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22-01-2007 |
Entrevista Fernando Remírez, encargado de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de Cuba:
En
Cuba no habrá transición,
sino continuidad de la revolución y el socialismo
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=45214
Leonel Herrera
Co Latino
Fernando Remírez es el encargado de Relaciones Internacionales del
Partido Comunista de Cuba. El pasado fin de semana estuvo en el país
participando en el XIII Encuentro del Foro de São Paulo, que reunió
a representantes de partidos de izquierda América Latina, Europa y
Asia.
En su conversación con Diario Co Latino mostró confianza en la
recuperación del presidente Fidel Castro, habló de la profundización
de la revolución cubana, elogió el avance de la izquierda en la
región y alertó sobre la catástrofe humana a la que podría llevar el
capitalismo.
¿Cómo está Fidel Castro?
Se está recuperando satisfactoriamente.
Algunos analistas consideran que él no volverá al gobierno, que la
transición ya se dio.
Nosotros no sólo queremos que regrese, sino que creemos que así será,
tomando en cuenta las últimas noticias sobre su situación.
Lo que está pasando en Cuba no es ninguna transición, es una
continuidad de la revolución y del socialismo.
La administración Bush planteó que la ausencia del Comandante al
frente del gobierno provocaría un caos y que se generaría el momento
oportuno para intervenir en la isla, ¿ha sucedido esto?, no.
En Cuba hay una total estabilidad.
¿Ni va a ocurrir?
Nosotros pensamos que no. La mayoría del pueblo cubano está a favor
del socialismo y la revolución.
¿Cuál es la amenaza real de la revolución?
Una agresión de Estados Unidos. El gran desafío del pueblo cubano ha
sido siempre tener un país independiente y soberano.
Cuando Simón Bolívar propuso a las repúblicas de América, que habían
logrado su independencia, formar un ejército para liberar a Cuba y a
Puerto Rico, el gobierno norteamericano se opuso, y eso mismo hizo
durante todo el siglo XIX. Posteriormente, Cuba inició su larga y
cruenta guerra de independencia y, en 1898, cuando estábamos a punto
de lograr la soberanía, Estados Unidos intervino militarmente
durante cuatro años y condicionó la Constitución para limitar
nuestra independencia.
Es hasta después del triunfo de la revolución en 1959, cuando
nuestro país obtiene la independencia y la soberanía.
Actualmente se puede coincidir o discrepar con Cuba, pero no se
puede sostener que no es un país independiente.
Altos funcionarios del gobierno han alertado sobre factores
internos que ponen en eventual riesgo la continuidad de la
revolución, entre éstos destacan la corrupción y la pérdida del
espíritu revolucionario en las nuevas generaciones del pueblo cubano.
Es cierto.
Es un desafío que debemos enfrentar. Sin embargo, existe una fuerte
identificación con el sentimiento de independencia y de defensa de
la revolución.
Los gobiernos norteamericanos han intentado derrotarnos. Realizaron
una invasión en 1961 por Playa Girón, organizaron cientos de actos
terroristas que han asesinado a 3 mil cubanos e implementaron el
bloqueo comercial que es una guerra económica que nos ha costado 86
mil millones de dólares. A pesar de esto Cuba se mantiene, gracias
al apoyo de la abrumadora mayoría del pueblo.
Pero necesitamos trabajar más con las nuevas generaciones y dar la
batalla política en todos los sentidos.
Ustedes hablan de profundizar la revolución, ¿cuáles son las
últimas medidas implementadas?
El analfabetismo lo erradicamos muy temprano de la revolución, en
1961; ahora nuestro nivel escolar promedio es educación media y
tenemos casi 800 mil graduados universitarios. Pero como esto no es
suficiente, estamos abriendo 3 mil nuevas aulas donde no había
educación superior, incrementando la cantidad de alumnos hasta
llegar a tener ahora el mayor número de estudiantes de nuestra
historia: 620 mil universitarios. Además, hemos recuperado a muchos
jóvenes que no estudiaban ni trabajaban, casi la mitad de ellos ya
están en la universidad.
En salud pública estamos desarrollando un programa amplio y
ambicioso de reconstruir y rehabilitar con nuevos equipos los
principales hospitales del país.
También estamos impulsando medidas para apoyar a los sectores de
menores ingresos: el año pasado duplicamos el salario y la pensión
mínima, establecimos una red de alimentación para los sectores más
vulnerables como los jubilados, incrementamos los beneficios para
las familias que tienen algún miembro con discapacidad y abrimos
nuevos canales de televisión educativos para elevar el nivel de
cultura del pueblo.
Además, en lo que llamamos "revolución energética" nos esforzamos,
para hacer más eficiente la generación de electricidad,
prácticamente han desaparecido los "apagones" desde el 2005.
En 2006 tuvimos el crecimiento económico más alto de los últimos
años: 12.5%, y registramos la mortalidad infantil más baja de
nuestra historia.
Estamos profundizando la revolución y mejorando el nivel de vida del
pueblo cubano. Hay problemas, pero vamos caminando.
¿En qué radica el éxito de la revolución?, ¿qué factores le han
permitido sobrevivir durante estos 48 años?
La identificación total con los intereses del pueblo. La prioridad y
el propósito central de nuestra lucha siempre ha sido atender las
necesidades de los cubanos.
¿Cómo valoran el ascenso de la izquierda en América Latina, las
posibilidades de integración y la participación de Cuba, después de
15 años de soledad?
Es cierto lo que tú dices, estábamos solos.
Lo que ha pasado en la región es el fracaso del modelo neoliberal,
que convirtió a América Latina en el continente más injusto y
desigual del mundo, donde el 1% de la población concentra el 40% de
la riqueza mientras 227 millones latinoamericanos y caribeños están
debajo del nivel de pobreza. En las últimas décadas la miseria y las
enfermedades provocadas, por las injusticias económicas, se
incrementaron. Los pueblos han reaccionado contra esta situación
agobiante.
Por eso tenemos la consolidación de la revolución bolivariana que
encabeza el presidente Hugo Chávez y el inicio del proceso
revolucionario en Bolivia con Evo Morales, el primer presidente que
representa los intereses de los pueblos indígenas de nuestro
continente, explotados durante siglos de colonialismo y excluidos
por los gobiernos oligárquicos. También el triunfo del Frente
Sandinista que hace renacer la esperanza en Nicaragua, la victoria
de Rafael Correa en Ecuador, la reelección de Lula Da Silva en
Brasil y los esfuerzos del Frente Amplio en Uruguay.
¿Hacia dónde llevarán estos procesos?
Hacia la integración solidaria de nuestros pueblos, a través de la
Alternativa Bolivariana para las Américas, propuesta por el
presidente Chávez. No hay alternativa a la integración, a nuestros
pueblos los une el idioma, la historia común y una tradición de
lucha por la libertad y la justicia.
¿Cuál es la condición básica para que esto sea irreversible?
Que haya gobiernos populares, que de verdad representen los
intereses de los pueblos.
Usted planteó (en el XIII Encuentro del Foro de São Paulo) que el
capitalismo conduce a la extinción de la humanidad, ¿qué le hace
pensarlo y cuál es el reto del proceso de integración
latinoamericana en ese sentido?
Muchas cosas.
En su demencia, el capitalismo gasta billones de dólares en armas,
la mitad de éstos por el gobierno de Estados Unidos, mientras cada
año mueren 13 millones de niños por enfermedades curables, 13
millones de crímenes porque estos niños se salvarían con el uso de
recursos mínimos.
La pobreza y la miseria se expanden al tiempo que se constatan
niveles alarmantes de concentración de riqueza, nunca en el mundo
existió tanta desigualdad como hoy. 1 mil 200 millones de personas
viven en extrema pobreza, casi todos en los países pobres a los que,
a pesar de haber pagado seis veces la deuda externa, se les ha
triplicado el monto original de ésta.
La explotación ilimitada de los recursos naturales está a punto de
provocar una catástrofe ecológica que se manifiesta en el
calentamiento global y en el derretimiento de los casquetes polares.
Estados Unidos, con sólo el 5% de la población mundial, es
responsable del 25% de la contaminación del planeta, pero su
gobierno se niega a cumplir con el Tratado de Kyoto que busca
reducir las emisiones de gases a la atmósfera.
Si no cambiamos el rumbo del planeta, iremos rápido a la peor
tragedia, de la que nadie podrá sobrevivir. Desde el nuevo proceso
que se gesta en nuestro continente podemos empezar a cambiar este
destino fatal.
¿Considera que sólo el socialismo puede salvar de la catástrofe
humana?
Esa es nuestra opinión. Como dijo Rosa Luxemburgo: socialismo o
barbarie. No hay alternativa.