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24/11/2008 05:59
Vinculación del
salario a los resultados (I)
Al que más hace ¿le pagan?
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Eliécer del
Fresno, panadero de la Unión, no puede entender por qué no les
pagaban según lo que producían. Foto: René Pérez Massola.
La aplicación del
principio de que los trabajadores directamente vinculados a la
producción de bienes y a los servicios no tienen límite en el
salario que pueden ganar, ha encontrado en la práctica múltiples
escollos
Francisco Rodríguez Cruz
El joven panadero no se amedrentó
ante la presencia de jefes y más jefes que acudieron al pequeño
colectivo para “recibir” al periodista. “Lo que queremos es
trabajar y que nos paguen todo lo que hacemos”, dijo enfático
Eliécer del Fresno, operario auxiliar de la panadería La Unión,
en Sagua la Grande.
En los primeros nueve meses de este año los 10 trabajadores de
ese establecimiento solo cobraron estimulación salarial en
cuatro de ellos, a pesar de ser altamente productivos y
sobrecumplir sus planes de venta. La razón: su pago estaba
condicionado a un indicador general de cumplimiento de las
restantes 12 panaderías de la unidad administrativa.
La propuesta para modificar tal sinsentido es que a partir de
noviembre, tanto ellos como el resto de los panaderos de ese
municipio comenzarían a laborar de acuerdo con un sistema de
pago por resultados en la variante de a destajo colectivo, de
acuerdo con el completamiento de la norma y un grupo adicional
de parámetros vinculados a la calidad, la eficiencia, la
productividad y la disciplina individual y colectiva.
Nuestro arribo a La Unión en los últimos días de octubre pasado
no era casual. Este fue uno de los 14 centros de ese municipio
visitados por la CTC nacional en junio último, como parte de un
control integral a la provincia de Villa Clara, en el cual
fueron detectados y señalados numerosos problemas en la política
salarial, en particular en la aplicación de las formas de pago
por resultados.
“A este asunto le estamos tirando con el dedo chiquito del pie
izquierdo”, valoró autocríticamente Nuris Mora Mestre,
secretaria general de la CTC en Sagua la Grande, quien durante
una semana fue nuestra anfitriona en un recorrido por varias de
las entidades inspeccionadas en junio, para comprobar, cuatro
meses después, las acciones realizadas por las administraciones
y otros involucrados, en función de solucionar esas deficiencias.
Valdría señalar que la pesquisa periodística en este territorio
villaclareño no obedeció a que fuera el único o el que más
dificultades tuviera en este asunto, ni en la provincia ni en el
país. Solo respondió a la mayor conciencia que allí tienen de la
magnitud del problema, y a la claridad de la dirección de su
movimiento sindical en el papel que le corresponde en la
exigencia de la búsqueda de soluciones.
¿La resolución “pospuesta”?
Cuando en febrero del 2008 el Ministerio de Trabajo y Seguridad
Social (MTSS) emitió en su Resolución No. 9 el Reglamento
general sobre las formas y sistemas de pago, surgieron muchas
expectativas, por las amplias posibilidades que abre esta
legislación para aplicar mecanismos novedosos de retribución
salarial que incentiven la producción.
Sin embargo, la aplicación práctica del principio de que los
trabajadores abarcados por sistemas de pago vinculados a los
resultados directos de la producción de bienes y servicios no
tienen límite en el salario que pueden ganar, encuentra en la
práctica múltiples escollos para su concreción.
De hecho, la Resolución 9 establecía como plazo hasta el 31 de
agosto de 2008 para que todos los Organismos de la
Administración Central del Estado (OACE) y Consejos de la
Administración Provincial (CAP) adecuaran y aplicaran los
sistemas de pago según lo dispuesto, lo cual fue notoriamente
incumplido.
“Transcurridos siete meses de la promulgación de la Resolución
No.9 hemos constatado a través de los controles integrales y
visitas de trabajo, que en no todos los lugares marcha
correctamente su instrumentación, resultado en el cual tenemos
responsabilidad”, expresó Salvador Valdés Mesa, secretario
general de la CTC, en una misiva de finales de agosto dirigida a
los miembros del Secretariado de la CTC nacional y a los
secretarios generales de los sindicatos nacionales y comités
provinciales.
Carlos Mateu, viceministro del MTSS, informó en conferencia de
prensa celebrada a mediados de septiembre pasado, que incluso en
las empresas en Perfeccionamiento Empresarial, las más avanzadas
en la aplicación de estos sistemas de pago por resultados, una
revisión efectuada por ese organismo entre abril y junio había
detectado mil 361 deficiencias en 679 entidades.
A pesar de que con respecto al 2007 había crecido en 22% el uso
del destajo en estos colectivos y hubo también un incremento en
el empleo del pago por indicadores específicos de la producción
o los servicios (29%), el Viceministro apuntó que se mantenía
como una de las principales deficiencias que el sistema más
utilizado es el que vincula el salario a indicadores generales
de eficiencia, con lo cual no se establece diferencia entre el
aporte individual que hace cada trabajador o un grupo de ellos.
Lo cierto es que salvo las 55 empresas que durante el primer
semestre del 2008 recibieron la aprobación de su expediente para
aplicar el Perfeccionamiento, las cuales ya arrancaron con sus
sistemas ajustados a la letra de la Resolución No. 9, el MTSS no
tenía hasta el mes pasado información fidedigna sobre cuántas
entidades en el país habían cumplido la primera fecha límite (31
de agosto) para aplicar la vinculación del salario a los
resultados.
Ante esta amarga realidad hubo que “extender el plazo para el
rediseño de los sistemas de pago por resultados”, con el
objetivo de “hacer coincidir, por vez primera, la discusión y
aprobación del plan anual de cada entidad para el 2009, con la
discusión del sistema de pago requerido para el cumplimiento de
dicho plan”, según explicó Alfredo Morales Cartaya, ministro de
Trabajo y Seguridad Social, en carta fechada el 11 de agosto
último dirigida a los jefes de los OACE y presidentes de los
CAP.
De manera que el actual proceso de discusión de las proyecciones
económicas de cada empresa para el próximo año, que tendrá lugar
durante lo que resta de noviembre y diciembre, es el escenario
ideal para dar un empujón, que ojalá ahora sí resulte definitivo,
a lo que ya es ley, pero no se cumple en su totalidad.
¿Pero cuáles son las causas de esta lentitud para establecer
formas de retribución tan beneficiosas para la economía del país
y para los trabajadores? Y lo que es más importante: ¿Qué habría
que hacer para agilizar esta aplicación de los sistemas de pago
por resultados y a quiénes les correspondería ejecutarlo?
01/12/2008 06:31
Una pelea de pe$o$ pensados
Foto: René Pérez
Massola
Es urgente no dejarlo
a la espontaneidad e ir centro por centro a discutir, chequear, proponer
y participar en el diseño de los nuevos sistemas de pago. Vinculación
del salario a los resultados (Final)
Francisco Rodríguez Cruz
En la Unidad Básica de Producción
Cooperativa (UBPC) agropecuaria 2 de diciembre,
de Sagua la Grande, los obreros recibían proporcionalmente menos
estímulo salarial que los miembros de la junta directiva, por los
resultados finales del trabajo. Fue el principal problema detectado
allí por la Central de Trabajadores de Cuba CTC Nacional en el
control integral a Villa Clara en junio pasado, ya que el sistema de
pago favorecía con un porcentaje mayor al personal de superior
categoría ocupacional.
Y aunque al momento de nuestra visita en octubre ya habían realizado
mejoras para equiparar el coeficiente de estimulación que reciben
los jefes y los trabajadores directamente vinculados a la producción,
todavía el sistema continuaba montado sobre un indicador general de
eficiencia (la reducción del costo de producción mercantil), aspecto
por el cual cobra la inmensa mayoría de los trabajadores de la UBPC.
“A veces los propios dirigentes administrativos hacen resistencia a
la aplicación de la Resolución No. 9”, argumentó Nuris Mora Mestre,
secretaria general de la CTC en Sagua la Grande, al valorar la
introducción en su territorio del Reglamento general sobre las
formas y sistemas de pago, establecido en febrero del 2008 por el
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
Pero no es posible atribuir el fenómeno solo a una presunta actitud
individualista de los superiores, porque no es cierto.
La propia dirigente sindical sagüera apuntó que hay falta de dominio
de esta legislación y de sus bondades, tanto entre los dirigentes
administrativos como entre los sindicales. “No hay conciencia de que
los sistemas de pago pueden cambiar según las condiciones
específicas de cada actividad o puesto de trabajo. Incluso hay
formas de pago incorrectas que los mismos trabajadores defienden,
por desconocimiento”, enfatizó Nuris.
También la velocidad con que fluye la información, según apreció la
dirigente sindical, es superior entre los niveles de la CTC que en
los organismos administrativos.
“Cuando el Secretariado Nacional adopta un acuerdo sobre estos temas
económicos enseguida nos llega al municipio, pero cuando vamos a las
entidades a concretarlo, con frecuencia nos dicen que no tienen la
orientación de su organismo”, observó.
No es botar el dinero
Otra tendencia recurrente es ver los sistemas de pago como la forma
de repartir más dinero y resolver todos los problemas salariales, en
lugar de emplearlos como un resorte para estimular mayor
productividad, eficiencia y calidad en la producción y los servicios,
lo que es decisivo para la economía del país.
En la propia Sagua, por ejemplo, visitamos la UBPC cañera José
Armando Ruiz, la cual, a pesar de tener pérdidas elevadas, había
recibido el señalamiento de la CTC Nacional de que sus trabajadores
directos e indirectos cobraban altos sobrecumplimientos por
diferentes conceptos.
El viceministro de Trabajo y Seguridad Social, Carlos Mateu,
confirmó en conferencia de prensa en septiembre que hay organismos
de la Administración Central del Estado que han hecho resistencia a
aplicar el nuevo reglamento, porque tendrían que rectificar
“dadivosos” sistemas de estimulación muy generalizados y
generalizadores.
No obstante, en la citada UBPC cañera de Sagua reportaban al cierre
de septiembre una pequeña ganancia y los estimados de rendimiento de
caña por hectárea para la próxima zafra son el doble de la anterior,
lo cual tenía esperanzado a su colectivo.
La Empresa Héctor Rodríguez, a la cual está vinculada, ya posee una
estrategia de organización del trabajo y los sistemas de pago que
aplicarán para el 2009, acordes con la Resolución No. 9 y en proceso
de discusión con sus trabajadores, donde está previsto diferenciar
la forma de retribución para cada actividad específica.
“Esto, lejos de complicar el trabajo, permite organizarlo mejor,
aumentar el control y que cada colectivo lleve su contabilidad,
concilie con la directiva de la UBPC y aumente el sentido de
pertenencia y cuidado de los medios”, aseguró Emilsis Font, jefa
económica de esa UBPC.
¿Asunto de expertos?
En la Unidad Empresarial de Base de Acueducto y Alcantarillado de
Sagua nos esperaba otra especie de “mesa redonda” con seis
dirigentes administrativos y sindicales. Sin embargo, la voz
cantante para explicar las medidas tomadas a partir del control de
la CTC la llevó una compañera que actualmente dirige el departamento
de Atención a la Población, pero fungió mucho tiempo como jefa de
Recursos Humanos. El director casi no habló.
Esta observación podría extenderla a muchos de los centros visitados.
El tema de la organización del trabajo y los salarios, así como el
diseño y aplicación de los sistemas de pago por resultados continúa
siendo aún un asunto de “expertos”.
Pocos directores o jefes de las empresas y organismos participan,
dominan y aportan desde su concepción a estos mecanismos de
retribución, que, paradójicamente, son de los que más deciden en la
mayor o menor motivación de sus subordinados.
Los dirigentes sindicales de base, incluyendo los secretarios
generales de los buroes y de los sindicatos municipales, tampoco
están suficientemente involucrados en esta pelea.
Martín Hernández, director municipal de Trabajo y Seguridad Social
en Sagua la Grande, informó que de 27 entidades del territorio, a
finales de octubre solo 10 tenían adecuados sus sistemas de pago a
la Resolución No. 9. El principal problema (válido también para todo
el país) es la falta de los estudios de organización del trabajo que
sirven de base para la vinculación del salario a los resultados.
A pesar de los talleres y seminarios impartidos a las áreas de
recursos humanos, Hernández apuntó que son pocos los especialistas
capacitados que puedan concebir y gestionar estos sistemas en los
centros.
En cuanto a esta carencia de personal técnico, las entidades en
peores condiciones son las de subordinación local, que también
tienen las mayores dificultades —no solo en Sagua, sino en todo el
país, de acuerdo con el MTSS— para la introducción del pago por
resultados, cuando pudieran ser las más fáciles de solucionar,
porque la decisión está en el propio territorio.
El director municipal explicó además que ellos tienen una
subdirección de organización y retribución del trabajo, con
funciones de asesoría y control, pero que son los organismos los que
deben implementar la Resolución No. 9 en sus dependencias. La
percepción de este periodista fue que las estructuras de Trabajo en
ese nivel están esperando que cada cual, de buena gana y según sus
posibilidades, eche a andar solo sus nuevos sistemas de pago.
“Llevamos el año completo y no se acaban de poner de acuerdo para
implantar algún sistema. No aterrizan”, nos dijo Pedro Lara,
secretario general del Sindicato de Comercio y Gastronomía en Sagua
la Grande, uno de los sectores que allí todavía cobran un sueldo
fijo mensual.
Evitar otra autopsia del problema
Como ya fue dicho, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
extendió el plazo para el rediseño de los sistemas de pago por
resultados y lo hizo coincidir con la discusión en noviembre y
diciembre del Plan 2009 en cada colectivo, ocasión en que estos
deben quedar definidos y aceptados por los trabajadores, para
arrancar en enero.
Se anunció además que en febrero del próximo año “se realizará la
inspección nacional de los sistemas de pago ya rediseñados y
aplicados, para verificar en cada entidad, OACE y territorios el
cumplimiento de la política trazada”.
La complejidad técnica que conlleva la formulación de tales sistemas,
los diversos intereses que involucra —algunos de ellos encontrados
como aquí hemos visto—, las limitaciones objetivas con la situación
económica concreta de las entidades y las subjetivas relativas al
personal especializado en estos temas, indican la necesidad urgente
de no dejar este tema a la espontaneidad.
De lo contrario, cuando llegue el control de febrero es posible que
haya que volver a posponer la fecha de aplicación de la mencionada
Resolución o constatar un incumplimiento generalizado.
Para evitar eso, las direcciones municipales de Trabajo, de conjunto
con los sindicatos y CTC en ese nivel, tendrían a nuestro juicio que
ir, centro por centro, a discutir, chequear, proponer y si es
necesario, participar en el diseño de estos sistemas, para así
garantizar el cumplimiento de esta política del Estado, esencial
para reivindicar el papel del salario en la sociedad socialista, y
con ello impulsar la economía.
© 2008. Trabajadores. Órgano de la Central de Trabajadores
de Cuba.
- Director: Jorge Luis Canela Ciurana
- Subdirectora: Edda Diz Garcés
- Subdirectora: Alina Martínez Triay
- Editor Jefe: Omar Segura
Territorial y General Suárez. Plaza de la Revolución.
Ciudad de La Habana, Cuba. CP: 10698
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