordinary people, as it’s
plain to see in the collective revolutionary project they have
constructed in the last half century. Their presence in the concert and
the way they behaved, welcomed and enjoyed the performance. It moved
every artist to tears, especially the foreign singers who only knew
about Cuba what they had heard from other people’s stories.
It was Los Van Van lead singer Mayito’s
heartfelt closing words what best conveyed the spirit of humanity the
audience shared in this wonderful “Peace without Borders” concert, when
he sang [Cuban Apostle José Martí’s immortal verses: “I cultivate
a white rose / in July as in January / for the sincere friend who offers
me his honest hand / And for the cruel who tears out my heart, by which
I live / I nurture neither thorns nor thistles / I cultivate a white
rose”.
http://www.cubadebate.cu/opinion/2009/09/21/se-sintio-cuba-en-el-mundo/ |
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Se sintió Cuba en el mundo
Andrés Gómez
21 SEPTIEMBRE 2009 1
COMENTARIO
La
Habana.- Sobrepasando
por mucho todos los cálculos más de un millón de espectadores se
congregaron en la tarde del domingo, 20 de septiembre, en la Plaza de la
Revolución de esta capital para participar en el segundo de los
conciertos Paz sin Fronteras auspiciado principalmente por el cantautor
colombiano Juanes.
¿Qué no se había dicho allá en Miami sobre este concierto? Como de
costumbre nada de lo que se dijo o se escribió en Miami sobre algo en
Cuba tuvo nada que ver con lo que en esta ocasión pasó, y cómo pasó.
Fue una experiencia colectiva realmente admirable. Seguro estoy que los
miles de personas que en Miami lo vieron por televisión o por Internet
están de acuerdo conmigo. Para los que disfrutamos en persona el
concierto éste fue una gran fiesta llena de satisfacción y alegría.
Para muchos, la mayoría de los que a él asistieron, más que ir a otro
buen concierto el asunto se convirtió en una gran cita de agradecimiento
para con aquellos músicos extranjeros, entre ellos viejos amigos y
amigas, que habían venido a La Habana en un inédito gesto de buena
voluntad con este pueblo.
La respuesta del pueblo cubano -no solamente habanero- porque de otras
provincias, muchos jóvenes vinieron a la capital para asistir al
concierto, fue física y emocionalmente desbordante. Su masiva presencia
y gozo en el concierto fue una afirmación categórica de cubanidad y fue
su admirable contesta -no sólo a la barahunda de infundios, amenazas y
basuras creación de la prensa contrarrevolucionaria miamense y sus
secuaces en otras partes del mundo motivados por este concierto- sino a
más de cincuenta años de continuas y viles campañas de agresiones en
contra de su seguridad y de su dignidad.
Juan Formel, músico cubano insigne, director de la orquesta de maestros
los Van Van, lo dijo mejor al final del concierto cuando expresó:
“Duélale a quien le duela ya se hizo el Concierto por la Paz. Sí, se
hizo. ¡Basta ya de abusos!”
La presencia de esa gigantesca marea humana en el Concierto por la Paz
fue plenamente espontánea. El que no lo crea simplemente delira. Muchos
miles que ayer fueron al concierto no van normalmente a masivas
actividades de carácter político. En su inmensa mayoría eran jóvenes
deseosos de gozar la buena música, y cuando ayer llegaron los momentos
de mostrar espontáneamente su orgullo por su cubanía -su patriotismo-
así lo hicieron.
Aunque también fueron -por los miles- gente no tan joven y gente más
vieja, como yo. Grupos de amigas, grupos de amigos y grupos de amigos y
amigas; parejas, algunas con sus hijos; así como también familias
completas, con nietos y abuelos, incluidos. Todos contentos, muy
contentos de poder estar ahí juntos disfrutando en paz.
El pueblo cubano ha demostrado a través de su historia ser un pueblo
extraordinario y lo ha demostrado plenamente durante la construcción de
su obra colectiva revolucionaria durante los últimos más de cincuenta
años. Ayer en el concierto, su presencia, disfrute, comportamiento y
cariño conmovió hasta sus entrañas a todos los músicos que en él
participaron, especialmente a los músicos extranjeros que solamente
sabían de él a través de cuentos.
Las palabras que mejor resumen el espíritu de humanidad en el que los
cubanos participaron en este maravilloso Concierto por la Paz fue dicho
al final del mismo por Mayito, cantante de los Van Van, cuando cantó de
sentida manera los inmortales versos del Apóstol: “Cultivo una rosa
blanca / en junio como en enero / para el amigo sincero que me da su
mano franca / y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo/
cardo ni oruga cultivo: cultivo una rosa blanca”. //
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