Perfeccionamiento Empresarial
No es perfecto...pero ha demostrado su eficiencia
Susana Lee
Todo en la vida, desde lo más trascendente hasta lo cotidiano,
está sujeto indisolublemente al afán, intrínseco a la naturaleza
humana, de alcanzar peldaños superiores.
Coronel
Armando pérez Betancourt: “Hay resultados positivos apreciables...”
Consultado un diccionario económico leí:
Perfeccionamiento permanente: Conjunto de métodos para la
solución de problemas en la dirección de empresas, que se basan
en la idea de que nada es perfecto, y que todo cabe mejorarlo¼
.
El perfeccionamiento empresarial en Cuba, como sistema de
dirección y gestión de empresas, transita por el año 20 del
inicio de su aplicación experimental en las FAR y por el 10 de
que el V Congreso del Partido acordara extender esa experiencia
a la economía nacional.
El
impacto de las empresas en perfeccionamiento frente al total de
entidades del país es elocuente. (Fuente: Oficina Nacional de
Estadísticas)
El 18 de agosto de 1998, mediante el
Decreto-Ley 187, se pusieron en vigor las Bases Generales del
Perfeccionamiento Empresarial, que abrieron este decisivo
proceso en las entidades civiles cubanas.
Al cabo de dos décadas del comienzo de su
aplicación y de 7 años y casi 5 meses de su extensión a la
economía nacional, puede asegurarse que el perfeccionamiento
empresarial es un camino sin retroceso, que avanza y se
consolida, y aunque no es perfecto, ha demostrado su eficiencia.
El año 2006 cerró con 767 empresas
aplicando el perfeccionamiento empresarial, que sumadas a las 77
de las FAR representa que el 32% del total del país labora bajo
ese sistema de dirección y gestión.
Esta cifra está en constante movimiento
pues alrededor de otras 500 se encuentran en diferentes pasos
del proceso que culmina en la aprobación para entrar al sistema,
siempre después de un riguroso examen del expediente presentado
y mediante acuerdo individual del Comité Ejecutivo del Consejo
de Ministros; a la par, se producen ajustes organizativos que
desembocan en la fusión o cierre de algunas entidades e, incluso,
la suspensión y salida del perfeccionamiento de aquellas que
incumplen lo establecido hasta tanto eliminen las causas que lo
motivaron, casi nunca antes de seis meses después.
Hay por eso, entre otras asimetrías que
imposibilitan comparar la gestión de unas y otras, la
relacionada con el tiempo de perfeccionadas, pues mientras hay
algunas, como las de las FAR, con más de 10 años de operar en el
sistema, existen otras con apenas semanas o meses. No obstante,
según lo regulado, a partir de un trimestre, comienzan a
informar sus resultados.
Armando Pérez Betancourt, coronel de las
FAR e ingeniero de profesión, está ligado al perfeccionamiento
empresarial desde sus albores experimentales en la Empresa
Militar Industrial Ernesto Che Guevara, de Manicaragua. Le
correspondió, junto a un reducido grupo de compañeros, poner en
práctica las primeras ideas, dar los primeros tropezones, errar
y rectificar sobre la marcha, rendir cuenta semanal, elaborar el
embrión de sus bases e implementarlas en otras entidades de las
FAR, consolidar las experiencias y ser partícipe del proceso que
condujo a su aplicación en la economía civil. Hoy es secretario
Ejecutivo del Grupo Gubernamental de Perfeccionamiento
Empresarial, y gusta de avalar con cifras sus consideraciones.
Él explicó:
Los resultados económicos oficiales al
cierre del 3er trimestre del 2006 (últimos con que se contaba al
momento de esta entrevista), reflejaron que las 724 empresas que
podían informar en ese lapso, representaban el 31,8% del total
de entidades del país y el 25,5% de los trabajadores, y su
gestión, contra el total de empresas del país, significó:
32,1% de las ventas totales
59,8% de las ventas en CUC.
52,5% de las utilidades.
64% de los aportes en CUC.
142,4% de la productividad (10 923 pesos
por trabajador frente a 6 533)
122,3% del salario medio mensual (487
pesos frente a 367)
Si se sumaran a lo anterior los resultados
de las 77 empresas de las FAR, solo en los dos indicadores que
mejor reflejan la eficiencia, se elevaría al 58,5% de las
utilidades y al 83% de los aportes en CUC.
Y un último dato que refleja el favorable
saldo de la gestión con perfeccionamiento empresarial en
comparación con las que aún no lo tienen implantado:
Mientras que 53 empresas en
perfeccionamiento tuvieron pérdidas, el 7% del total bajo el
sistema, en el resto de la economía nacional, figuraron en este
negativo indicador 860 empresas, el 38% del total de entidades
del país.
"Los números no dejan lugar a dudas: hay
resultados positivos apreciables desde el punto de vista
económico en las empresas en perfeccionamiento en relación con
las que no lo están.
"Desde el punto de vista de la disciplina,
las empresas en perfeccionamiento, como expresó recientemente
Carlos Lage, secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de
Ministros, son las más disciplinadas, las más organizadas, las
que tienen mayor control, lo cual no quiere decir que no existan
excepciones¼ , y con las excepciones
tomamos medidas. La medida más drástica es la suspensión del
perfeccionamiento, que significa que pierde todas las facultades,
no puede aplicar los procedimientos del perfeccionamiento, y lo
más grave, el perjuicio de mayor repercusión en el colectivo
laboral, es que los trabajadores, sin excepción, pierden el
salario adicional."
Indago sobre las suspensiones: son 24 las
empresas suspendidas en la actualidad. No es definitivo y pueden
retornar al sistema, pero no es menos cierto que se produce una
sacudida en las empresas. El Ministro del sector o rama de la
entidad afectada, junto al representante del Sindicato, tiene
que personarse en el lugar y explicar a los trabajadores el
porqué de la suspensión. Surge el lógico debate, pero también
compromisos para resolver los problemas porque "los trabajadores
quieren estar en el perfeccionamiento, conocen sus ventajas",
precisó Pérez Betancourt.
"La mayoría de las suspendidas ha sido por
problemas con la contabilidad, se ha producido un retroceso en
la contabilidad, añadió. La contabilidad sigue siendo el talón
de Aquiles del perfeccionamiento. Y para regresar al sistema, se
requiere subsanar la causa de la suspensión y, además, no es
solo informarlo, sino que una auditoría del Ministerio de
Auditoría y Control lo certifique y se produzca un nuevo acuerdo
del CECM que apruebe su reingreso. De las que salieron ya hay 6
que reingresaron."
¿LENTO, ADECUADO O RÁPIDO?
En ocasiones se escuchan comentarios sobre
si el número de empresas que entran al perfeccionamiento son más
o menos de acuerdo con las expectativas que había en 1997 y
1998. A lo largo de estos años, en diferentes reuniones de
análisis sobre el tema, siempre escuché que más que la cantidad
lo importante era el rigor y la calidad de la evaluación para
aprobar la empresa aspirante.
Pérez Betancourt ratificó que rigor y
calidad siguen siendo premisa. Las 844 empresas aprobadas en
estos años (reducidas por los cierres, fusiones y suspensiones)
lo fueron bajo ese prisma.
¿La velocidad del proceso? No le preocupa,
aunque aseguró que podría haber 100 más. Al respecto aportó
datos que sorprenden: en 5 años, cuando se extendía la
experiencia en las FAR, se aprobaron 95 empresas; en la economía
civil, en 7 años y medio se han aprobado 767. "No debiera
compararse porque las condiciones son distintas, en primer lugar
en las FAR ninguno de los que participamos en el proceso
teníamos los conocimientos y necesaria experiencia; no
contábamos con documentos rectores normativos de la actividad
como los que hoy disponemos, y las empresas no podían tomar
ninguna experiencia de otras semejantes que ya aplicaran el
sistema. Hay otras diferencias, pero estas son las principales.
El proceso no va ni lento ni rápido, es el adecuado a la propia
velocidad del país, y ha estado necesariamente influido por la
coyuntura que hemos enfrentado".
Si queremos que el conjunto de la economía
funcione mejor y está demostrado que con el perfeccionamiento se
logra, aun cuando todo no sea perfecto, el tema está en que
entren más empresas al sistema. Frente a este objetivo no son
pocos los elementos que lo han obstaculizado.
"Hay un grupo de empresas que no se
quieren perfeccionar, aun teniendo condiciones, y siempre digo
que este es un problema ideológico porque no incorporarse es
incumplir un acuerdo del V Congreso del Partido", dijo.
En el 2005 se le restó prioridad a la
tarea en algunos organismos y entidades. Esto, sin duda, atrasó.
Tal es así que en todo ese año apenas 54 empresas presentaron
expedientes a examen. Pasó el tiempo, se produjo una reunión del
Grupo de Trabajo del Buró Político en febrero del 2006 que
examinó la marcha del perfeccionamiento, se analizaron
deficiencias y resultados, y se acordó que los organismos de la
Administración Central del Estado, los consejos de la
Administración Provincial y entidades nacionales analizaran el
tema y adoptaran las medidas requeridas para garantizar el
avance continuo de su implantación en todas las empresas y
grupos empresariales con los requisitos exigidos y la
consolidación en las que ya lo estaban aplicando.
"Tenemos empresas con condiciones muy
malas, fundamentalmente de subordinación local, con un
desarrollo muy atrasado, con locales deteriorados, sin personal
calificado o insuficiente, sin transporte¼
, a las que se les dificulta entrar al perfeccionamiento. Son
realidades a las que hay que sumar una serie de insuficiencias
sin resolver de las que se habla hace 20 años", apuntó.
Enumeró entre ellas, la política de
cuadros, señalando que no se han preparado cuadros para las
empresas, no hay reservas, y tanto cuando se libera a algún
director o, incluso, se promueve, crea inestabilidad, no aparece
el sustituto, hay que traerlo de otra o no tiene condiciones
para asumir el cargo, y cuando se trata de una empresa en
perfeccionamiento y no conoce el sistema, se afecta la entidad.
La contabilidad, insistió, ha sido y es el
factor que más limita. Una empresa sin contabilidad ni aspira a
perfeccionarse, y, como se conoce, alrededor del 60% de las
empresas registran auditorías con calificación de deficiente o
mal por la contabilidad. Es un problema viejo que no acabamos de
solucionar.
"Hay deficiencias en el control interno,
hoy está bien y mañana puede ser un desastre; en la contratación,
la organización del trabajo, el sistema de costos, los sistemas
de pago. En este momento estamos haciendo un control a los
sistemas de pago en cada empresa. Hay unas que están muy bien y
otras, la menor cantidad, que se han enredado ellas mismas, o
han recibido malas orientaciones de sus organismos superiores y
hacen cualquier cosa, sin preguntar, sin consultar", explicó.
RESOLVER LOS PROBLEMAS INTERNOS DE LAS EMPRESAS
Por eso decimos que la batalla hoy es por
resolver los problemas internos de las empresas, enfatizó el
Secretario Ejecutivo del Grupo Gubernamental. Hay que dejar
atrás esa estrategia defensiva que utilizan los empresarios de
criticar todo: hay muchos controles, no me llegan las
resoluciones, citan a muchas reuniones, no me dejan trabajar¼
, y no nos damos cuenta de que estamos llenos de esos problemas.
Nos quejamos de tantos controles, pero cuando los hacen nos
detectan infinidad de deficiencias, revisan la contratación y
nos cogen 100 empresas con deficiencias, revisan la contabilidad
y ni se diga¼
"Tenemos que cambiar ese método defensivo
y convertirlo en estrategia ofensiva que quiere decir,
disponernos a resolver cada uno de esos problemas con
participación de todo el colectivo laboral", expresó.
Puso el ejemplo del sistema de gestión de
la calidad que ha avanzado, pero resulta insuficiente. En el año
1997, explicó, apenas eran decenas las empresas que tenían
aprobado su sistema de gestión de la calidad, hoy son unos
cuantos cientos¼ , pero todavía es
muy poco, debían tenerlo todas por lo que la calidad significa
en una entidad. "Yo les pregunto a los empresarios y lo primero
que plantean es el "mucho papeleo", sin considerar que esos
papeles los ayudan a organizarse, a ser más certeros en el
trabajo, a ganar en eficiencia¼ se
ponen ellos mismos las barreras".
"Y no es que todo lo tenga que asumir y
resolver el director, y aquí introduzco otro factor clave,
primordial en el éxito del perfeccionamiento: la participación
real de los trabajadores en las tareas de dirección. Se trata de
decidirse a enfrentar y solucionar el problema, cree un grupo de
trabajo integrado por profesionales, técnicos y obreros
calificados muy destacados, con capacidad, conocimientos y les
dé la tarea de resolver el sistema de gestión de la calidad, que
se asesoren en las universidades, en la Oficina Nacional de
Normalización y elaboren propuestas para discutir y aprobar
colegiadamente. Debería organizar tantos grupos como problemas
tenga¼ e irlos solucionando".
En igual sentido, Pérez Betancourt señaló
que se precisa una amplia y activa participación de los
trabajadores: es la clave del éxito para incorporarse al
perfeccionamiento y para consolidarlo. Donde no se logra, ¿por
qué no poner a 4-5 trabajadores a analizarlo y a elaborar un
programa de acciones para garantizarlo? Participar, aclaró, no
es hacer una reunión a las 7 de la mañana e informar los
problemas del día anterior y las tareas de hoy. Participar, ante
todo, es diálogo, conversación, mirarse a los ojos, hablar,
opinar, oír¼
AÚN QUEDA MUCHO POR AVANZAR
Armando Pérez Betancourt resumió en una las deficiencias que
aún lastran no el perfeccionamiento, sino en general el quehacer
del sistema empresarial en el país: radica en la forma de pensar
y actuar de los jefes y trabajadores.
"Llegar a la convicción de que esta es mi empresa, que
respondo por ella, que no tengo que mirar siempre para arriba,
que tengo que cumplir con las funciones, facultades, misiones y
objeto social que me han asignado¼
eso todavía está lejos en la mayoría de las empresas. En algunas
lo han incorporado, y se baten cotidianamente con los problemas
para llevar la empresa hacia delante. Hay un grupo de empresas
que tienen un rango superior y están por encima de la media,
desde el punto de vista de organización y de resultados¼
"Y si me preguntas diría que la tarea más importante que
tiene el sistema empresarial es la de organizarse, y el sistema
para organizarse es el perfeccionamiento".
Llegado a este punto y entroncándolo con valoraciones
precedentes, puntualizó que en algunos organismos ha faltado "el
motor interno" del que hablara el Che hace más de 40 años, "el
empuje" para llevar adelante esta tarea. En algunos es muy
fuerte y son las poleas de transmisión las que fallan, en otros
no ha sido el suficiente y en unos pocos es nulo.
Integralmente, no hay lugar a dudas, es el MINFAR el más
avanzado, precisó, es lógico, lleva más tiempo, pero es el más
organizado y el sistema más consolidado que existe en el
perfeccionamiento empresarial.
Examinando los que tienen mayor número de empresas
perfeccionadas están el MICONS, con 150; MINBAS con 127; MINAGRI
con 78; INRH, con 51 de las 55 que tiene; MITRANS y MINIL, 40
cada uno; MIP, 38¼ ; y están
organismos más pequeños, de pocas empresas, como Finanzas y
Precios, con el 100% de su sistema y la Aeronáutica Civil, 9 de
11.
Los más atrasados son el MINAZ, con 11 de 211, debido a que
paralizó el proceso por casi dos años cuando enfrentó su
reorganización con la Tarea Álvaro Reynoso, y las empresas de
subordinación local, que de 503 solo hay perfeccionadas 30, las
cuales, en muchos casos requerirán de otro tipo de análisis,
pues buena parte de estas no tienen condiciones para aplicarlo.
CUATRO NUEVOS SISTEMAS EN LAS BASES GENERALES
A finales del año pasado los miembros del Grupo Ejecutivo de
Perfeccionamiento Empresarial concluyeron el proyecto de las
nuevas Bases Generales que regirán su aplicación, en estos
momentos es analizado por los organismos de la administración
central del Estado, especialistas en las diferentes materias y
empresarios de vasta experiencia práctica en el tema. También
por los órganos superiores centrales y la CTC.
El documento incorpora las experiencias de su implantación en
estos años y las ideas expresadas por el Comandante en Jefe
Fidel Castro y el Segundo Secretario del Partido, General de
Ejército Raúl Castro.
Era un proceso imprescindible dados los cambios operados en
el funcionamiento de la economía en los últimos años, manifestó
Pérez Betancourt, informando que las nuevas Bases tienen una
característica diferente a las que hoy están en vigor, al dejar
expreso no solo lo que hay que hacer, sino cómo se debe hacer, e
incorporan una base reglamentaria —no incluida en las anteriores—,
para describir conceptos, objetivos, procedimientos y métodos de
cuánto se requiere para implantar los sistemas que lo integran.
Las experiencias de estos años, agregó, indicaron la
necesidad de incorporarles cuatro nuevos sistemas que aunque se
abordan en las actualmente vigentes, exigían un tratamiento y
enfoque más armónicos, dada la relevancia y alcance de sus temas.
Son los relacionados con la gestión de la innovación, la
seguridad y salud en el trabajo, ambiental y la comunicación
empresarial.
CONSOLIDAR EL PERFECCIONAMIENTO
Consolidar el perfeccionamiento significa
tener: todos los sistemas implantados, certificada la gestión de
la calidad, elaborados todos los reglamentos, manuales y
procedimientos y comprobar en la práctica que existen y se usan;
es llegar a los trabajadores, preguntar, hurgar, ver si de
verdad se aplica lo establecido.
Este año mediremos la consolidación
práctica del sistema, explicó el coronel Pérez Betancourt, algo
que estaba en un proceso experimental en unas 40 empresas, pero
ya se generalizará y podremos saber qué empresas lo han logrado
y cuáles no. Y lograr esa consolidación significará que la
empresa ha alcanzado una categoría superior al resto.
Las empresas están muy acostumbradas a
recibir orientaciones "de arriba" y a no generar nuevas cosas,
aseveró. No se puede aprobarle el sistema a una empresa y
dejarla ahí, porque puede retroceder; hay que mantenerle una
presión para que siga mejorando, aunque de manera diferente, sin
tutelarla.
Consolidar cada sistema del
perfeccionamiento —organización del trabajo, contabilidad,
control interno, gestión de la calidad, contratación, costos,
precios, sistemas de pagos¼ —, solo
tiene un objetivo que es la principal misión de una empresa en
perfeccionamiento: elevar su eficiencia y que esa eficiencia se
refleje en un crecimiento permanente de las utilidades y los
aportes en divisas para el Estado, concluyó. |