In
Whatever Time and Whatever
Place
by Maria Elena Pacheco
Tribuna de la Habana, February 13, 2005
The day Florentino Ariza saw Fermina Daza at the cathedral atrium, six months
pregnant and fully aware of her womanhood, he made the fierce decision of
earning fame and fortune to deserve her... he was willing to wait with no
hurries or trepidations, even if he had to wait until the end of time.
Far from that oath of eternal love and fidelity, the moment came when they could
do nothing but dream of each other and wait for their letters with as much
anxiety as they felt when they answered them. She would never have believed one
could think of someone with so much restlessness, feel his presence where he
was not , want him always; wake up in the dark with the tremor of his eyes
looking at her. (from
El Amor en los Tiempos del Colera- Love in Times of Cholera by Gabriel
Garcia Marquez)
But times have changed for love, due to fashion or novelty. The Internet has
provided present day lovers with a means to reach each other. If it was so
complicated for Florentino to approach and kiss the virgin, in modern times he
could have saved his 53 years, seven months and eleven days, by just taking a
second to clip.
Thousands of surfers today cut through the virtual sea to live an existence of
fantasy, for some as vital as life itself –even if their invulnerable love
letters are addressed to the recycle bin.
Getting acquainted through web sites is so common that some of those favored
with a gift of love often decide to show their gratitude to the bringer of their
joy with a generous retribution. And so it happened that a Romanian couple who
met at a chat room named their first son Yahoo.
These things happen in postmodern times. But despite the countless advantages of
the Net, I still believe much more in the feeling brought by physical and
spiritual proximity. A feeling that awakens you, even with the sweet touch of
its thorns, that seems virtual for it makes the morning air smell more fertile;
a feeling such as Florentino Ariza and Fermina Daza shared when they learned
that love is love, anytime and anywhere. A kingdom where only the weak cannot
enter.
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A CubaNews translation, February 15, 2005
Edited and web-posted by Walter Lippmann
En cualquier tiempo y en cualquier parte
Por María Elena Pacheco
Rodríguez
Foto: Tamara Gispert
El
día que Florentino Ariza vio a Fermina Daza en el atrio de la catedral, encinta
de seis meses y con pleno dominio de su condición de mujer de mundo, tomó la
determinación feroz de ganar nombre y fortuna para merecerla. ...estaba resuelto
a esperar sin prisas ni arrebatos, así fuera hasta el fin de los siglos.
Lejos de aquel juramento de fidelidad y amor eternos, llegó al fin el momento en que ninguno de los dos tenía vida para otra cosa que no fuera pensar en el otro y esperar sus cartas con tanta ansiedad como las respondían. Ella nunca hubiese creído que se podría pensar en alguien con tal desasosiego, presentirlo donde no estaba, desearlo siempre; despertar en la oscuridad con el estremecimiento de su mirada.
Mas, los tiempos han cambiado para el amor, sea por moda o novedad, la Internet ha facilitado a los amantes actuales un medio efectivo y desapasionado para acercarse. Si para Florentino fue tan complicado llegar y besar la virgen, en los tiempos modernos se hubiese ahorrado sus 53 años, siete meses y once días, solo con perder un segundo en un clip.
Terminaron las complicaciones y el sufrimiento. Enlaces con más de 300 mil sitios "buscaparejas", propician una vida amorosa desde la inmovilidad de una computadora; la bendita Internet, tan cerca de dios y tan lejos de los pobres, es también un nido esperanzador para los corazones solitarios, los que aún creen en la mágica fórmula del príncipe azul o la bella durmiente.
Miles de navegantes se sumergen en el mar virtual para vivir una vida de fantasías, para algunos tan vitales como las de la propia vida, aunque las invulnerables cartas de amor hayan sido remitidas hacia la papelera de reciclaje.
El hecho de conocerse a través de dichos sitios es tan habitual que algunos de los favorecidos han decidido retribuir su felicidad al buscador de sus amores con un gesto altruista. Así, una pareja rumana que se conoció a través del chat, nombró Yahoo a su primer hijo.
Cosas de la postmodernidad, pero, amén de las innumerables ventajas de la red, creo más en el sentimiento que me provoca la proximidad física y espiritual; en ese que te despierta incluso, con el dulce roce de sus espinas; el que parece virtual porque huele más fértil la mañana; como aquellos que vivieron Florentino Ariza y Fermina Daza, quienes juntos supieron que el amor era el amor en cualquier tiempo y en cualquier parte, un reino inclemente y mezquino, donde solo los débiles no entrarían jamás.