GRANMA DAILY
January 16, 2005
The Return
of Michael Moore
By Rolando Perez Betancourt
http://www.granma.cubaweb.cu/2005/01/16/cultura/articulo01.html
The U.S. pharmaceutical industry is concerned, not only for recent scandals about regular products which have become a double-sided sword because of their side effects, but also because there is a bothersome phantom bugging them.
Watch out!, has been the war cry launched by some drug companies - the Man is watching and he could do the same thing wearing his baseball cap than dressed as anything else.
The Man is Michael Moore, and if shows up, the order from pharmaceutical executives is firm: no one should open his/her mouth, no answering anything, because it is a trap.
The panic here has nothing to do with fiction, and is evidenced by a bulletin from Pfizer Global Research, alerting its employees about the tactics used by the filmmaker, who is set, encouraged by his success with Fahrenheit 911, to make a film about health care in the United States. Moore has stated, "I do not understand how we can be one of the wealthiest countries in the world, and we allow that 44 million of our citizens cannot get help when they are sick."
The new 90-minute documentary includes hospitals, insurance companies and the powerful drug industry. And, of course, government policies helping to what Moore describes as one of the huge injustices in his country. Within this framework, politicians involved in million-dollars election campaigns take money from the drug companies and later, pays back the support, with approval for their products.
Although Michael Moore did not want to reveal his attack tactics - since it will be difficult to accomplish his objectives with an exposed camera, as he did in BOWLING FOR COLUMBINE and FAHRENHEIT 9/11 - he stated that his documentary, tentatively entitled SICK, will center on the drama of ten people who will die because of the inefficiency of public health care in his country.
The fact that Moore's presence is expected every day by the terrified "objects" of his movie, and that he has not let himself be seen until now, has fed countless conjectures about his plans.
It is being rumored that he has undergone a diet plan to lose weight, to avoid being identified, which will make him into a thin, blonde man, using actors who will pass as pharmaceutical representatives, and even bribing physicians to introduce cameras in his offices.
Considering the current panic, it would not be out of the question to say that he has returned as Spiderman, although no one has mentioned it.
Moore,
smiling, denies everything stating that, as it happened in FAHRENHEIT 9/11,
there are more than enough volunteers offering information and help, "everything
for free" - he stresses - "just to show what the system is all about."
(Translated for CubaNews by Maria Montelibre.)
El regreso de Michael Moore
ROLANDO PÉREZ BETANCOURT
La
industria farmacéutica norteamericana vive momentos de desasosiego, no solo por
los recientes escándalos relacionados con algunos productos de uso cotidiano que
han resultado un arma de doble filo en sus efectos secundarios, sino también
porque un molesto fantasma la viene rondando.
—¡Manténganse vigilantes! —ha sido el grito de guerra lanzado por importantes empresas productoras de medicamentos—, el hombre acecha y puede aparecerse lo mismo con su gorra de pelotero que disfrazado de cualquier cosa.
El hombre es Michael Moore y en caso de que se deje ver, la orden de los ejecutivos farmacéuticos es tajante: Nadie debe abrir la boca, nadie debe responder nada, porque se trata de una encerrona.
El pánico aquí descrito no tiene nada de ficción y lo corrobora un boletín interno de la empresa Pfizer Global Research, en el que se alerta a sus empleados acerca de las tácticas de enmascaramiento que puede utilizar el cineasta, empeñado, tras el éxito de Fahrenheit 9/11, en enfilar sus cámaras hacia el sistema de salud pública de los Estados Unidos, del cual Moore ha dicho: "No entiendo cómo podemos ser uno de los países más ricos del mundo y permitimos que 44 millones de nuestros ciudadanos no puedan conseguir ayuda cuando enferman".
El nuevo documental de noventa minutos de duración engloba en un mismo objetivo crítico a hospitales, agencias de seguros y a la poderosa industria de medicamentos. Y por supuesto, a una política gubernamental que ampara lo que Moore califica como una de las grandes injusticias de su país. Dentro de este acápite, una pincelada: los políticos que envueltos en sus millonarias campañas electorales aceptan el dinero de los laboratorios y después, en pago por el apoyo, aceitan la aprobación de los medicamentos para el consumo.
Aunque Michael Moore no ha querido revelar cuál será su estilo de ataque —ya que será difícil que lo dejen llegar hasta su objetivo cámara en mano, como lo hizo en Bolos en Columbine y Fahrenheit 9/11— ha adelantado que el documental, titulado provisionalmente Sicko, se centrará en lo dramático de la historia de diez personas condenadas a morir por culpa de la ineficacia de la salud pública de su país.
El hecho de que la presencia de Moore sea esperada a diario por los aterrados "objetivos" de su película, y de que hasta el momento no se haya dejado ver, ha alimentado cien y una conjeturas acerca de lo que se trae entre manos. Se habla entonces lo mismo de que para evitar ser identificado se ha sometido a un plan de adelgazamiento, lo que lo convertirá en una sílfide con bigote y pelo rubio, hasta que utiliza actores para hacerse pasar por vendedores de medicamentos, e incluso, soborna médicos dispuestos a introducir cámaras ocultas en sus despachos.
Que pudiera reaparecer convertido en Hombre Araña nadie lo ha señalado, pero tomando en cuenta el pánico existente, no sería extraño.
Riéndose, Michael Moore lo niega todo e insiste que al igual que sucedió con Fahrenheit 9/11, sobran voluntarios listos a ofrecer información y a cooperar; "todo gratis —ha recalcado— con tal de poner en evidencia al sistema".