Domingo 20 de septiembre
de 2009: grabémoslo en
la memoria los que hemos
tenido el privilegio de
disfrutar del Concierto
por la Paz sin Fronteras
de Juanes, en la Plaza
de la Revolución de La
Habana, o en cualquier
parte de la Isla y del
mundo donde lo vieron
por la televisión.
Hemos vivido un
acontecimiento cultural
y humanista por
excelencia, realmente
trascendental e inédito,
dado sus proporciones en
cuanto a la asistencia
de mucho más de un
millón de personas, casi
todas veintiañeras, y la
participación artística
internacional y del
patio.
El colombiano Juanes,
que disfruta íntimamente
del nacimiento de Dante,
su primer hijo varón,
según declaró en la
capital cubana, ha dado
un ejemplo de
solidaridad y amor
indiscutibles y con ello
se ganó un puesto en la
historia de la cultura
artística
latinoamericana al
proponerse y hacer un
hecho el concierto de
paz, al cual convocó en
breve tiempo a otros
artistas de calidad y
fama extraordinarios,
junto a su amigo Bosé:
entre ellos a Olga Tañón,
quien destila y
transmite alegría a
granel y que, sin perder
el contagioso ritmo
criollo más de una vez,
gritó emocionada la
hermandad de su país y
Cuba con la frase de la
poetisa Lola Rodríguez
de Tió, que José Martí
hizo famosa: “Cuba y
Puerto Rico son, de un
pájaro las dos alas”.
La Tañón fue la entrada
del triunfal concierto,
cuyo nivel jamás bajó a
lo largo de cinco horas
ininterrumpidas.
Este día se ganó una
batalla universal solo
con una paloma, la de la
Paz, que echó a volar
por el mundo de manos de
Juanes y sus amigos de
América Latina, España e
Italia, en hermandad con
los cubanos.
Hubo numerosas
sorpresas, entre ellas
la de Cucú Diamante
“cubana parragueña”
—como se hizo llamar—
con el Grupo Yerbabuena,
y los tambores de Yoruba
Andabo.
Los especialistas lo
dirán de otra manera
pero esta tarde se
demostró, además, que
los latinos le
arrebataron el cetro al
rock clásico en el
mundo.
Solo botellas de agua
natural, caramelos, u
otros dulces bastaron
para mantener en la
Plaza de la Revolución,
plenos de alegría y
movimiento rítmico, a
más de un millón de
nuestros jóvenes.
Final: el esperado con
Formell y sus Van Van,
al que se sumaron los
demás artistas, en
primer plano Juanes,
Olga, Danny Rivera, Bosé
y los demás. Alegría y
emocionado llanto de
amor por Cuba y por la
Paz. Formell se hizo
entender con una frase
elocuente “duela a quien
le duela ya se hizo el
concierto de Juanes por
la paz, Cuba lo merece”.
Este es un capítulo de
oro de los hombres y
mujeres de buena
voluntad en el mundo.
Gracias, colombiano
Juanes. |