Nacido en Cuba y
emigrado a Estados Unidos a la edad de tres años, Carlos Pascual,
quien se perfila como embajador del gobierno de Barack Obama en
México, es especialista en Estados fallidos
, ha abogado
por cambiar el tejido social de las naciones
, a fin de
crear estados democráticos y orientados hacia el mercado
y, según su propia biografía, ayudó a desmantelar la Unión
Soviética
.
Pascual fue embajador estadunidense en Ucrania y encabeza hasta ahora la Oficina para la Coordinación de Reconstrucción y Estabilización del Departamento de Estado estadunidense, refiere el portal de Internet Source Watch.
De 48 años de edad, Pascual es vicepresidente de la Institución Brookings, organismo público sin fines de lucro que reúne a expertos en las áreas de economía nacional e internacional, gobierno y política exterior, y presidente de esta última sección.
En abril de 2005, tras la creación de la Oficina para la Coordinación de Reconstrucción y Estabilización del Departamento de Estado, la periodista y activista Naomi Klein escribió sobre Pascual: “Acorde con un gobierno que se dedica perpetuamente a la deconstrucción preventiva, ahora tenemos una oficina permanente para la reconstrucción preventiva. Lejos están los días en que esperábamos a que las guerras estallaran y luego detallábamos un plan ad hoc para ir a recoger lo que quedara.
“En estrecha cooperación con el Consejo Nacional de Inteligencia, la oficina encabezada por Pascual mantiene una lista de ‘países de alto riesgo’ y prepara equipos de respuesta rápida que están listos para ejecutar cualquier plan preguerra y ‘movilizarse y desplegarse velozmente’, cuando el conflicto termine. Dichos equipos están a cargo de compañías privadas, organizaciones no gubernamentales y miembros de think tanks (grupos de asesores).”
Klein agregó que los planes de
Pascual dentro de ésta aún hoy poco conocida dependencia eran
cambiar el tejido social de las naciones
, según
declaraciones del mismo funcionario. No se trata de
reconstruir cualquier viejo Estado, sino de crear estados
democráticos y orientados hacia el mercado
, opina Klein,
también articulista de La Jornada.
En la revista Foreing Affairs
de julio-agosto de 2004, Pascual, junto con Stephen Krasner,
publicó un artículo sobre los estados fallidos
, en el que
afirmó: “En un mundo interrelacionado los Estados débiles y
fallidos representan un riesgo para Estados Unidos y la
seguridad global. Además, representan uno de los retos más
importantes para la política exterior en la era contemporánea.
Cuando el caos prevalece, el terrorismo, el narcotráfico, la
proliferación de armas y otras formas de crimen organizado
florecen.
![Foto](http://www.jornada.unam.mx/2009/03/27/fotos/007n1pol-1_mini.jpg)
Dejados en la calamidad,
sujetos a la depredación, y negado el acceso a los servicios
básicos, la gente llega a ser suceptible a exhortaciones de
demagogos y traficantes de odio. Afganistán, uno de los países
más pobres del mundo, estaba en esas circunstancias en 2001;
éste se convirtió en la base para el ataque más mortífero contra
Estados Unidos, ilustrando trágica y gráficamente que los
problemas de otros países no solamente los afectan a ellos
,
señaló Pascual al justificar la invasión lanzada por el gobierno
de George W. Bush a la nación asiática en represalia por el
refugio brindado a Osama Bin Laden, responsable de los ataques
del 11 de septiembre.
La página de la Institución
Brookings, a la que Pascual ingresó sin dejar su empleo en la
Coordinación de Reconstrucción y Estabilización, lo presenta
como uno de los más logrados diplomáticos de carrera de su
generación, quien durante más de dos décadas ha sido un
innovador que ha señalado algunos de los más importantes retos
que afrontan Estados Unidos y la comunidad internacional. Su
carrera incluye trabajo en África, América Latina, Europa y el
ex bloque comunista. Ha tenido tanto experiencia de campo como
en altos niveles de las ramas ejecutivas en la labor de impulsar
reformas políticas y económicas en países en desarrollo y en
transición, en el combate al terrorismo, la proliferación de
armas y lidiando con fuentes de inestabilidad
.
Según la biografía que publica
Brookings, Pascual trabajó de 1995 a 2000 en el Comité de
Seguridad Interna de la Casa Blanca y terminó siendo director en
jefe de Asuntos para Rusia, Ucrania y Eurasia, donde ayudó a
desmantelar la Unión Soviética y a facilitar el surgimiento de
la democracia en Rusia, así como asegurar su arsenal y material
nuclear. Estaba bien preparado para esta tarea, ya que fue un
miembro clave del equipo estadunidense que llevó a Sudáfrica y
Mozambique a sus propias transformaciones
.
Pascual fue embajador en Ucrania
de 2000 a 2003, donde, según el instituto, fundó iniciativas
que ayudaron a construir un fuerte sector privado y trabajó con
el gobierno de Ucrania en la lucha contra el terrorismo y,
posteriormente, garantizando su participación en la guerra
contra Irak
. Pascual se graduó de las universidades de
Stanford y Harvard.